Pruebas de laboratorio para la peritonitis infecciosa felina
¿Cómo se puede confirmar el diagnóstico de peritonitis infecciosa cuando la sospechamos en un gato? En este artículo se describen diferentes opciones para su diagnóstico.
Número de edición 34.2 Otros artículos científicos
Fecha de publicación 31/01/2025
Disponible también en Français , Deutsch , Italiano y English
¿Cómo podemos utilizar el valor de la proteína C reactiva? Este artículo proporciona siete consejos clave para incorporar esta medición en el día a día de la clínica veterinaria.
La proteína C reactiva puede ser útil en muchas situaciones de la clínica diaria siempre que se disponga de un sistema de medida validado de forma adecuada.
La proteína C reactiva no solo sirve para detectar una respuesta inflamatoria, sino también para ayudar al diagnóstico de la causa subyacente.
En las enfermedades inflamatorias, la proteína C reactiva es especialmente útil para la detección temprana y el seguimiento del tratamiento.
La proteína C reactiva se debe interpretar considerando todo el cuadro clínico y los datos disponibles y, si es posible, junto con otras proteínas de fase aguda.
La proteína C reactiva, conocida como CRP por sus siglas en inglés (C-Reactive Protein), es una proteína de fase aguda (PFA), es decir, es una de las proteínas cuya concentración se modifica como respuesta a la inflamación o a la estimulación del sistema inmunitario, independientemente de la causa. La respuesta de la CRP se produce rápidamente y se pueden observar aumentos significativos pocas horas después del estímulo inflamatorio (p.ej., 4 horas después de una intervención quirúrgica) alcanzando concentraciones máximas aproximadamente a las 24 horas. Esta reacción forma parte de la respuesta inmune innata, por lo que es rápida e inespecífica, y puede desencadenarse por cualquier proceso que dañe al organismo 1. Según la experiencia de los autores, después de más de 20 años utilizando mediciones de CRP y ofreciendo servicios externos de análisis en su laboratorio, los veterinarios que utilizan regularmente la CRP consideran que se trata de uno de biomarcadores más importantes de la inflamación. Como parte del perfil analítico rutinario, la prueba de CRP se utiliza en las revisiones de salud regulares, y en el diagnóstico, el seguimiento de tratamientos y la predicción de la evolución de enfermedades inflamatorias. En este artículo se indican los puntos clave para utilizar la CRP en la clínica diaria proporcionando información actualizada y ejemplos prácticos, siguiendo el consenso establecido hace unos años sobre el uso de la proteína C reactiva en animales de compañía basado en siete puntos 1.
Cualquier método que se utilice en la determinación de la CRP debe estar validado para garantizar la fiabilidad de los resultados. Actualmente existen varios fabricantes que ofrecen métodos acreditados y específicos de perros para realizarlos en la propia clínica, además de los servicios externos de laboratorios de patología clínica comerciales. Aunque algunas pruebas de medicina humana pueden no ser adecuadas para perros, existen otras pruebas que se pueden utilizar y representan un método más económico de determinar la CRP 2. En todo caso, siempre es recomendable que la estandarización de la prueba (utilizando proteína purificada o pools de suero de fase aguda) y las muestras de control sean de origen canino.
Para la medición de la CRP se puede utilizar suero, EDTA o plasma heparinizado y, dado que la proteína es bastante estable, las muestras se pueden refrigerar durante varios días o congelar a largo plazo. Es importante conocer el efecto de la hemólisis, la lipemia y la bilirrubinemia en los resultados obtenidos por el método que se está usando, ya que estos factores pueden influir de diferente manera dependiendo del método utilizado. En el laboratorio de los autores, el intervalo de referencia actual para la CRP en perros sanos es 0-12 mg/l, y aunque este rango puede variar entre laboratorios, no suele ser superior a 20 mg/l. La CRP no se ve afectada significativamente por la edad o el sexo, pero en perras gestantes se produce un aumento de la concentración de CRP a los 21 días después de la fecundación, coincidiendo con el momento de la implantación embrionaria.
Las proteínas de fase aguda que experimentan un aumento de su concentración tras un estímulo inflamatorio se denominan PFA POSITIVAS, mientras que las que disminuyen se denominan PFA NEGATIVAS (Figura 1).
