Como abordar la diarrea crónica en gatos
Los veterinarios están muy familiarizados con el caso clínico del gato con diarrea recurrente...
Número de edición 27.1 Sistema Gastrointestinal
Fecha de publicación 08/08/2019
Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , Română y English
Uno de los motivos de consulta veterinaria más frecuentes en el gato es la presencia de vómitos y/o diarrea. En este breve artículo los autores proporcionan algunos datos estadísticos básicos sobre los gatos que presentan signos gastrointestinales.
Muchos propietarios consideran “normal” que su gato vomite o tenga diarrea – algunos incluso ni lo mencionan cuando se les pregunta si todo va bien en casa – no obstante, teniendo en cuenta las múltiples causas posibles de los signos de enfermedad gastrointestinal (GI) crónica 1 2 3, es importante preguntar al propietario específicamente si se han producido episodios de vómitos y diarrea, describiendo su frecuencia, aspecto y consistencia; además, es importante conocer los cuidados y la salud del gato en casa, así como valorar el procedimiento diagnóstico indicado en cada caso (p.ej., análisis sanguíneos, ecografía). En este artículo se analiza la prevalencia de diarrea y/o vómitos crónicos en gatos adultos en EE. UU.
Se evaluaron todas las historias clínicas de los gatos de 12 o más meses de edad atendidos en Banfield Pet Hospitals desde el 1 de enero del 2008 hasta el 30 de diciembre del 2012, con el objetivo de identificar a los pacientes con diarrea y/o vómitos crónicos (es decir, de al menos 1 mes de duración). Estos casos se clasificaron en diferentes categorías en función los signos clínicos: solo diarrea crónica (sin vómitos dentro de los 30 días de la consulta); solo vómitos crónicos (sin diarrea dentro de los 30 días de la consulta); y con diarrea y vómitos crónicos (ambos signos presentes con menos de 30 días de diferencia entre sí). Es posible que un mismo gato estuviese clasificado en más de una categoría, puesto que durante el periodo de estudio se pudo presentar en la clínica varias veces con diferentes signos. Se excluyeron del estudio los gatos con bolas de pelo o parasitosis GI durante el mismo año natural.
El cálculo y la clasificación de la prevalencia de los signos clínicos estudiados se realizó en función de la edad; adulto joven (1-3 años), adulto maduro (3-10 años) y adulto de edad avanzada (10-25 años), excluyendo a los gatos de más de 25 años, puesto que probablemente, dicha edad se deba al registro impreciso de la fecha de nacimiento. En los gatos maduros y de edad avanzada se calculó la prevalencia y el riesgo relativo (RR; obtenido por el ratio de la prevalencia) de cada categoría de presentación de signos GI crónicos con respecto a los gatos jóvenes.
Durante el periodo de estudio, fueron atendidos en Banfield Pet Hospitals más de 1 millón de gatos adultos (Tabla 1), de los cuales, cerca del 2,0% (21.142) presentaron signos de diarrea y/o vómitos crónicos. La presentación clínica más frecuente fue la de solo vómitos crónicos (14.039), seguida de solo diarrea crónica (4.469). Aproximadamente 1.967 gatos (9,3%) presentaron más de un tipo de signo clínico durante el periodo de estudio (p.ej., solo vómitos crónicos durante 30 días y después solo diarrea crónica). En todas las categorías, la prevalencia fue siempre menor en los gatos jóvenes que en los maduros y de edad avanzada. En los gatos maduros y de edad avanzada el RR de presentar signos GI crónicos (Tabla 2) fue significativamente mayor que en los jóvenes. Los gatos maduros presentaron en todas las categorías un RR entre 1,4-4,0 veces mayor que los gatos jóvenes, y en los gatos de edad avanzada, este RR fue entre 3,1-18,5 veces mayor que en los jóvenes.
Grupo de edad | Número de gatos adultos atendidos | Número total de gatos afectados | Solo vómitos crónicos | Solo diarrea crónica | Diarrea y vómitos crónicos |
---|---|---|---|---|---|
Adulto joven | 376.576 | 2.528 (0,7%) | 1.411 (0,4%) | 904 (0,2%) | 75 (0,0%) |
Adulto maduro | 514.082 | 8.099 (1,6%) | 5.579 (1,1%) | 1.731 (0,3%) | 414 (0,1%) |
Adulto de edad avanzada | 256.214 | 10.728 (4,2%) | 7.177 (2,8%) | 1.882 (0,7%) | 943 (0,4%) |
Total |
1.041.887 | 21.142 (2,0%) | 14.039 (1,4%) | 4.469 (0,4%) | 1.426 (0,1%) |
Tabla 1. Distribución del número total de gatos con signos GI crónicos (vómitos y/o diarrea) entre los años 2008-2012. Durante los 5 años de duración del estudio, algunos gatos se incluyeron en más de una categoría de presentación clínica y/o rango de edad.
Grupo de edad | Número total de gatos afectados | Solo vómitos crónicos | Solo diarrea crónica | Diarrea y vómitos crónicos |
---|---|---|---|---|
Adulto maduro | 2,4 (2,2-2,5) | 2,9 (2,7-3,0) | 1,4 (1,3-1,5) | 4,0 (3,2-5,2) |
Adulto de edad avanzada | 6,2 (6,0-6,5) |
7,5 (7,1-7,7) | 3,1 (2,9-3,2) | 18,5 (14,6-23,4) |
Tabla 2. Coeficientes de riesgo relativo de diarrea y/o vómitos crónicos en gatos adultos, maduros y de edad avanzada, en relación con adultos jóvenes. Los intervalos de confianza al 95% están indicados entre paréntesis.
Nuestros resultados son consistentes con los obtenidos en otros estudios en los que se ha observado que la enteropatía crónica es más frecuente en los gatos mayores 2. La prevalencia de signos GI crónicos registrada en este artículo probablemente se encuentre subestimada con respecto a la realidad, dada la probabilidad de que los propietarios y/o personal de la clínica no hayan descrito estos signos en la historia clínica del animal.
Al revisar por encima el procedimiento diagnóstico en casos seleccionados, se observó que es posible que en muchos casos no se haya realizado una batería de pruebas básicas (hemograma completo, bioquímica, perfil tiroideo). Los diagnósticos más frecuentes, después del de enfermedad renal crónica e hipertiroidismo, fueron el vómito (inespecífico), la gastritis, la enteritis y la gastroenteritis. Esto, en parte, refleja la falta de concienciación sobre la importancia de los signos clínicos GI, así como la necesidad de realizar una evaluación diagnóstica, o bien el coste que conlleva la misma, para identificar la causa subyacente.
Aunque en este estudio se encontró una prevalencia de signos GI crónicos no muy alta, en las clínicas de primera opinión no debe subestimarse su frecuencia. Teniendo en cuenta todas las causas posibles de enteropatía crónica en el gato, entre las que se incluyen parásitos, neoplasias e intolerancia alimentaria, es importante que el veterinario ponga especial atención en la descripción por parte del propietario de los signos clínicos para garantizar su detección temprana y el manejo óptimo del paciente, incluyendo otros posibles diagnósticos diferenciales, así como el tratamiento farmacológico y dietético adecuado para mejorar la calidad de vida, tanto del gato como del propietario.
Silke Kleinhenz
Silke Kleinhenz posee varios títulos en Marketing y Publicidad y ha trabajado elaborando los informes del Departamento de Anestesiología Leer más
Emi Kate Saito
La Dra. Saito se licenció en Veterinaria por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Pensilvania en 1997. En el 2001 finalizó un Máster de Salud Pública Leer más
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