Un entorno monótono y demasiado predecible resulta estresante para el gato 9. En dicho entorno es posible que el gato no pueda desarrollar los comportamientos que expresan su telos natural (es decir, su esencia o finalidad natural como gato). El estrés psicológico y fisiológico pueden desencadenar la aparición de comportamientos problemáticos (comportamientos indeseables como marcaje con orina o arañazos), trastornos de comportamiento (p.ej., acicalamiento obsesivo) o enfermedades físicas. Los signos de estrés y ansiedad pueden ser evidentes (p.ej., cambios en el apetito, acicalamiento, aumento de la vocalización, tendencia a esconderse, a vigilar, agresividad, eliminación inapropiada o comportamientos compulsivos (Figura 1)), o sutiles (p.ej., disminución de la actividad, del juego, del comportamiento exploratorio/curiosidad, del marcado facial o de las interacciones afiliativas con otros animales o personas) 10.
La prevalencia de ciertas enfermedades es mayor en los gatos de interior (Tabla 1), aunque también se podría argumentar que en estos gatos es más fácil detectar cualquier cambio de comportamiento puesto que se observan más; también se podría decir que al recibir una mayor atención veterinaria que los gatos que vagan libremente, es posible diagnosticar más enfermedades; no obstante, solo se trata de conjeturas. Se ha afirmado que “la disparidad entre agentes estresantes físicos y psicológicos es una ilusión. Los mecanismos de defensa del hospedador responden significativamente y de forma adaptativa tanto al estrés físico como al psicológico” 11.
Lo que el gato necesita para ser un gato
Para poder reducir el estrés en un gato hay que comprender qué significa ser un gato y qué necesidades tiene. El gato es un animal territorial, cuyo territorio se distribuye en función de los recursos esenciales, principalmente el alimento. Tanto los machos como las hembras marcan su territorio con señales olfativas: rociando orina, frotándose contra objetos y arañando superficies verticales (siendo también una señal visual además de olfativa). Los gatos pueden compartir áreas en las que se encuentran los recursos, pero evitan el contacto para que no existan confrontaciones. La pelea es su última opción y únicamente tiene lugar cuando no hay ninguna escapatoria. El gato necesita privacidad para esconderse, sentirse seguro, observar, descansar sin perturbaciones y dormir; y, además, utiliza determinados lugares para tener una posición de observación privilegiada que le permita eludir o evitar intrusos, predadores u otras amenazas. Desde el punto de vista social, el gato puede vivir solo o en grupos. Las colonias felinas están constituidas por hembras emparentadas entre sí y sus descendientes, recibiendo la visita de machos adultos con fines reproductivos, aunque también pueden contribuir al cuidado de los gatitos hasta que alcancen la madurez sexual o social 12.
En 1965 se describieron por primera vez las “cinco libertades” que definen el bienestar de los animales de granja*, y recientemente se ha realizado la siguiente adaptación para el gato 3:
- Disposición de alimento y agua: proporcionando un alimento equilibrado que cubra las necesidades nutricionales de cada etapa de la vida del animal junto con agua fresca.
- Disposición de un entorno adaptado: proporcionando el espacio adecuado y un refugio con suficiente luz, poco ruido y sin temperaturas extremas. El espacio designado puede ser exclusivamente interior o con acceso al exterior.
- Disposición de cuidados de la salud: vacunación, esterilización, control de parásitos, identificación individual (microchip, collar) y rápida asistencia veterinaria.
- Disposición de oportunidades para manifestar la mayoría de los comportamientos normales, incluyendo los dirigidos a otros gatos y personas.
- Disponibilidad de protección frente a situaciones que puedan provocar miedo o estrés.
* The Brambell Report, diciembre de 1965 (HMSO Londres, ISBN 0 10850286 4)
A la gran mayoría de los gatos de interior se les proporciona agua y alimento de forma adecuada, así como los cuidados necesarios en caso de detectar una enfermedad, sin embargo, muchos gatos no tienen la oportunidad de manifestar sus comportamientos normales, lo cual puede generar estrés, miedo, comportamientos indeseables, e incluso enfermedades. Los comportamientos propios del gato incluyen actividades como jugar, investigar, observar, cazar, comer, beber, acicalarse, arañar, desplazarse, marcar con olor, eliminar orina y heces, descansar y dormir 13 14 15. Además, los gatos son crepusculares, es decir, son más activos durante el atardecer y el amanecer.
Vida de interior y obesidad
El confinamiento en el interior de una casa predispone a la obesidad. Esto se puede explicar por varias razones, incluyendo la más obvia, que es ingerir más calorías que las que se gastan. Sin embargo, esto no es tan sencillo. En la naturaleza, los gatos no tienen el alimento a voluntad o ad libitum. El gato, es un animal que para evitar fallecer por falta de comida está permanentemente dispuesto a realizar la secuencia de mirar, acechar, atacar y matar. En la naturaleza, el gato tiene que realizar numerosos intentos de caza para tener éxito con cada presa 16. La mayoría de las presas de un gato consisten en aves o mamíferos de pequeño tamaño, pudiendo cazar unas 100 veces al día para cubrir sus necesidades energéticas (10-20 presas pequeñas). La caza supone para el gato un esfuerzo estimulante desde el punto de vista intelectual y de gran actividad física.
