Revista veterinaria científica internacional para el profesional de los animales de compañía
Veterinary Focus

Número de edición 32.1 Otros artículos científicos

Cómo prevenir problemas de comportamiento en cachorros

Fecha de publicación 22/06/2022

Escrito por Jon Bowen

Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , Português , English y ภาษาไทย

Aunque muchos propietarios se equivocan al elegir un cachorro, Jon Bowen identifica algunos factores clave que pueden ayudar a que se convierta en un gran miembro de la familia.

La introducción de un cachorro en su nuevo hogar se debe realizar en torno a las 8 semanas de edad

Puntos clave

Los problemas de comportamientos son un motivo constante e importante de eutanasia.


Los veterinarios deben trabajar de forma proactiva con los criadores para adoptar buenas prácticas de selección y cría, así como para fomentar la vacunación temprana.


El temperamento y la personalidad de un perro son fruto de la interacción entre la genética y las primeras experiencias, por lo que es vital que estas sean lo más positivas posible.


Los veterinarios deben aconsejar a los propietarios de cachorros sobre las mejores fuentes de información y ayudarles a entender cómo educar a su nueva mascota para que tenga un buen comportamiento de adulto.


Introducción

A pesar de los avances en nutrición y en los cuidados veterinarios, que han permitido mejorar la salud de los perros en estos últimos años, los problemas de comportamiento siguen siendo una causa constante e importante de muerte en esta especie. Según los resultados de un estudio a gran escala, la causa de muerte más frecuente en perros de menos de tres años de edad son los problemas de comportamiento 1. En este grupo de edad, casi el 34% de las muertes se atribuyeron a problemas de comportamiento y la probabilidad de morir fue 1,4 veces mayor en machos que en hembras. Esos datos se obtuvieron de clínicas veterinarias de Reino Unido entre los años 2009 y 2014 y, más recientemente, entre el año 2013 y 2018, se recopilaron datos de clínicas de Australia y se analizaron con la misma metodología, obteniendo cifras similares, con un porcentaje de muertes por problemas de comportamiento en perros menores de tres años del 29,7% 2. En ambos países, la agresividad fue la causa de muerte por problemas de comportamiento más frecuente (Figura 1).

los problemas de comportamiento representaban el 30% de los motivos de eutanasia en perros

Figura 1. En un estudio realizado en Australia, durante un periodo de cinco años, se encontró que los problemas de comportamiento representaban el 30% de los motivos de eutanasia en perros de menos de 3 años de edad, siendo la agresividad el problema más frecuente.
Crédito: Shutterstock

El elevado porcentaje de eutanasias es la punta visible del iceberg de todos los trastornos relacionados con los problemas del comportamiento en perros. Aunque no hay duda de que esta estadística es preocupante, la eutanasia es solo un posible punto final para los perros con problemas de comportamiento y normalmente solo se considera en los casos más graves. Los propietarios también tienen la opción de realojar o tratar a los perros afectados, o de adaptar su estilo de vida a los problemas de comportamiento, pero todas estas alternativas conllevan una carga emocional, económica o de tiempo.

Los problemas de comportamiento están ampliamente reconocidos como una de las principales causas de abandono, tal y como indican numerosos estudios y estadísticas anuales de asociaciones que promueven la adopción y el bienestar animal. Además, los problemas de comportamiento también suponen un coste elevado en términos de fondos públicos y bienestar animal. Aunque el tratamiento es una opción, para que sea aceptado y tener éxito es necesario que el propietario esté muy motivado y bien informado y que reciba el asesoramiento adecuado sobre dónde obtener ayuda eficaz. Desgraciadamente, en el estudio de Australia 2 se descubrió que en el 82,8% de los perros eutanasiados, no se realizó ninguna otra intervención y la media de edad a la que aparecieron los primeros signos de problemas de comportamiento en estos animales fue de aproximadamente 11 meses. Esto indica que es frecuente pasar por alto las oportunidades de solucionar los problemas de comportamiento. Con las protectoras saturadas y los propietarios sin el apoyo necesario, muchas veces se opta por simplemente seguir conviviendo con perros problemáticos. Esta opción supone un peligro para las personas, daña al vínculo humano-animal y a todos los efectos beneficiosos para la salud física que derivan de esta relación y afecta a la calidad de vida tanto de los propietarios como de los perros.

