Antimicrobianos: del beneficio al riesgo
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Número de edición 30.2 Otros artículos científicos
Fecha de publicación 15/10/2020
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Pasear al perro puede parecer algo normal, que forma parte de las obligaciones que conlleva su cuidado, pero puede haber mucho más detrás, tal y como lo explica Carri Westgarth en este artículo.
Pasear al perro es un factor clave que contribuye de forma positiva a los niveles de actividad física del ser humano y se debería promover.
Los propietarios se desmotivan si la experiencia del paseo no es agradable o no pueden acceder a lugares adecuados para pasear.
Una de las barreras para salir a pasear es la percepción errónea de que los perros pequeños necesitan menos ejercicio que los grandes, sin tener en cuenta que la raza también influye.
En un ensayo reciente se ha observado que, aumentando solo el ejercicio, no se consigue una pérdida de peso significativa en perros con sobrepeso, mientras que con la restricción calórica se logra este objetivo.
La actividad física es conocida como la "mejor inversión para la salud pública" 1, ya que influye en muchas de las causas, tanto físicas como psicológicas, de morbilidad y mortalidad; como las enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, varios tipos de cáncer y la salud mental 2 3. Se recomienda que las personas adultas dediquen al menos 150 minutos a la semana a realizar una actividad física de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, pero solo el 75% sigue estas recomendaciones y este porcentaje es todavía menor en el caso de mujeres, jóvenes, adultos mayores y en países con rentas más altas 4. Caminar es la actividad física más recomendable, por ser la más segura y asequible, y se está realizando un considerable esfuerzo desde los organismos oficiales para fomentar que las personas dediquen más tiempo en su vida diaria a esta actividad 5.
Podría decirse que el motivador de actividad física más poderoso que conocemos ya se encuentra en muchos hogares. En varios estudios de diferentes países se ha observado que existe una asociación transversal entre tener perro y el aumento de actividad física 6. En un estudio reciente en el Reino Unido se ha encontrado que el 87% de los propietarios sigue las recomendaciones respecto a la actividad física, mientras que este porcentaje es del 63% en el caso de las personas que no tienen perro 7. Sin embargo, la cuestión que puede plantearse es si tener perro favorece que las personas sean más activas o si las personas más activas son las que eligen tener perro; esto último se ha apoyado en algunos estudios longitudinales 6 8. Este aumento de ejercicio puede deberse a que, si tienes perro, los paseos son más frecuentes y más largos, sin que existan evidencias de que el paseo con el perro sustituya a otras formas más intensas de actividad 7. No obstante, el número de paseos con el perro parece estar más relacionado con la cultura o el país, ya que la frecuencia es menor en Norteamérica y Australia respecto al Reino Unido, lo que puede deberse a diferencias climatológicas o meteorológicas 7. Afortunadamente, el mal tiempo no desmotiva tanto a los propietarios de perros como a los que no tienen perro (Figura 1) 9, lo que explica en parte, por qué las personas con perro son tan activas frente a sus homólogas sin perro, especialmente en el Reino Unido. También hay que tener en cuenta la calidad del paseo; estar sentado en el parque mientras el perro corre alrededor (Figura 2) realmente, no es "pasear”. Aun así, un estudio ha sugerido que el paseo consta de un 78% de actividad moderada y un 4% de actividad intensa, lo que claramente es beneficioso para la salud 10.
La actividad física también es importante para el perro, tanto para su salud física como para su estimulación mental. Aproximadamente, el 50% de las mascotas caninas tiene sobrepeso 11 12 y, como la obesidad es consecuencia del desequilibrio a largo plazo entre el aporte y el gasto de energía 13, se puede creer que la solución para perder peso simplemente consiste en hacer más ejercicio. Sin embargo, en un reciente ensayo controlado aleatorio se observó que el aumento de actividad física no conducía por sí solo a una pérdida de peso significativa, mientras que con la restricción calórica sí se lograba 14. Al igual que en el ser humano, para perder peso no es suficiente con pasear un poco más 15. Si tenemos esto en cuenta, incrementar los paseos probablemente sea beneficioso para muchos perros, pero en caso de sobrepeso, esta actividad no debe reemplazar a la modificación dietética.
Aunque en términos generales, los propietarios son físicamente más activos, sigue habiendo muchas personas que no pasean con su perro tanto como deberían o podrían. En un estudio de revisión se sugirió que solo el 60% pasean con su perro una media de 4 veces a la semana (durante un total de 160 minutos), lo que respalda la importancia de crear iniciativas, en beneficio de la salud pública, que promuevan que las personas salgan a pasear con sus perros con más frecuencia 8. Se han identificado varios factores que pueden estar asociados con una mayor o menor voluntad de pasear, pero la evidencia más sólida está relacionada con el tipo de relación entre el ser humano y el perro; algunas relaciones son mejores que otras para conseguir aprobación social, motivación y obligación de pasear al perro 16. En recientes encuestas y observaciones exhaustivas en las que se ha preguntado a los propietarios los motivos para pasear con sus perros y cómo deciden la frecuencia de estos, se encontró que, si sentían una estrecha relación bidireccional con su perro, se creaba un mayor sentido de responsabilidad por satisfacer la necesidad percibida por él de hacer ejercicio 17. Aunque consideran que los paseos son una actividad principalmente “para el perro”, está claro que para ellos también es una forma de aliviar el estrés y relajarse 18. Tal y como dijo un propietario;
"No solo se trata de la actividad física que te proporciona, sino también del beneficio mental. Mi amiga que no tiene perro, viene a pasear con nosotros y dice que es imposible sentirse deprimida después de ver a los perros correr y disfrutar”.
