Tratamiento
El tratamiento de la pioderma superficial puede ser tópico o sistémico, o una combinación de ambos. Dado el aumento de la resistencia a los antimicrobianos, se ha promovido el uso de tratamientos tópicos en lugar de los sistémicos 10. En un estudio no se observó ninguna diferencia entre el tratamiento de la pioderma superficial canina con un antimicrobiano sistémico (amoxicilina-ácido clavulánico) y el tratamiento con un champú y soluciones tópicas de clorhexidina durante un periodo de 4 semanas 15.
Tratamiento tópico
Históricamente el tratamiento tópico se ha infrautilizado en los casos de pioderma superficial 1, pero una de las ventajas de este tratamiento es que se consigue una mayor concentración de fármaco que con el tratamiento sistémico. Además, como se aplica directamente sobre la piel, la concentración del fármaco no se ve disminuida por el metabolismo. Cuando se opta por el tratamiento tópico, es necesario tomar dos decisiones:
- qué agente activo se va a utilizar, y
- cuál es la presentación del producto ideal para la situación.
En cuanto a los agentes activos, la clorhexidina se encuentra ampliamente disponible y es el más utilizado. Se puede encontrar en diferentes concentraciones (2-4%) y, a veces, en combinación con un antifúngico, como el miconazol, el ketoconazol o el climbazol. Existen estudios que demuestran que la concentración de clorhexidina no está directamente relacionada con la eficacia; por ejemplo, un champú con clorhexidina al 4% no es superior a otro con un 2% de clorhexidina y un 2% de miconazol. Se ha demostrado que la clorhexidina es igual de eficaz para el SPRM que para el SPSM, y aunque la resistencia a la clorhexidina es un motivo de preocupación frecuente, no hay evidencias que sugieran que este sea un problema clínicamente relevante 16.
El peróxido de benzoilo y el lactato de etilo son los siguientes agentes activos más frecuentes, después de la clorhexidina. El peróxido de benzoilo ha demostrado ser eficaz para el tratamiento de la pioderma superficial, pero las presentaciones disponibles son significativamente limitadas. En algunos estudios se han obtenido diferentes resultados en cuanto al éxito del tratamiento, pero hay que tener en cuenta que para demostrar la verdadera actividad del peróxido de benzoilo se necesitan estudios in vivo, ya que al interactuar con la piel se producen radicales de oxígeno altamente reactivos, que son muy potentes contra las bacterias. El lactato de etilo es similar al peróxido de benzoilo en múltiples aspectos, pero su presentación también es limitada y, al igual que con el peróxido de benzoilo, se necesitan estudios in vivo para demostrar la verdadera actividad de este agente, puesto que es necesaria la interacción cutánea para que se hidrolice en etanol y ácido láctico 16.
Algunos de los agentes activos más recientes que han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la pioderma superficial son el hipoclorito sódico, el peróxido de hidrógeno acelerado, los compuestos de plata y los aceites esenciales o extractos de plantas. La lejía diluida, que tiene como principio activo el hipoclorito sódico, ha demostrado ser eficaz contra S. pseudintermedius 16, y también parece tener una buena tolerancia en la piel cuando se diluye hasta el 0,005% en perros sanos 17. El hipoclorito de sodio está disponible en algunos países como champú y combinado con ácido salicílico. El peróxido de hidrógeno acelerado también ha demostrado su eficacia y se encuentra como champú. Los compuestos de plata resultan interesantes cuando se utilizan en combinación con otros agentes activos como la clorhexidina y existen varios productos disponibles. Algunos aceites esenciales y extractos de plantas se incorporan en productos tópicos para ayudar a la resolución o prevención de la pioderma 16.
La variedad de presentaciones disponibles para los tratamientos tópicos incluye champús, sprays, toallitas, espumas, enjuagues, acondicionadores, geles, cremas y pomadas. Una manera de decidir la presentación más adecuada es teniendo en cuenta la extensión de las lesiones, si son generalizadas, localizadas o focales. Si la pioderma es generalizada, lo ideal sería utilizar champús, sprays, espumas, enjuagues y acondicionadores. Para las lesiones localizadas o focales, las toallitas, los geles, las cremas y las pomadas son buenas opciones. Los champús son, con diferencia, la presentación disponible con más frecuencia y con la mayor variedad de agentes activos. Los champús, sprays y espumas se suelen aplicar 2-3 veces a la semana hasta 7 días después de la resolución de las lesiones, manteniendo el champú en contacto con la piel 10 minutos antes del aclarado. Las toallitas, geles, cremas y pomadas se deben utilizar a diario 1.
