Linfadenopatía infecciosa
En los aspirados de los ganglios linfáticos se puede detectar la presencia de bacterias asociada a una infección sistémica o local. La formación de un absceso en el ganglio linfático da lugar a una inflamación neutrofílica grave con neutrófilos degenerados. En la citología las bacterias pueden estar presentes o ausentes, por lo que puede estar justificada la realización de pruebas adicionales (p.ej., el cultivo bacteriano o tinciones especiales) para investigar con mayor profundidad la posible infección. Se pueden observar bacilos y cocos inespecíficos. Sin embargo, algunos tipos de bacterias tienen características únicas, como Mycobacterium spp. (bacilos que no se tiñen con tinciones normales), Actinomyces/Nocardia (bacilos filamentosos ramificados) y Yersinia pestis (cocobacilos bipolares). La identificación de estos hallazgos en la citología puede ayudar a identificar el tipo de infección bacteriana.
Existen varias enfermedades fúngicas que pueden afectar a los ganglios linfáticos. La blastomicosis, la histoplasmosis, la criptococosis y la coccidiomicosis son infecciones fúngicas dimórficas que pueden encontrarse en los animales de compañía; el agente causal se adquiere del ambiente por inhalación y puede propagarse a varias localizaciones, incluyendo los ganglios linfáticos. Como ya se ha señalado antes, el patrón inflamatorio clásico que se observa es la inflamación piogranulomatosa. El aspecto citológico de los cuatro organismos fúngicos implicados es diferente:
- Blastomyces dermatitidis: Las levaduras tienen entre 7-15 µm de diámetro y tienen una pared doble y retráctil (Figura 7). Muestran una amplia formación de gemas. Las levaduras pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo del animal infectado, incluyendo la piel, los órganos, los huesos y el líquido articular.
- Histoplasma capsulatum: Las levaduras tienen entre 2-4 µm de diámetro y son redondas con un fino halo claro (Figura 8). El citoplasma es basófilo y a veces tiene forma de “luna creciente”. La respuesta inflamatoria puede ser supurativa, granulomatosa o piogranulomatosa. Las levaduras muchas veces se encuentran dentro de los macrófagos, aunque también pueden verse extracelularmente.
- Cryptococcus neoformans: El tamaño de las levaduras varía entre 2-20 µm y la mayoría de las veces presentan una “cápsula” transparente y gruesa que en realidad se debe a la contracción de la levadura (Figura 9). A menudo se observan gemas de base estrecha. La respuesta inflamatoria suele ser menos marcada que en otros tipos de enfermedades infecciosas, ya que la cápsula elude el sistema inmunitario del animal.
- Coccidioides immitis: Las esférulas son grandes y miden entre 20-200 µm. Las endosporas miden entre 2-5 µm y se encuentran dentro de las esférulas hasta que son liberadas. Los organismos pueden no ser prominentes en los aspirados de los animales afectados, por lo que pueden ser necesarias otras pruebas diagnósticas adicionales.