Las PFA positivas se clasifican a su vez en principales y moderadas: en el perro, las PFA principales son la CRP y el amiloide A sérico (SAA). Los niveles de estas proteínas son muy bajos en los animales sanos y su concentración puede aumentar entre 10 y 100 veces cuando se estimulan. Las PFA moderadas incluyen la haptoglobina (Hp), la ferritina y el fibrinógeno. Sus concentraciones aumentan entre 2 y 10 veces tras la estimulación. Las PFA principales muestran un rápido aumento de concentración seguido de un descenso marcado que suele tener lugar en cuestión de horas, mientras que las PFA moderadas tardan más en aumentar y volver a sus niveles normales.
La albúmina y la paraoxonasa-1 (PON-1) son ejemplos de PFA negativas. Durante la inflamación, la concentración sérica de albúmina disminuye. Esto puede deberse a que la albúmina es la proteína más abundante en el suero, y su disminución puede favorecer la síntesis de otras proteínas relacionadas con la inflamación. La PON-1 tiene una función antioxidante y su disminución en los procesos inflamatorios se debe posiblemente al estrés oxidativo asociado.
El principal motivo por el que se determina la concentración de CRP es para confirmar o descartar un proceso inflamatorio o infeccioso. Aunque el parámetro más utilizado para detectar la inflamación es el recuento de glóbulos blancos (GB), lo ideal sería determinar e interpretar al mismo tiempo la CRP. Además, la CRP ofrece varias ventajas respecto al valor de los GB en cuanto a la detección y valoración de la gravedad de la inflamación, particularmente por su mayor sensibilidad. Por ejemplo, se ha descrito una mayor sensibilidad de la CRP en casos de babesiosis (Figura 2) 3 o en diversas intervenciones quirúrgicas 4 y cuando hay una disminución de la actividad de la médula ósea. Además, la CRP, a diferencia de los GB, es muy estable y las muestras se pueden almacenar por periodos largos de tiempo.
Aunque la elevación de la CRP es útil para detectar la inflamación en el perro, es importante señalar que un nivel dentro del intervalo de referencia también es un hallazgo clínico significativo, ya que sugiere la ausencia de un proceso inflamatorio o infeccioso agudo no siendo necesario incluir posibles causas de estas situaciones en el diagnóstico diferencial. La CRP, además de utilizarse para detectar o descartar la inflamación, puede proporcionar información adicional tal y como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1. ¿Qué información puede aportar la CRP además de detectar la inflamación?
Información adicional | Ejemplos |
Evaluar la gravedad de la inflamación o la enfermedad inflamatoria. Esto se debe a que los aumentos de la CRP suelen estar relacionados con la magnitud de la inflamación. |
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Un aumento de la CRP en situaciones en las que suele estar dentro del intervalo de referencia puede indicar la presencia de complicaciones o de una forma grave de la enfermedad. |
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José Cerón
Aunque la CRP no permite identificar la causa de la inflamación, debido a su naturaleza inespecífica, la magnitud del aumento puede ayudar a limitar la lista de posibilidades y a orientar el diagnóstico (Tabla 2; Figura 3). Debido a este hecho, la determinación de la CRP tiene numerosas aplicaciones prácticas tal y como se muestra en la Tabla 3. Además, es importante señalar que existen situaciones en las que la CRP puede ayudar significativamente a diferenciar entre posibles etiologías como, por ejemplo:
Tabla 2. Interpretación clínica de la magnitud del aumento de la CRP sérica en perros 11).
CRP (mg/l) | Comentario |
0-12 | Normal (el intervalo de referencia puede variar en función del laboratorio) |
12-20 | Ligero aumento de valor diagnóstico incierto:
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20-39 |
Aumento:
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40-100 |
Aumento significativo:
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> 100 |
Inflamación severa:
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Tabla 3. Posibles aplicaciones de la CRP para acotar la lista de diagnósticos diferenciales y orientar el diagnóstico.
