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Veterinary Focus

Número de edición 33.3 Otros artículos científicos

Sarcopenia y control de peso en el perro sénior

Fecha de publicación 15/12/2023

Escrito por Matthew A. Kopke

Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , English , ภาษาไทย y Українська

La pérdida de masa muscular o sarcopenia es un problema real y frecuente en los perros mayores; este artículo describe cómo la podemos identificar y tratar.

pérdida de masa muscular

Puntos clave

La sarcopenia es la pérdida de masa muscular asociada al envejecimiento y sin patologías subyacentes (a diferencia de la caquexia) cuya causa es multifactorial. 


Al evaluar la condición muscular se debe tener en cuenta la puntuación de la condición corporal, ya que también influye en la evaluación general.


El tratamiento de la sarcopenia se basa en ejercicio, que es lo más eficaz, y dieta, pero también se están desarrollando otras opciones farmacológicas.


Las estrategias nutricionales suelen incluir una mayor ingesta de proteínas y el aporte suplementario de leucina, ácidos grasos omega-3, vitamina D y probióticos.


Introducción

La esperanza de vida en el perro varía mucho de una raza a otra, sobre todo entre razas pequeñas y grandes, por lo que no hay un punto de corte exacto a partir del cual el animal “envejezca”, y la diferenciación de las distintas etapas de la vida del perro o categorías de edad (arbitrarias) dependen de cada individuo 1. Según las recomendaciones de la AAHA del 2019 el término sénior (Figura 1) se aplica al perro que se encuentra en el último 25% de su esperanza de vida estimada 2. El término geriátrico también se utiliza con frecuencia, al igual que sénior, para designar a algunos de nuestros pacientes de edad avanzada, pero esta subcategoría todavía no se ha definido exactamente. En medicina humana, el término geriátrico engloba una subpoblación de pacientes de la categoría sénior, a menudo con múltiples afecciones médicas, incluyendo normalmente la senilidad o la demencia 3. Aunque todavía hay que perfilar su definición exacta, parece lógico diferenciar los animales geriátricos de la categoría más amplia de animales sénior, ya que sus necesidades (nutricionales y de actividad) y su manejo general son diferentes 1.

Los perros como el de esta imagen se clasifican como sénior

Figura 1. Los perros como el de esta imagen se clasifican como sénior cuando se encuentran en el último 25% de su esperanza de vida, desde el principio al final del mismo. 
© Unsplash

Por lo tanto, si esta clasificación parece ser esencial, ¿cómo podríamos definir mejor a esta subpoblación? En gerontología humana, para que un paciente se clasifique como geriátrico debe presentar al menos tres de los criterios siguientes 3:

  • Debilidad
  • Pérdida de peso
  • Movilidad lenta
  • Fatiga
  • Bajo nivel de actividad

Aunque estos criterios ayudan a diferenciar a los pacientes geriátricos de los sénior, existen otros conceptos que también se utilizan con frecuencia para describir con más detalle a esta subpoblación, ya estén relacionados con las estrategias de seguimiento o tratamiento, o con el pronóstico. Algunos de estos son: fragilidad, sarcopenia y anorexia del envejecimiento.

¿Cómo se evalúa la fragilidad?

En primer lugar, ¿qué es la fragilidad? Según una definición ampliamente aceptada, la fragilidad es la disminución de las reservas fisiológicas del organismo, que conduce a una mayor vulnerabilidad a los factores estresantes 4,5. Para evaluar la fragilidad en las personas mayores se han utilizado o propuesto más de 20 métodos, tanto cuantitativos como cualitativos. Un ejemplo de método cuantitativo es el índice de fragilidad, mientras que un método cualitativo es el que utiliza el fenotipo de fragilidad. Dada la diferente metodología, ambos tipos de métodos se consideran complementarios entre sí, más que alternativos.

