Los retos de cada día
En este capítulo se abordan algunas situaciones difíciles que se pueden dar en la clínica veterinaria...
Número de edición 1 Comunicación
Fecha de publicación 19/03/2020
Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , Polski , Português , Română y English
Los veterinarios muchas veces se centran en la mascota y se olvidan del propietario… Para saber cómo enfocarse en el cliente es necesario contar con algo de preparación y formación al respecto. La consulta debe seguir un proceso durante el cual se creen las condiciones favorables para una interacción positiva con el propietario de la mascota. Se debe empezar con la preparación de la consulta y es necesario saber utilizar las habilidades de comunicación descritas en el capítulo “ La comunicación es una habilidad clínica”. En esta primera parte, nos ocupamos del "precalentamiento" y de construir una buena relación.
El veterinario debe hacer una pausa entre una consulta y otra, cuando suele atenderlas simultáneamente, lo que le permite adaptarse y centrarse en cada nuevo caso.
La mejor guía para una comunicación perfecta consiste en preguntarse: ¿cómo puedo convertir cada consulta en una experiencia especial para el cliente?
Al igual que los atletas tienen que calentar y preparar sus músculos antes del entrenamiento y de las competiciones para fortalecer su motivación, el veterinario debe preparase mentalmente para el cliente antes de atenderlo en la consulta. Este tiempo está bien invertido por lo siguiente:
Este “precalentamiento” debería incluir los últimos 3-4 contactos de la clínica con el cliente, incluyendo las llamadas telefónicas y los temas tratados con otros miembros del equipo sin que el veterinario haya estado presente (Figura 1). Es posible que un cliente proporcione información adicional y exprese opiniones o deseos a otros miembros del equipo, y toda esta información puede ser importante para el veterinario. Muchas veces, los clientes no comparten sus necesidades o preocupaciones con el veterinario, especialmente, cuando el veterinario actúa con bastante autoridad y decisión.
Sin embargo, también es posible que el veterinario circunstancialmente no pueda oír todo lo que dice el cliente, por ejemplo, cuando se le presenta una urgencia y el veterinario está presionado por el tiempo. Es importante que el equipo de la clínica se apoye entre sí y que toda la información sobre el cliente y su mascota quede debidamente registrada. No es necesario escribir una novela; los puntos clave son más que suficientes. Esta es la única manera de crear un registro de la comunicación con el cliente que sea útil y es el que se debe usar.
Un ejemplo práctico de cómo preparase puede consistir en que el veterinario, o el ATV en determinadas situaciones, se presente en la consulta antes que el cliente, abra la ficha del cliente y del animal, eche un vistazo a los últimos contactos con el cliente (la mayoría de los programas informáticos proporcionan rápidamente esta información) y consulte:
Con esta información, el veterinario está perfectamente preparado para la visita y puede utilizar dicha información cuando converse con el cliente (ver el ejemplo de diálogo número 1).
Nota: Cualquier contacto del cliente con la clínica es importante y requiere una buena comunicación.
Para construir y mantener una buena relación entre el veterinario y el cliente es importante tener en cuenta que, de antemano, el cliente ya ha confiado en la clínica. El cliente ha elegido una clínica y un veterinario en particular y puede que sea su primera visita o que sea un cliente habitual. ¡Le ha dado a la clínica un voto de confianza! El equipo de la clínica debe apreciar este acto de fe y debe mostrar al cliente que la clínica es digna de dicha confianza a través de:
Todas estas medidas tienen algo en común: son sorprendentes para la mayoría de los clientes y, por tanto, tienen un efecto particularmente duradero. Por supuesto, el cliente espera una buena atención veterinaria. Con estos gestos y detalles, el cliente, como parte implicada en una relación, se siente en deuda y quiere devolver el favor. Como resultado, se crea un círculo de confianza, ejecución y retorno, en el que ambos socios “se regalan” entre sí y mantienen un vínculo positivo.
Además, actualmente la orientación 100% dirigida al cliente no es autoevidente. A pesar de que entre los veterinarios cada vez hay una mayor competencia, solo una minoría tiene un enfoque de gestión y servicios orientados al cliente. Con demasiada frecuencia se sigue considerando al cliente como “propietario de un paciente o como un caso clínico” y esta descripción refleja por sí sola la importancia del cliente desde la perspectiva del veterinario. Para conseguir una buena relación entre iguales, debe producirse un cambio fundamental de la perspectiva – lo que supone un cambio de planteamiento – del equipo de la clínica: pasar del concepto “propietario de mascota” al de “cliente valioso”. Si se realiza sistemáticamente, ¡el triunfo frente a la competencia está asegurado!
¿Cómo podemos empezar una consulta estableciendo una buena relación? En realidad, esto es bastante sencillo, puesto que a todos nos agrada que nos reciban de forma positiva, amistosa y con un elogio. ¡La persona que de antemano ofrece, es la que determina el estado de ánimo en una reunión! Particularmente, esto significa que al inicio de una consulta:
Aunque confiemos en gran medida en el conocimiento especializado y en los hechos del ámbito científico, los expertos en comunicación coinciden en que la relación con el cliente es más importante que el contenido o el nivel factual. Si la relación entre los interlocutores no es positiva o existen conflictos ocultos, el contenido (nivel factual) no se transmitirá de forma satisfactoria. Cuando un diálogo se base en la confianza mutua entre el veterinario y el cliente, es extremadamente importante reforzar la relación justo al inicio del contacto (y una y otra vez) para que el cliente también sea consciente del nivel factual (hallazgos, diagnóstico, tratamiento).
El siguiente diálogo es un ejemplo en el que se muestra cómo realizar el “precalentamiento” y establecer una buena relación en la clínica diaria:
El veterinario establece una buena relación con la Sra. Schmidt y con Lucky al situarse frente a ellos con una sonrisa y saludarlos por su nombre. Además, el veterinario expresa su alegría por verlos hoy en la clínica y le hace un pequeño halago a Lucky. El veterinario demuestra que está preparado, inmediatamente revisa los últimos contactos o visitas del cliente y continúa con su consulta.
El veterinario sabe por la ficha que el ATV le proporcionó algunos consejos y aquí utiliza esta información con mucha habilidad.
Este tipo de conversación que sirve como introducción a la consulta no es “una conversación trivial”, sino que es un tiempo muy bien invertido para atender al cliente, retenerlo y recopilar información. La Sra. Schmidt se ha dado cuenta de que el veterinario y todo su equipo se toman en serio sus necesidades y se preocupan mucho por ofrecerles a ella y a Lucky los mejores servicios posibles.
Nota: ¡A las personas no les interesa cuánto sabes hasta que son conscientes de cuánto te interesas por ellos!
Miguel Ángel Díaz
Miguel se licenció en Veterinaria en 1990. Tras trabajar en diferentes clínicas veterinarias, abrió su propia clínica en 1992 Leer más
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Cindy Adams es Profesora del Departamento de Ciencias Diagnósticas y Clínicas Veterinarias de la Universidad de Calgary, donde ha desarrollado e implementado Leer más
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