En estudios cuantitativos se ha indicado que los motivadores intrínsecos (p. ej., disfrutar de la actividad) para pasear al perro parecen ser más importantes que los motivadores extrínsecos (p. ej., evitar otras consecuencias como el sentimiento de culpabilidad) 19. La clave para disfrutar de esta actividad es el placer indirecto que se experimenta al observar al perro pasarlo bien, generalmente sin correa (Figura 3). Por tanto, para facilitar que el propietario disfrute del paseo y esté motivado es esencial que tenga acceso a áreas donde los perros puedan estar sueltos.
Se ha visto en repetidas ocasiones una asociación entre el tamaño del perro y la supuesta necesidad de pasear 20 o la motivación para pasear 21, de forma que si el perro es de pequeño tamaño la probabilidad de pasear es menor que si es grande. Sin embargo, el tamaño es un baremo poco preciso y la actividad física varía mucho dependiendo de la raza 22, encontrándose justamente que algunas de las razas que realizan menos ejercicio son de tamaño grande (Recuadro 1). La percepción de que los perros pequeños, o determinadas razas, necesitan menos ejercicio constituye una barrera para salir a pasear con el perro y es un tema que se debe abordar 18.
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El comportamiento del perro también puede ser causa de desmotivación para pasear y principalmente se debe a dos circunstancias:
En estas situaciones es fácil que el propietario ponga la excusa de que su perro es nervioso o perezoso y que “lo mejor para él” es no salir a pasear 18. Particularmente, cuando se pasean varios perros se pueden generar más conflictos 20 y otra causa de desmotivación es pensar que el perro es mayor, está enfermo o tiene demasiado sobrepeso 21. La posibilidad de delegar el paseo del perro en otra persona también puede desalentar al propietario, porque es más fácil que otro lo haga por él. 21. Recientemente, tanto en estudios cuantitativos 18 como cualitativos 23, se ha indicado la importancia de establecer una rutina para pasear con el perro. Por último, pero no menos importante, el fácil acceso a áreas verdes para pasear también es un factor decisivo 24 25, lo que pone de manifiesto la importancia de las normativas y de la distribución de estas áreas en el diseño del vecindario para promover la actividad física (Figura 4).
Como profesional veterinario, cuyo conocimiento es valorado por los propietarios, puedes ayudar a promover los paseos con el perro de diferentes maneras, además no solo será beneficioso para tus pacientes, sino también para tus clientes:
Carri Westgarth
En el mercado existen muchos tipos de arneses y collares de cabeza que pueden ayudar a contener al perro, pero no son mágicos (tal y como muchos propietarios creen). El perro sigue necesitando entrenamiento, pero el aprendizaje es más sencillo con estas herramientas. Los mejores collares de cabeza y arneses son los que se fijan al hocico y consiguen el efecto de “dirección asistida”, permitiendo dirigir al perro durante el entrenamiento (Figura 5). Los collares de estrangulamiento, en realidad pueden enseñar al perro a tirar (al intentar liberarse del dolor) y se deben evitar. Los arneses en los que la correa se sujeta a la espalda del perro también se deben evitar, puesto que con ellos el perro tendrá más fuerza para tirar con sus hombros.
Carri Westgarth
¿Qué pasa si el propietario no puede pasear con su perro? A veces, puede resultar complicado dar un paseo largo, por ejemplo, debido a limitaciones de salud. En primer lugar, se les debe recomendar que consulten con su médico sobre el nivel de actividad más adecuado para ellos y, probablemente, podrán pasear en cierta medida. En segundo lugar, en vez de aconsejarles únicamente que alguien externo se encargue de pasear al perro, si ellos mismos no pueden proporcionarle el nivel de actividad adecuado, ofréceles la opción de realizar otras actividades con su perro, como agility, el entrenamiento de obediencia, aprender trucos o jugar. Realizar juntos alguna actividad es mucho mejor que no hacer nada.
Pasear con el perro es beneficioso para la salud y el bienestar, tanto de los perros como de los propietarios, por lo que es una actividad que se debe promover. Algunas estrategias para incrementar los paseos incluyen abordar problemas de comportamiento y entrenamiento para hacer que las caminatas sean más agradables para las personas, desafiando las percepciones de las necesidades de ejercicio de los perros pequeños, enseñando a los propietarios a adquirir el hábito de pasear y promoviendo la creación de espacios donde se pueda pasear al perro sin correa. Sin nuestras mascotas, el nivel de actividad física de la población sería menor y, por tanto, la salud física y mental sería peor.
Carri Westgarth
La Dra. Westgarth es profesora titular de Interacción Humano-Animal en la Universidad de Liverpool con especial interés en la investigación sobre las relaciones Leer más
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