El método del fenotipo de fragilidad que se utiliza en las personas se basa en la evaluación de cinco componentes 4:

  • Desnutrición crónica (evaluada por la pérdida de peso involuntaria)
  • Agotamiento (según describe el propio individuo)
  • Bajo nivel de actividad física (según la puntuación ponderada de las kilocalorías gastadas a la semana)
  • Deficiente movilidad (según lo que se tarde en caminar una distancia de 15 pies)
  • Debilidad (según la fuerza al agarrar)

En un estudio reciente en perros de edad avanzada se evaluó la fragilidad según la definición clínica de fenotipo de fragilidad (utilizando los cinco componentes anteriores) 5. Se encontró que los perros con dos o más componentes de fragilidad tenían más probabilidades de fallecer durante el periodo de seguimiento que los que tenían uno o ningún componente, por lo que se concluyó que los signos de fragilidad parecen ser un factor de riesgo de muerte.

¿Qué es la sarcopenia?

La sarcopenia se define como la pérdida de masa muscular esquelética asociada al envejecimiento, aunque los mecanismos subyacentes son de naturaleza multifactorial 6,7. Es esencial diferenciar entre sarcopenia y caquexia, ya que la caquexia conlleva la pérdida de masa esquelética asociada a procesos patológicos, como el fallo cardiaco congestivo (FCC), la enfermedad renal crónica (ERC), varios tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas 7. En las personas se han identificado varios factores que contribuyen a la sarcopenia y se cree que en los perros dichos factores pueden desempeñar un papel similar. Entre ellos se incluyen la inactividad física, el aumento de la producción de citoquinas, la disminución de las concentraciones de hormonas (hormona del crecimiento, testosterona, IGF-1), los cambios en las fibras musculares tipo II (remodelación de la unidad motora), la resistencia a la insulina y la reducción de la síntesis proteica 7. Uno de los factores que pueden contribuir a la atrofia muscular asociada al envejecimiento en los perros es el aumento del proceso celular de la autofagia 8.

En las personas se ha demostrado que la pérdida de masa muscular asociada a las sarcopenia tiene importantes consecuencias, como una mayor mortalidad y una disminución de la fuerza, de la función inmunitaria y de la calidad de vida. Por este motivo se ha promovido la investigación sobre la identificación, la prevención y las estrategias de tratamiento de la sarcopenia 7. Aunque la sarcopenia se ha definido como la pérdida de masa muscular asociada al envejecimiento (en ausencia de enfermedad), en las personas, dicha pérdida comienza pronto en la vida, en torno a los 30 años, y, probablemente, en el perro, el inicio sea igualmente temprano 7.

Matthew A. Kopke

Como es un proceso gradual es posible que la sarcopenia muchas veces pase desapercibida hasta que sea evidente; además, el aumento de grasa corporal puede enmascarar la sarcopenia, dificultando la evaluación del animal.

Matthew A. Kopke

¿Cómo se evalúa la sarcopenia en el perro? 

Como es un proceso gradual es posible que la sarcopenia muchas veces pase desapercibida hasta que sea evidente; además, el aumento de grasa corporal puede enmascarar la sarcopenia, dificultando la evaluación del animal 6. En otras palabras, a pesar de una pérdida considerable de masa muscular, es posible que el peso corporal se mantenga estable. La identificación precoz de sarcopenia, aunque suponga un reto y pueda verse complicada por otros factores, es fundamental para instaurar las estrategias de tratamiento adecuadas para frenar su progresión.

En medicina humana se han utilizado diversas técnicas para detectar la pérdida de masa muscular, como la tomografía computarizada (TC) regional, la absorciometría dual de rayos X (DEXA), las pruebas de excreción urinaria de creatinina y la determinación de potasio y agua total corporal 6. En particular, la TC se ha utilizado ampliamente para evaluar la pérdida muscular en personas de edad avanzada mediante la medición del área transversal del músculo del muslo 9. Esta técnica ha demostrado una gran precisión.