Teniendo en cuenta todo lo que sabemos sobre las consecuencias de los trastornos del comportamiento para las personas y las mascotas, ¿por qué seguimos sin controlar estos problemas? La razón principal probablemente sea porque no prestamos suficiente atención a la prevención. Esto significa que los criadores, por su parte, deberían seleccionar correctamente a los perros con los que van a criar y proporcionar un entorno en el que se favorezca el cuidado maternal, así como la socialización y la familiarización tempranas. Los propietarios, por su parte, deberían saber cómo elegir un cachorro y, después, dedicarle mucho tiempo y energía a la continua socialización y familiarización; esto implica comprender los estados emocionales y las motivaciones de los cachorros, proporcionarles una buena calidad de vida y educarlos adecuadamente.

Por nuestra parte, como veterinarios, deberíamos trabajar de forma proactiva con los criadores para conseguir que se adopten unas buenas prácticas de selección y cría y que se vacune de forma temprana, además deberíamos proporcionar a los propietarios las mejores fuentes de información disponibles y comprender la interacción entre la prevención de enfermedades y el desarrollo comportamental de los cachorros. En este artículo, por cuestiones de espacio, no se abordan todas estas cuestiones, pero se tratan los aspectos que el autor considera que son un buen punto de partida, ya que pueden marcar una gran diferencia. En primer lugar, es útil repasar las etapas del desarrollo del cachorro y su relación con las prácticas de cría y acogida.

Etapas de desarrollo

La Figura 2 muestra una línea cronológica de las etapas de desarrollo del cachorro y de los momentos importantes desde el punto de vista práctico. Los cachorros de menos de 3 semanas carecen de movilidad y los principales estímulos sensoriales a los que responden son táctiles y olfatorios. Posteriormente, los cachorros se vuelven más activos a medida que el sistema sensorial y locomotor se desarrollan. Este es el denominado “periodo sensible” del desarrollo, también conocido informalmente como “periodo de socialización”. Durante este periodo los cachorros son cada vez más independientes de sus figuras de apego (su madre o personas con las que se sienten seguros) y se vuelven más inquisitivos y exploradores. Aunque el periodo sensible puede extenderse hasta las 12-14 semanas de edad, a efectos prácticos de socialización y habituación es preferible asumir que finaliza a las 12 semanas.

Línea cronológica de las etapas de desarrollo del cachorro

Figura 2. Línea cronológica de las etapas de desarrollo del cachorro. Los colores más oscuros indican los cambios que se producen durante el desarrollo y los colores más claros, las posibles intervenciones para obtener mejores resultados.
Crédito: Jon Bowen

Desde el nacimiento y hasta las 10 semanas de edad, el sistema nervioso central (SNC) del cachorro experimenta un amplio proceso de mielinización y organización 3. Esto es parte del proceso de desarrollo por experiencias-expectante: el cerebro de los animales jóvenes se prepara de antemano para recoger determinada información que se espera que esté presente en el entorno durante el desarrollo y que es necesaria para la adecuada maduración del cerebro 4. Un ejemplo bien conocido es el del desarrollo de la visión en los gatos. Si a un gatito se le impide la visión de un ojo durante tan solo 3-4 días en los primeros 3 meses de vida, se produce una disminución persistente, y en la mayoría de los casos irreversible, del número de neuronas de la corteza visual que responden al ojo privado de la visión. La privación visual durante periodos más largos puede provocar la pérdida permanente de la visión en gatitos, aunque dicha privación en un gato adulto no tiene ningún efecto 5. Este mismo proceso se puede aplicar a toda la información y experiencias a las que se expone un cachorro o un gatito, de modo que, si falta algo en las primeras semanas de vida, pueden producirse déficits funcionales permanentes. Por este motivo el periodo sensible es tan importante para el desarrollo del comportamiento normal de los cachorros. Al final de este periodo, el SNC se transforma en una representación neuronal de las experiencias del cachorro hasta ese momento, en la que se podrá integrar nueva información en un futuro.

