Abordaje inicial del perro con tos crónica
La presentación del perro de edad avanzada con tos crónica es frecuente en las clínicas veterinarias generalistas y las principales causas suelen ser el colapso de las vías respiratorias (traqueobroncomalacia) y la enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias (bronquitis crónica o inflamación linfocítica de las vías respiratorias). Otros trastornos asociados a la tos crónica incluyen la lesión repetitiva de las vías respiratorias, ya sea por aspiración o por bronquiectasias. Aunque cabe esperar que la presentación inicial de las enfermedades infecciosas sea aguda, algunos organismos como Bordetella y Mycoplasma también se pueden manifestar con signos clínicos crónicos similares a los observados en los trastornos citados anteriormente. Lamentablemente, hay pocas características distintivas que permitan obtener fácilmente un diagnóstico definitivo y muchos de estos trastornos se pueden presentar a nivel individual, de forma simultánea 1,2 o secuencial, por lo que durante el tratamiento de la tos puede ser necesarias pruebas diagnósticas adicionales y mantener un estrecho seguimiento.
El colapso traqueal es una de las causas más frecuentes de tos y obstrucción de las vías respiratorias en perros que, por lo demás, están sanos. Se caracteriza por el aplanamiento dorsoventral de los anillos cartilaginosos con un alargamiento de la membrana traqueal dorsal que se introduce en la luz de las vías respiratorias. Aunque se desconoce la etiología, se ha observado que algunos perros afectados tienen un menor número de condrocitos en los anillos traqueales, disminuyendo la rigidez del cartílago. El colapso traqueal puede afectar a la tráquea cervical y/o intratorácica, y el colapso bronquial (broncomalacia) se puede presentar solo o acompañado de un colapso traqueal. La tráquea cervical se colapsa durante la inspiración, mientras que la porción intratorácica se colapsa en la espiración. El colapso bronquial puede ser estático o dinámico en la espiración. El colapso provoca la irritación mecánica de la mucosa opuesta, lo que intensifica el edema y la inflamación de la mucosa, haciendo que la tos se mantenga en el tiempo.
La bronquitis crónica canina es una enfermedad inflamatoria definida por la presencia de tos de más de 2 meses de duración sin ninguna otra etiología específica identificada. Como consecuencia de la lesión inflamatoria de las vías respiratorias se produce hipertrofia de las células epiteliales y metaplasia escamosa, hipertrofia de las células caliciformes, hiperplasia de las glándulas submucosas e inflamación, edema y fibrosis de la mucosa/submucosa. Todo esto resulta en un aumento de la cantidad y viscosidad del moco y en la irritación crónica de las vías respiratorias. Normalmente, la naturaleza de la inflamación de las vías respiratorias es neutrofílica, pero en algunos perros se puede observar una inflamación linfocítica 3.
La bronquiectasia se caracteriza por la dilatación irreversible de los bronquios y suele ir acompañada de secreciones supurativas de las vías respiratorias. Puede producirse como consecuencia de una enfermedad pulmonar inflamatoria o infecciosa mal controlada, de una lesión por aspiración o por la inhalación de humo. La pérdida del estrechamiento gradual de las vías respiratorias provoca estasis de la secreción mucosa y neumonías recurrentes.
La aspiración de contenido gastrointestinal o las lesiones por microaspiración pueden desempeñar un papel en el desarrollo de todas las enfermedades descritas anteriormente y también podrían agravar las causas de tos 4.
Incidencia y prevalencia
Cuando se presenta el caso de un perro con tos, la reseña ayuda a priorizar la lista de diagnósticos diferenciales. El colapso traqueal cervical es frecuente en razas pequeñas (Pomerania, Caninche, Chihuahua, Yorkshire Terrier) mientras que la broncomalacia afecta tanto a razas grandes como pequeñas. Del mismo modo, la bronquitis y la bronquiectasia pueden causar tos tanto en perros de razas grandes como pequeñas. La bronquiectasia es más frecuente en ciertas razas, particularmente el Cócker Spaniel, pero también en el Malamute y el Caniche Gigante, mientras que las lesiones por microaspiración o aspiración son más probables en animales con disfunción laríngea, como los perros sénior de razas grandes 5.
Historia clínica
La mayoría de los perros sénior con tos relacionada con una enfermedad de las vías respiratorias (colapso o inflamación) están sanos, salvo por la tos constante. De hecho, los signos de colapso traqueal suelen aparecer en perros jóvenes y, posteriormente, a lo largo de la vida, se alternan periodos de mayor y menor intensidad de los signos. El colapso se puede agravar por la intubación endotraqueal, el aumento de peso, los procesos infecciosos o inflamatorios. Otras veces, los signos de colapso traqueal o de las vías respiratorias pueden presentarse en perros de mediana edad con signos clínicos intermitentes o graves. La tos se describe típicamente como paroxística, seca y como un “graznido”, sobre todo después de beber, comer o hacer ejercicio, con la excitación o en condiciones de calor o humedad. Los perros con broncomalacia tienen mayor predisposición a la intolerancia al ejercicio y al esfuerzo espiratorio junto con la presencia de tos.
La bronquitis crónica puede provocar una tos áspera o húmeda, dependiendo del tipo de secreciones de las vías respiratorias inferiores y de la gravedad de la enfermedad. En fases avanzadas de la enfermedad se puede desarrollar intolerancia al ejercicio o esfuerzo espiratorio y, en los animales gravemente afectados, la hipertensión pulmonar puede provocar un síncope. Normalmente no se suelen describir otros signos o hallazgos clínicos.
Los perros con bronquiectasia pueden tener una tos húmeda y productiva relacionada con la acumulación de secreciones supurativas. La manifestación clínica es muy parecida a la de la neumonía. La gravedad de la enfermedad es variable y responde parcialmente a los antibióticos.
Los perros con enfermedades de las vías respiratorias suelen tener un apetito normal y muchos de ellos padecen sobrepeso, lo que supone un estrés adicional para el sistema respiratorio. En la historia clínica de los perros con enfermedades relacionadas con la aspiración se pueden describir vómitos, regurgitación o la dificultad para tragar, junto con signos de vías respiratorias inferiores, aunque si se trata de una microaspiración o neumonía por aspiración, los signos pueden ser más sutiles, como cuando los perros se relamen los labios o tosen tras beber agua o tumbarse. También pueden describirse arcadas, náuseas o tos debido a la acumulación de secreciones en la laringe. A veces, se pueden observar signos laríngeos y cambios de voz en algunos perros. En un estudio se ha indicado que casi el 20% de los perros con tos crónica presentaron paresia o parálisis laríngea en ausencia de antecedentes o signos clínicos de enfermedad laríngea 5.