En medicina veterinaria el método DEXA se ha utilizado para evaluar los cambios en la composición corporal asociados al envejecimiento en perros 10,11. Aunque los estudios han demostrado que es un método viable para medir la composición corporal, también presenta varias limitaciones a la hora de determinar la masa muscular corporal 12. Además, es una técnica que no se encuentra fácilmente disponible, especialmente para las clínicas veterinarias. No obstante, en un estudio más reciente se compararon varios métodos para la evaluación de sarcopenia en perros mayores y se encontró que tanto la ecografía como la TC permitían medir el área muscular epaxial y determinar una disminución del área muscular compatible con sarcopenia 6.

La relación creatinina/nitrógeno ureico en orina en ayunas ha demostrado ser un indicador del catabolismo proteico en perros sanos de raza Beagle que recibieron una alimentación baja en proteínas. Esta prueba podría utilizarse para la detección precoz del catabolismo proteico antes de que se produzca la degradación muscular, pero se necesitan más estudios para determinar su aplicación en pacientes con sarcopenia 13.

¿Cómo se trata la sarcopenia en el perro?

Dado que los mecanismos subyacentes de la sarcopenia son multifactoriales es razonable que su tratamiento se base en una estrategia multimodal. Tradicionalmente, el tratamiento de la sarcopenia se ha enfocado en el manejo nutricional junto con el ejercicio, siendo este último, con diferencia, lo más eficaz para favorecer la síntesis de proteínas musculares. No obstante, la estrategia nutricional, además de ser complementaria al ejercicio cubre una necesidad del paciente 14,15. Algunos objetivos nutricionales importantes que se han extrapolado de otras especies (humanos y roedores) se incluyen en el Recuadro 1.

Recuadro 1. Objetivos nutricionales en pacientes con sarcopenia 7,16,17,18,19,20.

  • Proporcionar la energía adecuada
  • Aumentar la ingesta de proteínas
  • Aportar proteínas de calidad
  • Suplementar con leucina (o beta-hidroxi-beta-metilbutirato)
  • Suplementar con ácidos grasos omega-3
  • Nivel de Vitamina D adecuado

En personas con sarcopenia se recomienda la ingesta de 25-30 gramos de proteínas de elevada calidad, en cada comida, como parte del tratamiento. En un estudio de 3 años de duración con hombres y mujeres de edad avanzada se demostró que la pérdida de masa muscular con una ingesta elevada de proteínas fue un 40% menor 16. No solo es importante la calidad y la cantidad de proteínas, sino también, la distribución de la ingesta a lo largo del día. En investigaciones recientes se han demostrado los beneficios asociados a la distribución uniforme de la ingesta de proteínas a lo largo del día 17. En los perros sénior, se recomienda proporcionar al menos, el mínimo de proteínas indicado por la AAFCO para perros adultos (5,1 g/100 kcal), pero unos niveles más altos pueden resultar más beneficiosos 7. Las necesidades de proteínas aumentan con la edad debido al aumento del recambio proteico y a la reducción de la síntesis y es probable que los perros sénior necesiten aproximadamente un 50% más de proteínas alimentarias que los adultos más jóvenes. Esto se puede conseguir con un alimento comercial formulado para perros sénior o con alimentación casera siguiendo las indicaciones de un veterinario especialista en nutrición (Figura 2).

Aumentar la ingesta de proteínas

Figura 2. Aumentar la ingesta de proteínas es una de las estrategias utilizadas para el tratamiento de la sarcopenia en el perro. Para optimizar su efecto, la proteína debe ser de elevada calidad y distribuirse uniformemente a lo largo del día. 
© Shutterstock

La leucina es un aminoácido esencial que estimula e inicia la síntesis de proteínas musculares y se ha demostrado que su aporte suplementario restablece o normaliza la síntesis de proteínas musculares en otras especies (humanos, roedores) 18,19. También se ha propuesto el uso de uno de los metabolitos de la leucina, el beta-hidroxi-beta-metilbutirato, para proteger o incluso reconstruir la masa muscular en personas mayores 20. Todavía queda por determinar si la suplementación con uno u otro componente es eficaz en perros con sarcopenia.