Una vez finalizado el periodo de sensibilidad, se produce un aumento progresivo de la neofobia; los cachorros mostrarán miedo y evitarán determinados estímulos desconocidos y pueden mostrar ansiedad en entornos más complejos de lo que están acostumbrados o con muchos estímulos desconocidos. Incluso los cachorros bien socializados y habituados pueden mostrar estos signos en algunas situaciones, pero serán más resilientes y estarán mejor preparados para afrontarlas.

Jon Bowen

Para que un cachorro se convierta en un adulto emocionalmente estable y con un comportamiento adecuado, las experiencias y los estímulos a los que esté expuesto durante el periodo sensible deberán coincidir con los que se encuentre cuando sea adulto.

Jon Bowen

Selección de progenitores y cría del cachorro antes de llegar a su nuevo hogar

En el 2018 el Gobierno de Países Bajos mandó elaborar un informe sobre la prevención de las mordeduras de perro. El autor formó parte del equipo investigador utilizando el método Delphi y contando con un panel de expertos internacionales. El panel consideró y clasificó la importancia de una amplia serie de factores que contribuyen al riesgo de mordedura, incluyendo los relacionados con el propietario, el perro, la situación y el comportamiento de la víctima mordida. De los factores relacionados con el perro, el temperamento y la personalidad fueron los más importantes, seguidos de cerca por la experiencia de socialización y habituación durante la etapa de cachorro. El temperamento y la personalidad son el producto de la interacción entre la genética y las experiencias tempranas, por lo que existe un alto grado de solapamiento entre ambos factores.

Para que un cachorro se convierta en un adulto emocionalmente estable y con un comportamiento adecuado, las experiencias y los estímulos a los que esté expuesto durante el periodo sensible deberán coincidir con los que se encuentre cuando sea adulto. La mayoría de los cachorros llegan a su hogar definitivo alrededor de las 8-9 semanas de edad, aproximadamente en medio del periodo sensible. Se trata de una edad ideal, porque es el momento en el que los cachorros se vuelven más independientes, están más implicados en el entorno y todavía no ha aparecido la neofobia. Sin embargo, a esa edad los cachorros experimentan muchos cambios y, aunque a las 8 semanas la mayoría están listos para introducirse en el nuevo hogar, para algunos podría ser beneficioso estar unos días más con su madre.

Cuanto más tarde se introduzca el cachorro en el hogar, menor será el periodo de sensibilidad que transcurra con sus nuevos propietarios y mayor será el riesgo de no tener las oportunidades suficientes que compensen cualquier carencia en el entorno proporcionado por el criador (Figura 3). El criador se debe centrar en ofrecer a los cachorros un entorno atractivo y estimulante, con mucho contacto social, bien controlado, con otros perros y personas (incluyendo niños), y en exponerlos a una amplia gama de estímulos domésticos habituales, de modo que a las 8 semanas de edad estén preparados para irse a su nuevo hogar. Se debería incluir la exposición regular a grabaciones de una amplia gama de ruidos domésticos y urbanos. Proporcionar a los cachorros un entorno seguro, atractivo y estimulante que les anime a pasar más tiempo lejos de su madre también fomenta el proceso de desapego, para que adquieran mayor independencia de la madre antes de llegar a su nuevo hogar.

