El gato con ERC
Frecuentemente, el gato con ERC presenta disorexia: un 40% padece hiporexia y un 15% anorexia total 8. Es importante destacar que el gato está genéticamente predispuesto a asociar la sensación de malestar gastrointestinal con el alimento que haya ingerido justo antes de sufrir dicha molestia, y por tanto, es probable que en el futuro se niegue a comer ese alimento en concreto 9 pues es capaz de reconocer su sabor y olor y asociarlo con la mala experiencia pasada. El proceso de aprendizaje es rápido y persiste en el tiempo, de tal manera que solo con ingerir una vez un alimento en particular puede ser suficiente para que el gato lo rechace persistentemente. Las náuseas y vómitos del gato con ERC pueden generar este tipo de asociación, por lo que es importante disponer de otra dieta diferente alternativa. Esta nueva dieta también debe tener las características nutricionales necesarias para el manejo de la ERC, pero con un perfil sensorial (aroma, sabor, textura) diferente al de la dieta anterior y que a su vez resulte apetitoso para el gato.
Las restricciones nutricionales (bajo contenido en fósforo y moderado en proteínas) necesarias para formular las dietas renales tienen un gran impacto en la palatabilidad. Estas restricciones son esenciales para el manejo nutricional de la ERC y, por tanto, los especialistas en formulación y desarrollo de alimentos deben aplicar sus conocimientos para cumplir con estas condiciones, consiguiendo que una dieta renal sea apetitosa para el gato y ofreciendo alternativas como respuesta al problema de la aversión o menor consumo de alimento.
Con este objetivo, Royal Canin ha desarrollado recientemente una nueva gama de dietas renales. Esta gama dietética está compuesta por varias dietas renales diseñadas para que el gato perciba cada una de diferente manera. De este modo, si el gato muestra aversión o menos apetito con una dieta, es posible ofrecer otra dieta de la misma gama y estimular así el consumo de alimento. En un estudio realizado en 18 gatos con ERC se demostró que este enfoque organoléptico permite ofrecer una solución eficaz al problema del apetito y satisfacer las preferencias nutricionales individuales, proporcionando al mismo tiempo el soporte nutricional necesario 10 (Figura 2).