Aplicación y explicación | Ejemplos |
Sospecha de sepsis o trastorno inmunomediado: Valores de CRP > 100 mg/l suelen asociarse con SIRS, y si el cultivo bacteriano es positivo podrían indicar sepsis o un trastorno inmunomediado. |
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Sospecha de una causa infeccioso-inflamatoria: Cuando los signos clínicos pueden deberse tanto a causas inflamatorias como no inflamatorias, un nivel de CRP por encima del intervalo de referencia indica una posible causa infecciosa-inflamatoria. |
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Este apartado solo hace referencia a la determinación de la CRP como prueba independiente, pero a continuación en este artículo se comentan otros ejemplos de su utilidad cuando se combina con otras PFA para identificar la causa de determinados trastornos.
El restablecimiento de los valores de CRP a los niveles normales en enfermedades infecciosas o inflamatorias indica que el perro está respondiendo al tratamiento y conlleva un buen pronóstico. Esto se ha demostrado en numerosas enfermedades inflamatorias, como la pancreatitis aguda, en la que la CRP puede ser una herramienta útil para monitorizar la progresión clínica y la respuesta al tratamiento 19. Se ha demostrado que la CRP refleja mejor que los GB la evolución de la inflamación tras el tratamiento en afecciones como la poliartritis inmunomediada, indicando periodos de recaída y remisión de la enfermedad 20. Algunos ejemplos de interpretación en estas situaciones son:
La elevada sensibilidad y la rápida respuesta de la CRP al ser estimulada, permiten detectar la inflamación subclínica al producirse cambios en las PFA antes de que se desarrollen los signos clínicos. Por lo tanto, la determinación de esta proteína es muy útil en las revisiones de salud rutinarias, ya que la elevación de las PFA en un animal aparentemente sano puede indicar la presencia de una enfermedad subclínica o predecir el desarrollo de una enfermedad activa en un futuro próximo. Por ejemplo, en un estudio en perros con infección por Babesia gibsoni, se encontró un aumento de la CRP a pesar de la ausencia de signos clínicos evidentes o de parasitemia 22. Del mismo modo, se ha descrito la elevación de la CRP en perros asintomáticos con infección por Leishmania infantum, y cabe suponer que estos animales podrán desarrollar signos clínicos en una fase posterior 23.
La observación de divergencias entre las PFA principales y moderadas puede proporcionar información clínica útil, por lo que, si es posible, se recomienda incluir en el perfil del laboratorio al menos una PFA principal y una PFA moderada. El término “divergencia” hace referencia a situaciones en las que los valores de PFA no cambian como era de esperar en presencia de un estímulo inflamatorio. Algunos ejemplos son:
Asta Tvarijonaviciute
La proteína C reactiva es una herramienta diagnóstica útil en la clínica veterinaria diaria que se puede incorporar tanto en la investigación diagnóstica de animales enfermos como en las revisiones de salud rutinarias. Esperamos que este artículo ayude tanto a los veterinarios que ya utilizan la CRP para que maximicen sus beneficios, como a aquellos que no están familiarizados con la CRP para que consideren sus aplicaciones. 1.
Declaración de conflicto de intereses; Ninguno de los autores tiene una relación financiera o personal con otras personas u organizaciones que pudiera influir de forma inapropiada o sesgar el contenido del artículo. |
AgradecimientosLos autores quieren dedicar este trabajo al Dr. Marco Caldin, como pionero y referente en el estudio de la utilidad de la CRP en la clínica canina; su visión, conocimientos y legado son una fuente continua de inspiración para los autores y otros muchos investigadores en este campo. Los autores también desean agradecer a Silvia Martínez-Subiela su asesoramiento y ayuda en la preparación de este artículo. |
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José Cerón
El Dr. Cerón es catedrático de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia y diplomado por el European College of Veterinary Clinical Pathology Leer más
Asta Tvarijonaviciute
La Dra. Tvarijonaviciute es profesora titular y miembro del Servicio de Medicina Interna de Pequeños Animales en el Hospital Veterinario de la Universidad de Murcia Leer más
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La obtención de muestras de sangre para evaluar la función hepatica es un procedimiento rutinario en la clínica veterinaria, pero la interpretación de los resultados de los análisis puede ser más difícil de lo que parece.
El hígado es un órgano complejo y los biomarcadores que utilizamos para evaluar la función hepática pueden solaparse en términos de valor predictivo y utilidad clínica.
Aunque la obtención de muestras de sangre para el posterior análisis hematológico, es un procedimiento muy habitual en las clínicas de pequeños animales, el veterinario debe ser consciente de los diversos factores que pueden influir en los resultados obtenidos.