La introducción de un cachorro en su nuevo hogar se debe realizar en torno a las 8 semanas de edad

Figura 3. La introducción de un cachorro en su nuevo hogar se debe realizar en torno a las 8 semanas de edad, lo que permite a los propietarios centrarse en las experiencias que ayudarán al cachorro a desarrollar rasgos de comportamiento positivos.
Crédito: Shutterstock

La influencia del comportamiento maternal en el desarrollo del cachorro es un área de investigación relativamente nueva. No todas las madres proporcionan el mismo nivel de cuidados a sus cachorros; el lamido, el amamantamiento y el contacto madre-cachorro es menor en las madres primerizas que en las más experimentadas 6. Al estudiar el efecto de los cuidados maternales durante los primeros 21 días de vida del cachorro sobre su comportamiento a las 8 semanas de edad, se encontró que cuantos más cuidados maternales recibía el cachorro, mayor era su comportamiento exploratorio al quedarse solo en un entorno nuevo, menor era la tendencia a volver al recinto (es decir, a buscar a su madre) y tardaba más en aullar (un signo de estrés) 7. En general, los cachorros que recibieron más cuidados eran más seguros, independientes y curiosos. Estas características son deseables en cachorros de esa edad cuando van a introducirse en un nuevo hogar y podrían protegerlo de desarrollar problemas de comportamiento, especialmente, los relacionados con el apego (p. ej., la ansiedad por separación). Por tanto, los criadores deben elegir cruzar aquellas hembras que además de estar sanas y tener un buen temperamento, muestren un buen comportamiento maternal. Además, deben proporcionar un entorno seguro y sin perturbaciones que promueva las interacciones positivas entre la madre y sus cachorros.

También hay evidencias de que la manipulación temprana por parte del ser humano puede afectar al futuro comportamiento del perro. Por ejemplo, en un estudio se encontró que los cachorros con menos de tres semanas de edad, que fueron manipulados suavemente todos los días, mostraron en las pruebas de aislamiento realizadas a las 8 semanas de edad una mayor capacidad de permanecer sin aullar, un comportamiento más exploratorio y una vocalización más breve, que los cachorros que no fueron manipulados 8. La similitud entre estos resultados y los de los estudios sobre el cuidado maternal sugiere que ambas formas de contacto probablemente estén relacionadas con los mismos mecanismos. Se debería fomentar que los criadores manipularan suavemente a los cachorros durante las tres primeras semanas de vida, especialmente en el caso de madres inexpertas cuyos cuidados pueden no ser suficientes. Para evitar que la madre se estrese, los cachorros se pueden manipular cuando esté alejada, por ejemplo, mientras se le administra la comida.

Jon Bowen

Se debería fomentar que los criadores manipularan suavemente a los cachorros durante las tres primeras semanas de vida, especialmente en el caso de madres inexpertas cuyos cuidados pueden no ser suficientes.

Jon Bowen

Selección del cachorro y la etapa en su nuevo hogar 

Adquirir un cachorro es una decisión tan importante como cualquier otra y se debería abordar de la misma manera. Por ejemplo, cuando las personas se compran un coche se quedan con él una media de 6 a 7 años (Figura 4), y (según datos de EE.UU.), suelen tardar unas 16 semanas en decidir qué coche comprar e investigan en ello unas 100 horas 9. La mayoría de las personas están indecisas al principio y 6 de cada 10 consideran diferentes modelos de coche, visitando una media de 2-3 concesionarios. Este proceso de compra contrasta con el de un cachorro. Según un estudio realizado en el Reino Unido sobre el efecto de la pandemia en la compra de cachorros, solo el 46,7% de los compradores realizó una investigación previa y el 91,6% de los propietarios compró el perro de la raza que habían elegido al principio 10. Cuando se preguntó a los nuevos propietarios qué factores consideraban que eran importantes solo el 12% de los encuestados indicó que ver varias camadas antes de elegir el cachorro más adecuado era importante para ellos, solo el 36% pensó que era importante que el cachorro se hubiese criado en un entorno doméstico, solo el 21% indicó que era importante que el cachorro llegara a su hogar con 8-9 semanas de edad y el 40% no pensó que era importante ver a la madre (n=320) 11. Lamentablemente, los propietarios tampoco deciden un cachorro teniendo en cuenta su comportamiento o temperamento. En un estudio realizado en el 2012 en protectoras de Estados Unidos, el 27,3% de los encuestados indicaron que la apariencia fue el único motivo más importante por el que eligieron a su cachorro, mientras que solo el 11,4% indicó que el comportamiento era lo más importante 12. En pocas palabras, la gente parece pensar más en la compra de un coche que en la de un perro, y aquí es donde los veterinarios podemos ayudar a nuestros clientes.