Por último, la energía por luz fluorescente es una técnica novedosa que recientemente se ha utilizado en casos de piodermas superficiales y profundas. Esta tecnología combina la luz fluorescente con cromóforos presentes en un gel para producir fotones a diferentes longitudes de onda y penetrar más profundamente en la piel. De esta manera se altera la actividad biológica, promoviendo la reparación cutánea y aumentando la actividad antimicrobiana. Se ha demostrado que esta técnica utilizada como monoterapia en casos de pioderma superficial es eficaz en la resolución de las lesiones clínicas y disminuye el tiempo de tratamiento necesario en comparación con los antimicrobianos sistémicos 18.
Tratamiento sistémico
Actualmente se recomienda que la duración del tratamiento antimicrobiano sistémico de las piodermas superficiales sea de 21 días o de 1 semana más tras la resolución de las lesiones clínicas, mientras que en el caso de las piodermas profundas, el tratamiento es de 6 semanas o 2 semanas más tras la resolución clínica. Estas recomendaciones se siguen evaluando y podrían cambiar en el futuro. En el caso de la pioderma profunda es necesario instaurar un tratamiento sistémico, ya que es poco probable que el tratamiento tópico llegue a la zona infectada. Se han elaborado unas guías para seleccionar los antimicrobianos que se pueden utilizar en las piodermas superficiales, teniendo en cuenta varios niveles (Tabla 1). Los antimicrobianos de primer nivel son los que están recomendados como tratamiento empírico en ausencia de cultivo. Las cefalosporinas de tercera generación se sitúan en una zona gris entre el primer y el segundo nivel, puesto que la resistencia antimicrobiana de los microbios gramnegativos en lugares distantes es un motivo de preocupación. Los antimicrobianos de segundo nivel no se deben utilizar a menos que se haya realizado un cultivo, con un antibiograma que demuestre que la elección es apropiada. Los antimicrobianos de tercer nivel no se deben utilizar a menos que no haya otra opción para tratar la infección, ya que su uso está reservado al ámbito de la medicina humana. Como las piodermas superficiales se pueden tratar de forma tópica, los antimicrobianos de tercer nivel no están recomendados en estos casos; su uso se reserva para las piodermas profundas que requieren tratamiento sistémico 1.
En un estudio en Estados Unidos se analizó la evolución en el tiempo de la resistencia a los antimicrobianos entre los años 2010 y 2021. Se observó un aumento significativo de la resistencia a la clindamicina, amoxicilina-ácido clavulánico, oxacilina, cefoxitina, cefpodoxima, tetraciclina, cloranfenicol, eritromicina, marbofloxacina y gentamicina. Los dos únicos antimicrobianos evaluados que no mostraron un aumento de resistencias durante ese periodo fueron la cefalotina y las sulfonamidas 10. Este hecho demuestra la necesidad de seguir unas directrices o guías sobre la administración de antimicrobianos y de hacer un uso responsable de los antimicrobianos sistémicos, tal y como se indica en el sistema de niveles.
Tabla 1. Niveles de antimicrobianos sistémicos.
Estado del portador
Una vez resuelta la pioderma es importante tener en cuenta que hay muchas probabilidades de que la flora normal contenga el microorganismo tratado; en un estudio se encontró que casi la mitad (45,2-47,6%) de los perros con pioderma por SPRM presentaban SPRM en la piel o en otras localizaciones portadoras tras la resolución de la infección 19. Casi igual de alarmante es que después de tratar con éxito a perros con pioderma por SPSM, en el 38,3% de los casos se detectó SPRM en la piel o en localizaciones portadoras 19. Los perros con SPRM no se pueden descolonizar con éxito, a diferencia de las personas con SARM. Además, se ha demostrado que cuando los perros asintomáticos están en contacto con perros infectados el porcentaje de positivos a SPRM es similar (67,4% frente al 66,7%), lo que demuestra el potencial de transmisión bacteriana en perros que conviven en el hogar 20. En este estudio se observó que el estado de portador de SPRM se mantuvo de forma intermitente hasta 10 meses después de la infección, lo que justifica la realización de cultivos en animales con pioderma que hayan sido positivos a SPRM en el último año.