La citología comienza con el examen macroscópico del portaobjetos para evaluar de forma preliminar la suficiencia o el exceso de células, la presencia de sangre/lípidos contaminantes, cualquier estructura macroscópica (p.ej., aglomeraciones celulares, larvas) y cualquier artefacto obvio del frotis/secado. A continuación, se realiza la microscopía directa a 3 niveles de aumento diferentes siguiendo un proceso iterativo y escalonado;
I) ~10-20x para revisar exhaustivamente grandes estructuras, obtener información de la arquitectura e identificar las áreas más diagnósticas,
II) ~40-60x para afinar más y resolver el detalle,
III) Aceite de inmersión 100x para observar los detalles celulares/subcelulares.
Citología y neoplasias
Los datos del laboratorio universitario de los autores han proporcionado algunas estadísticas interesantes sobre las muestran recibidas, demostrando la utilidad de la citología en la investigación de posibles tumores. Alrededor del 95% de las 7.560 muestras recibidas eran de perros (siendo un 62% casos internos y un 38% externos de otras clínicas). En total, el 14% de las muestras no fueron diagnósticas debido a la obtención insuficiente de células intactas (Recuadro 2), y el 19% de las muestras legibles correspondieron a neoplasias (el 64% eran malignas) y el resto a procesos inflamatorios en su mayoría.
De las tres categorías de neoplasias citológicas, los tumores mesenquimatosos fueron los que presentaron una mayor prevalencia global (42%), siendo el 98% caninos y el 2% felinos, seguidos de los tumores de células redondas (32%), de los que el 88% eran caninos y el 12% felinos, y los tumores epiteliales (26%), de los que el 93% eran caninos y el 7% felinos. De los tumores caninos el 30% fueron linfomas, el 27% carcinomas, el 26% sarcomas, el 13% mastocitomas y el 4% tumores neuroendocrinos. En cuanto a los tumores benignos caninos, el 65% fueron lipomas, el 16% adenomas, el 7% histiocitomas y el 5% hemangiopericitomas. En las muestras de gatos se identificaron pocos tumores benignos y 75 fueron tumores malignos: 52% linfomas, 30% carcinomas, 9% sarcomas, 4% mastocitomas y 3% plasmocitomas.
Los cinco tumores principales representaron el 84% del total de los tumores diagnosticados en perros y el 98% de los tumores felinos. El lipoma fue el diagnóstico citológico de tumores caninos más frecuente, siendo el doble de frecuente en muestras de clínicas externas. Sin embargo, este diagnóstico fue poco frecuente en gatos (n=1). El mastocitoma fue el doble de frecuente en perros (8%) que en gatos (4%). El linfoma fue la neoplasia felina más frecuente y se diagnosticó dos veces más en gatos que en perros. Más de un tercio de las neoplasias fueron sarcomas y carcinomas, y se diagnosticaron con una frecuencia tres veces mayor en las clínicas especializadas. Para una mayor descripción de los tumores más frecuentes, haga clic en este enlace.