la gente tarda 16 semanas en elegir un coche que mantendrá durante 6 años

Figura 4. Como media, la gente tarda 16 semanas en elegir un coche que mantendrá durante 6 años. Muchos propietarios, a la hora de adquirir un perro, que vivirá a su lado durante unos 14 años, toman decisiones rápidas y sin pensarlas; no comprueban el comportamiento de los progenitores del cachorro, ni ven varias camadas antes de seleccionar al ejemplar adecuado.
Crédito: Shutterstock

Deberíamos tratar de fomentar que la gente abordara la decisión de adquirir un cachorro de la misma manera que cualquier otra decisión a largo plazo, tomando decisiones basadas en factores que se saben que influyen positivamente en el resultado de la adquisición. Como mínimo, deberíamos ofrecer a los futuros propietarios una lista de reglas sencillas a seguir que les ayude a tomar una buena decisión (Tabla 1). Si se consigue que los futuros propietarios consideren varias razas posibles, aumentará la probabilidad de ver varias camadas y, así, al menos podrán investigar varias opciones en lugar de elegir un cachorro de la primera camada que vean. De este modo, podemos ayudar a evitar los problemas que suelen surgir por tomar una decisión limitada en cuanto a opciones y probablemente, la elección inadecuada del cachorro.

Tabla 1. Lista de recomendaciones a seguir para futuros propietarios.

  1. No elegir una sola raza, preseleccionar varias y hablarlo con el veterinario.
  2. Planificar ver varias camadas para elegir correctamente al cachorro en el entorno adecuado.
  3. Elegir una camada de una madre con experiencia. 
  4. Elegir una camada en la que la primovacunación se inicie antes de llegar al nuevo hogar. 
  5. No elegir al cachorro sin ver a los padres (al menos a la madre).
  6. Adquirir al cachorro que se haya criado en un entorno doméstico, que se haya socializado bien y cuyos padres no presenten problemas de comportamiento.
  7. Llevar el cachorro a casa con 8-9 semanas de edad.

El propietario es responsable de completar la socialización y la habituación del cachorro, así como el proceso de adiestramiento. Desgraciadamente, muchos propietarios no dan mucha importancia a la socialización o al adiestramiento. En una encuesta en la que se les preguntaba qué factores eran importantes para la tenencia de un perro, solo el 44% de los propietarios que recientemente habían comprado un cachorro pensaba que era importante asistir a clases de socialización, y solo el 35% pensaba que era importante que el cachorro realizara un curso de adiestramiento antes de los 6 meses de edad 11. Posiblemente no se pueda convencer a todos los propietarios de que asistan a clases de socialización y adiestramiento para su cachorro, especialmente si estos servicios no están disponibles a nivel local, pero existen páginas web con recursos que pueden ser útiles. Por ejemplo, Dogs Trust ofrece gratuitamente una serie de sonidos grabados e instrucciones de socialización en su programa “Sounds Sociable”*. En esta página web también se puede encontrar información sobre el adiestramiento inicial y sobre cómo manejar problemas de comportamiento y la educación del cachorro en casa de forma tranquila y suave, evitando el castigo.