Los alimentos enriquecidos con ácidos grasos omega-3 y antioxidantes pueden ser útiles en pacientes con sarcopenia y también pueden proporcionar beneficios en caso de comorbilidades frecuentes en esta subpoblación, como el deterioro cognitivo y la osteoartritis 17. Los ácidos grasos omega-3 dan lugar a mediadores inflamatorios (eicosanoides) menos potentes que los ácidos grasos omega-6, y también disminuyen la síntesis de TNF e IL-1, aunque aún no se ha determinado la dosis óptima. En animales con cualquier grado de caquexia se ha recomendado el aporte de 40 mg/kg/día de ácido eicosapentaenoico y 25 mg/kg/día de ácido docosahexaenoico 7. Los suplementos de aceite de pescado, de una marca fiable, son recomendables y siempre deben contener vitamina E como antioxidante, pero se deben excluir otros nutrientes para evitar toxicidades (Figura 3).

El aporte de suplementos de aceite de pescado

Figura 3. El aporte de suplementos de aceite de pescado puede ayudar a controlar la sarcopenia y a tratar comorbilidades frecuentes en el perro sénior, como la artrosis y la disfunción cognitiva. 
© Shutterstock

En las personas mayores, la realización de actividad o ejercicio se ha asociado a varios beneficios y es probable que tales efectos se puedan trasladar a los perros sénior 14. Entre los beneficios potenciales que se han indicado se incluyen:

  • Mejor forma cardiorrespiratoria y muscular
  • Masa y composición corporal más saludable
  • Mejor función cognitiva
  • Disminución de la mortalidad por todas las causas

El entrenamiento de resistencia es lo más efectivo para mejorar la sarcopenia 14,15. Se ha demostrado que este estímulo anabólico aumenta la síntesis de proteínas musculares miofibrilares. Aunque los beneficios potenciales de este tipo de ejercicio son los más significativos para los pacientes con sarcopenia, estos efectos se anulan si no se proporciona la nutrición de soporte adecuada. La ingesta de proteínas es esencial para proporcionar los componentes básicos para la síntesis de proteínas musculares, particularmente los aminoácidos de cadena ramificada 15. En estudios de medicina humana se ha sugerido que si el entrenamiento de resistencia comienza a una edad más temprana la eficacia puede ser mayor 14, pero en medicina veterinaria todavía no se ha determinado la edad óptima para empezar dicho entrenamiento.

Se recomienda que los perros realicen ejercicio, de forma suave y controlada, mediante paseos diarios con correa, además de las actividades terapéuticas orientadas a la flexibilidad y la fuerza (entrenamiento de resistencia), utilizando, por ejemplo, una cinta de correr subacuática u otros materiales de entrenamiento físico y rehabilitación (Figura 4).

El ejercicio, particularmente el entrenamiento de resistencia

Figura 4. El ejercicio, particularmente el entrenamiento de resistencia, es el método más eficaz para favorecer la síntesis de proteínas musculares en pacientes con sarcopenia. El perro de la imagen, está realizando este tipo de ejercicio con un disco de equilibrio. 
© Shutterstock

Además del ejercicio y la nutrición, el tratamiento farmacológico de la sarcopenia en otras especies está en continua evolución (Tabla 1). En medicina humana, los fármacos dirigidos a la proteostasis y la señalización mitocondrial mediante la miostatina (MSTN), el sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAAS) y las rutas de la proteína quinasa activada por AMP (AMPK) han alcanzado diversas fases de los ensayos clínicos 21. También han surgido tratamientos prometedores para la sarcopenia con fármacos hormonales reposicionados, incluyendo los promotores del crecimiento o de efecto antiinflamatorio, como la testosterona, la insulina y la grelina 21. En general, las estrategias terapéuticas se basan en reducir las necesidades energéticas, aumentar la ingesta de calorías, mejorar la absorción de nutrientes y modificar las alteraciones metabólicas para prevenir e incluso revertir la pérdida muscular 7. Este tipo de farmacoterapia todavía no se ha introducido en medicina veterinaria, pero una mayor investigación podría resultar esclarecedora y ofrecer posibles aplicaciones.