Hoy en día, nuestros gatos pueden obtener el alimento con un mínimo esfuerzo, llegando a tener sobrepeso por ingerir cantidades excesivas de alimento, el cual, en muchas ocasiones, es de elevada densidad calórica. La ración de un ratón (= 30 kcal) equivale aproximadamente a 10 croquetas de un alimento seco estándar de mantenimiento; incluso tomar solo 10 croquetas de más al día durante un año puede dar lugar a un aumento del 10% (453,6 g) del peso. A los propietarios les gusta ver cómo comen sus gatos, pudiendo interpretar erróneamente algunas de sus señales. Por ejemplo, pueden creer que cuando los gatos maúllan, se restriegan o buscan algo están pidiendo comida; en estos casos, al ofrecer alimento se refuerzan dichos comportamientos, mientras que los propietarios piensan que así están respondiendo a una necesidad o demanda de atención. De esta manera, sin darse cuenta están enseñando a los gatos a pedir comida y ellos les enseñan a responder con comida a sus señales de aburrimiento o de otras necesidades insatisfechas.
La esterilización (en machos y hembras) reduce las necesidades energéticas un 7-33% (la mayoría de los estudios indican un 20-25%). Además, el acto de comer provoca la liberación de sustancias neuroquímicas que causan bienestar al gato, por lo que comer se puede convertir en una forma de consolación cuando el gato sufre experiencias negativas (estrés, miedo) o aburrimiento. Los gatos que conviven en un mismo hogar pueden sufrir estrés como consecuencia de una socialización incompleta, y lo pueden manifestar comiendo excesivamente, especialmente cuando no consiguen tener o mantener un espacio confortable.
La obesidad en el gato representa un gran problema. En un estudio 17, se llegó a la conclusión de que los factores de riesgo asociados al sobrepeso y a la obesidad eran la frecuencia de las comidas y la esterilización, independientemente de un estilo de vida interior o exterior. El riesgo de ingerir una cantidad excesiva de alimento fue mayor en los gatos que recibieron 2-3 comidas diarias frente a los gatos alimentados ad libitum. Aunque estas conclusiones se contradicen con las de otros estudios, queda patente la importancia de que el propietario conozca la cantidad y el tipo de alimento que proporciona a su gato. En el mercado existen muchos alimentos formulados especialmente para gatos de interior que ayudan a compensar la menor actividad física. Estos alimentos tienen un mayor porcentaje de calorías que procede de las proteínas y un contenido elevado de fibras que mejora la consistencia fecal, reduce el olor de las heces, contribuye a la motilidad intestinal y disminuye la formación de bolas de pelo.
Cómo mejorar el entorno del gato de interior
Se deben tener en cuenta dos enfoques: en primer lugar, la disminución de los estímulos que generan estrés en el gato, y en segundo lugar, la mejora y el enriquecimiento ambiental. En ciertos casos ambos enfoques pueden solaparse; por ejemplo, al considerar el aburrimiento hay que tener en cuenta que, aunque no es una amenaza directa para el gato como lo podría ser la confrontación con otro animal, sigue siendo una fuente de estrés.
El estrés es la consecuencia de estímulos desagradables o nocivos que no se pueden predecir o controlar 18. Dichos estímulos pueden tener una naturaleza física o social. Las primeras experiencias en la vida del gato y la genética influyen en la capacidad de cada individuo para adaptarse a las situaciones. Tanto un entorno pobre en estímulos como un entorno caótico con exceso de novedades (p.ej., la llegada de un nuevo miembro al hogar, cambios en la rutina o en el entorno físico) son inapropiados para el gato. La mala relación con otros animales o personas es también una causa de estrés. La competencia por los recursos puede ser real (otro animal o una persona que esté molestando) o percibida (incapacidad de acceder a los recursos, miedo a un enfrentamiento). La mayoría de los problemas de ansiedad (p.ej., eliminación inapropiada) se producen como consecuencia del estrés social o ambiental 12. La causa de estrés se debe identificar y eliminar siempre que sea posible. Es útil evitar cualquier perturbación o molestia, y favorecer la rutina con un entorno más predecible y armonioso. Cuando el estímulo estresante convive con el gato (p.ej., otro gato, una persona), se debe seguir un protocolo de reintroducción gradual y prolongada, utilizando el refuerzo positivo y agradable para remodelar la experiencia del gato.
Cuando los cambios en la rutina son inevitables puede ser útil el condicionamiento positivo proactivo; por ejemplo, para preparar la visita al veterinario se puede ir acostumbrando al gato a su transportín de forma positiva, introduciendo comida en su interior y favoreciendo que lo considere un lugar atractivo y seguro.
El enriquecimiento ambiental hace referencia a la mejora del entorno social y físico, incluyendo también una mayor complejidad temporal (variabilidad) 15. El objetivo del enriquecimiento ambiental es facilitar la expresión de una mayor variedad de comportamientos, incrementar la utilización del espacio, mejorar la relación persona-gato y mejorar, en definitiva, la capacidad individual de enfrentarse a la adversidad y, como consecuencia, disminuir la manifestación de comportamientos indeseables o anormales 3.