* https://www.dogstrust.org.uk/help-advice/dog-behaviour-health/sound-therapy-for-pets

Barreras para la socialización y la habituación

La exposición regular a una amplia gama de estímulos y actividades domésticas se consigue fácilmente cuando el cachorro se cría en un entorno doméstico (ver la Figura 5). Probablemente, las exposiciones positivas superen con creces cualquier exposición ligeramente negativa que pueda producirse a partir de las 12 semanas y los estímulos en el interior de las casas son, por su naturaleza, menos ruidosos y movidos. Además, el cachorro que vive en una casa experimenta los estímulos en un entorno que ya le resulta familiar y seguro. Sin embargo, el entorno exterior incluye estímulos mucho mayores, de movimientos más rápidos y más ruidosos, como los coches, los espacios abiertos y concurridos, como las zonas comerciales y los parques. Además, el cachorro se expone a estos estímulos y situaciones lejos de la seguridad del hogar y de la base segura de su madre. El cachorro necesita tiempo para establecer un vínculo seguro con los nuevos miembros de la familia, por lo que, durante los primeros paseos al aire libre, puede sentirse nervioso y vulnerable (Figura 6). Si estas primeras salidas se producen durante el periodo sensible del cachorro, al menos no se añadirá el factor de la neofobia, pero esto dependerá de su estado de vacunación. Si las primeras vacunas se retrasan y no se completan hasta el final del periodo sensible, el cachorro puede perder la oportunidad de tener experiencias positivas del mundo exterior. Esto conlleva un riesgo significativo de desarrollar problemas de miedo, ansiedad y agresividad en la edad adulta.

La exposición durante el periodo sensible a estímulos y situaciones que se producen dentro del hogar es una consecuencia natural de la cría en casa

Figura 5. La exposición durante el periodo sensible a estímulos y situaciones que se producen dentro del hogar es una consecuencia natural de la cría en casa, pero la exposición durante dicho periodo a estímulos y situaciones del exterior dependerá de la vacunación. Cuanto antes se complete la vacunación del cachorro, más tiempo del periodo sensible estará expuesto a las situaciones externas. Las flechas verdes indican experiencias positivas, las flechas naranjas y rojas indican las experiencias más negativas.
Crédito: Jon Bowen

Por tanto, la vacunación es un aspecto esencial en la socialización y la habituación del cachorro, ya que el riesgo de enfermedades infecciosas en el animal no vacunado es una barrera para el desarrollo comportamental. Lo ideal es iniciar la primovacunación lo antes posible, con productos de rápida eficacia protectora. Por ejemplo, si las primeras vacunas se administran cuando el cachorro está con el criador, una vez en el nuevo hogar podrá salir antes al exterior. Los veterinarios también deben tener en cuenta la prevalencia local de enfermedades para sopesar el riesgo que existe para la salud del animal con el riesgo de no cumplir el objetivo de socialización y habituación.

Los primeros paseos del cachorro al aire libre pueden ser una experiencia abrumadora y deben realizarse con cuidado

Figura 6. Los primeros paseos del cachorro al aire libre pueden ser una experiencia abrumadora y deben realizarse con cuidado, ya que el cachorro puede sentirse muy inseguro y vulnerable lejos de su entorno habitual.
Crédito: Shutterstock

Manejo de las experiencias tempranas

Aunque es bien conocida la importancia de la socialización y la habituación para el desarrollo de un buen comportamiento en la edad adulta, todavía no está claro cuál es el mejor enfoque que se debe adoptar para lograr una socialización y habituación adecuadas 13. Las puppy parties o fiestas de cachorros son útiles si se organizan bien y la experiencia del mundo real es muy valiosa. Sin embargo, estas fiestas pueden resultar abrumadoras para algunas personas, sobre todo si incluyen cachorros de edades muy variadas y si la interacción social entre los cachorros no se controla bien. Además, los cachorros también pueden sentirse superados fácilmente en sus primeros paseos, al empezar a ver otras personas y perros desconocidos. La clave para manejar bien estas experiencias es que los propietarios reconozcan y respondan adecuadamente a los signos de estrés de sus cachorros. Algunos signos frecuentes de estrés son lamerse la boca, bostezar, jadear, nerviosismo, evitar algo, gemir y llorar, mostrar comportamientos defensivos (p. ej., gruñir), pérdida de apetito y no responder a órdenes. Esta es otra área de formación del propietario en la que el veterinario puede desempeñar un papel. Si los propietarios observan estos signos en su cachorro, deben alejarlo de esa situación y permitir que se calme. Si se observan los mismos signos al reintroducir al cachorro cuidadosamente en situaciones similares, se debe aconsejar a los propietarios que busquen la ayuda profesional de un etólogo.