Tabla 1. Ejemplos de tratamientos farmacológicos utilizados para el manejo de la sarcopenia en otras especies 7,21.

Vía/mecanismo Clase de fármaco/ejemplo
Vía de la miostatina (MSTN) Inhibidores de la MSTN, antagonistas del receptor de activina, proteínas de fusión de folistatina y terapia génica
Sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, antagonistas del receptor de angiotensina II tipo I, antagonistas del receptor de mineralocorticoides, agonistas del receptor de ensamblaje mitocondrial
Vía de la proteína quinasa activada por la AMP (AMPK) Metformina
Fármacos hormonales reposicionados Testosterona, moduladores selectivos de los receptores androgénicos, grelina y sus miméticos
Otros/varios Antiinflamatorios no esteroideos, estimulantes del apetito

Por último, los estimulantes del apetito (p. ej., mirtazapina, ciproheptadina, capromorelina) pueden ser beneficiosos en algunos animales. Sin embargo, si no se obtiene el efecto deseado, es esencial considerar cuanto antes la alimentación por sonda para evitar la progresión hacia el estado terminal de una enfermedad con debilitamiento grave, lo que inevitablemente tendría un mal pronóstico.

¿Qué es la anorexia del envejecimiento?

La anorexia del envejecimiento se define como la disminución del apetito y de la ingesta de alimentos (o energía) en la vejez y su prevalencia en el ser humano es muy elevada; también se Todavía no se ha determinado la prevalencia en los perros sénior. Las consecuencias de la anorexia del envejecimiento en las personas incluyen 22. Todavía no se ha determinado la prevalencia en los perros sénior. Las consecuencias de la anorexia del envejecimiento en las personas incluyen 22:

  • Desnutrición, con la consiguiente disfunción inmunitaria, retraso en la cicatrización de heridas y disminución de la función cognitiva
  • Fragilidad y sarcopenia
  • Discapacidad y lesiones que dan lugar a la pérdida de funcionalidad
  • Aumento de la mortalidad

La comunicación con el cliente respecto a este tema es fundamental. Hay que enseñar a los cuidadores los signos (sutiles) que deben vigilar para que en caso de observarlos lo comuniquen al veterinario. Estos signos pueden ir desde la menor ingesta de alimentos hasta cambios en las preferencias alimentarias o incluso el apetito cíclico.

Algunas estrategias que se pueden utilizar para limitar la anorexia del envejecimiento en los perros sénior incluyen 7:

  • Proporcionar raciones más pequeñas y más frecuentes para aumentar la ingesta de alimentos
  • Utilizar potenciadores del sabor para aumentar la palatabilidad (pero siempre adaptándose a cualquier comorbilidad)
  • Calentar el alimento, ya que la temperatura puede influir significativamente en la ingesta de alimentos
  • Utilizar un plato llano (en lugar de cuenco) o poner el comedero en diferentes lugares de la casa.

 

Exploración del perro sénior

Realizar la evaluación del paciente sénior de forma sistemática es clave. En el protocolo de seguimiento de estos pacientes, además de la exploración física minuciosa, se deberían incorporar algunos de los componentes del fenotipo de fragilidad 5. Dependiendo de cada caso se pueden incorporar otras pruebas como la hematología, la bioquímica sérica, el análisis de orina, etc. Se debe valorar la presencia de:

  • Enfermedad dental; la exploración oral completa (+/- radiografías dentales) es importante y no se debe pasar por alto, ya que permite detectar problemas dentales que puedan afectar a la ingesta de alimentos.
  • Desnutrición crónica; se trata de un problema crítico y se debe identificar lo antes posible. Se puede manifestar como pérdida de peso involuntaria (pérdida superior al 5% del peso corporal) en menos de 12 meses (Figura 5). Otro signo puede ser una puntuación baja de la condición corporal, concretamente inferior a 4/9. En perros con ERC, se ha asociado la baja puntuación de la condición corporal con un peor pronóstico 23; los perros que en el momento del diagnóstico presentaron un peso bajo tuvieron un menor tiempo de supervivencia que los perros con peso moderado (PCC 4-6/9) y con sobrepeso (PCC 7-9/9). Aunque este estudio hace referencia a la caquexia, también puede aplicarse a la sarcopenia. En perros con inapetencia o disminución de la ingesta de alimentos también se debe sospechar desnutrición crónica. La evaluación de la alimentación también es esencial, y el veterinario debe investigar si el cuidador proporciona una alimentación deficiente como arroz con pollo, consistente principalmente en premios o desequilibrada a base de alimentos crudos.
  • Actividad física reducida y falta de movilidad; entre otros elementos, se puede identificar una marcha anormal o la presencia de dolor articular, lo que requiere una exploración neurológica y ortopédica general, realizando una investigación más detallada en caso necesario.
  • Pérdida de masa muscular; en el perro sénior es importante evaluar la masa muscular utilizando la tabla de puntuación de la condición muscular (PCM) de la WSAVA. Para ello, es necesario realizar una palpación de la columna vertebral, las escápulas, el cráneo y las alas del ilion (Figura 6). Según su masa muscular, el perro se clasifica como normal, con una pérdida muscular leve, moderada o grave. En perros se ha demostrado que la PCM, como método para evaluar la masa muscular, presenta una repetibilidad considerable y una reproducibilidad moderada 24. La PCM se debe interpretar siempre junto con la puntuación de la condición corporal (PCC) para evitar pasar por alto una pérdida muscular importante en perros con sobrepeso (PCC 6-7/9) u obesos (BCS 8-9/9) e identificar a los perros de baja condición corporal (PCC < 4/9), pero sin pérdida muscular 25.
La pérdida de peso involuntaria

Figura 5. La pérdida de peso involuntaria (superior al 5% del peso corporal en menos de 12 meses) puede ser una señal de desnutrición crónica, por lo que el perro sénior se debe pesar regularmente. 
© Shutterstock

Para evaluar la pérdida de masa muscular

Figura 6. Para evaluar la pérdida de masa muscular (grave en este perro) se debe utilizar la tabla de puntuación de la condición muscular de la WSAVA, palpando la columna vertebral, las escápulas, el cráneo y las alas del ilion. 
© Shutterstock

Conclusión

El animal sénior requiere un enfoque multimodal para minimizar las consecuencias del envejecimiento y tratar las comorbilidades frecuentes en esta población. El soporte nutricional incluye la administración de raciones más pequeñas y más frecuentes para satisfacer las necesidades del animal. Muchas veces es necesario cambiar de alimento (a menos que esté contraindicado por una enfermedad) y siempre se debe proporcionar una alimentación completa y equilibrada. Además, es recomendable utilizar alimentos de elevada densidad energética, altos en proteínas, de elevada palatabilidad y, frecuentemente, muy aromáticos. Si la disminución del apetito continúa, se puede considerar el uso de estimulantes del apetito. En pacientes en los que la disminución de la ingesta es un motivo de preocupación y no se consigue aumentar el apetito farmacológicamente, la colocación de una sonda de alimentación puede resultar beneficiosa. Otras medidas que son beneficiosas para el animal sénior incluyen el aumento de la actividad controlada y el ejercicio. El estrecho seguimiento del peso corporal, la PCC, la PCM y la ingesta calórica es tan importante como cualquiera de las medidas o tratamientos anteriores.

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Matthew A. Kopke

Matthew A. Kopke

El Dr. Kopke, tras licenciarse con honores en veterinaria por la Universidad de Pretoria, Sudáfrica Leer más

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