Conclusión

Los problemas de comportamiento probablemente sean la causa de muerte que más se pasa por alto en perros jóvenes. Los problemas de comportamiento son de naturaleza multifactorial, y cuando se ven en la clínica, ya pueden ser muy difíciles de tratar. La prevención es el mejor camino, y aunque no queremos alarmar a los propietarios, los veterinarios tienen el deber de concienciar sobre los riesgos de mortalidad asociados a los problemas de comportamiento en perros jóvenes. Esta seria conversación puede ser la clave para abrir un diálogo sobre la importancia de seleccionar y criar un cachorro, y de tomar las decisiones correctas. Los veterinarios también estamos en la mejor posición para influir en los criadores fomentando las buenas prácticas de cría y la vacunación temprana para preparar adecuadamente la llegada de los cachorros en sus nuevos hogares. Si actuamos correctamente, podremos mejorar las perspectivas de muchos perros jóvenes y de sus propietarios.

Referencias

  1. Boyd C, Jarvis S, McGreevy PD, et al. Mortality resulting from undesirable behaviours in dogs aged under three years attending primary-care veterinary practices in England. Anim. Welf. 2018;27:251-262. 

  2. Yu Y, Wilson B, Masters S, et al. Mortality resulting from undesirable behaviours in dogs aged three years and under attending primary-care veterinary practices in Australia. Animals (Basel) 2021;11(2):493.

  3. Fox M. Overview and critique of stages and periods in canine development. Develop. Psychobiol. 1971;4(1):37-54.

  4. Greenough W, Black J, Wallace C. Experience and brain development. Child. Dev. 1987;58(3):539-559.

  5. Voss P. Sensitive and critical periods in visual sensory deprivation. Front Psychol. 2013;4:664. DOI: 10.3389/fpsyg.2013.00664

  6. Guardini G, Bowen J, Raviglione S, et al. Maternal behavior in domestic dogs: a comparison between primiparous and multiparous dogs. Dog Behav. 2015;1:23-33. 

  7. Guardini G, Mariti C, Bowen J, et al. Influence of morning maternal care on the behavioral responses of 8-week-old Beagle puppies to new environmental and social stimuli. App. Anim. Behav. Sci. 2016;181:137-144.

  8. Gazzano A, Mariti C, Notari L, et al. Effects of early gentling and early environment on emotional development of puppies. App. Anim. Behav. Sci. 2008;110:294-304.

  9. https://v12data.com/blog/25-amazing-statistics-on-how-consumers-shop-for-cars/. Accessed 31st Dec 2021.

  10. Packer R, Brand C, Belshaw Z, et al. Pandemic Puppies: characterising motivations and behaviours of UK owners who purchased puppies during the 2020 COVID-19 pandemic. Animals 2021;11:2500. 

  11. Bowen J. The 5 Top Behavioral Tips for New Puppy Owners. In; Proceedings, VMX, North American Veterinary Congress 2020.

  12. Weiss E, Miller K, Mohan-Gibbons H, et al. Why did you choose this pet?: Adopters and pet selection preferences in five animal shelters in the United States. Animals 2012;2:144-159.

  13. Howell T, King T, Bennett P. Puppy parties and beyond: the role of early age socialization practices on adult dog behavior. Vet. Med. (Auckl) 2015;6:143-153.

Jon Bowen

Jon Bowen

El Dr. Bowen se licenció por la Facultad de Veterinaria de Londres en 1992. Tras dedicarse durante varios años a la clínica generalista de pequeños animales, Leer más

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