Por lo tanto, si esta clasificación parece ser esencial, ¿cómo podríamos definir mejor a esta subpoblación? En gerontología humana, para que un paciente se clasifique como geriátrico debe presentar al menos tres de los criterios siguientes 3:
- Debilidad
- Pérdida de peso
- Movilidad lenta
- Fatiga
- Bajo nivel de actividad
Aunque estos criterios ayudan a diferenciar a los pacientes geriátricos de los sénior, existen otros conceptos que también se utilizan con frecuencia para describir con más detalle a esta subpoblación, ya estén relacionados con las estrategias de seguimiento o tratamiento, o con el pronóstico. Algunos de estos son: fragilidad, sarcopenia y anorexia del envejecimiento.
¿Cómo se evalúa la fragilidad?
En primer lugar, ¿qué es la fragilidad? Según una definición ampliamente aceptada, la fragilidad es la disminución de las reservas fisiológicas del organismo, que conduce a una mayor vulnerabilidad a los factores estresantes 4,5. Para evaluar la fragilidad en las personas mayores se han utilizado o propuesto más de 20 métodos, tanto cuantitativos como cualitativos. Un ejemplo de método cuantitativo es el índice de fragilidad, mientras que un método cualitativo es el que utiliza el fenotipo de fragilidad. Dada la diferente metodología, ambos tipos de métodos se consideran complementarios entre sí, más que alternativos.
El método del fenotipo de fragilidad que se utiliza en las personas se basa en la evaluación de cinco componentes 4:
- Desnutrición crónica (evaluada por la pérdida de peso involuntaria)
- Agotamiento (según describe el propio individuo)
- Bajo nivel de actividad física (según la puntuación ponderada de las kilocalorías gastadas a la semana)
- Deficiente movilidad (según lo que se tarde en caminar una distancia de 15 pies)
- Debilidad (según la fuerza al agarrar)
En un estudio reciente en perros de edad avanzada se evaluó la fragilidad según la definición clínica de fenotipo de fragilidad (utilizando los cinco componentes anteriores) 5. Se encontró que los perros con dos o más componentes de fragilidad tenían más probabilidades de fallecer durante el periodo de seguimiento que los que tenían uno o ningún componente, por lo que se concluyó que los signos de fragilidad parecen ser un factor de riesgo de muerte.
¿Qué es la sarcopenia?
La sarcopenia se define como la pérdida de masa muscular esquelética asociada al envejecimiento, aunque los mecanismos subyacentes son de naturaleza multifactorial 6,7. Es esencial diferenciar entre sarcopenia y caquexia, ya que la caquexia conlleva la pérdida de masa esquelética asociada a procesos patológicos, como el fallo cardiaco congestivo (FCC), la enfermedad renal crónica (ERC), varios tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas 7. En las personas se han identificado varios factores que contribuyen a la sarcopenia y se cree que en los perros dichos factores pueden desempeñar un papel similar. Entre ellos se incluyen la inactividad física, el aumento de la producción de citoquinas, la disminución de las concentraciones de hormonas (hormona del crecimiento, testosterona, IGF-1), los cambios en las fibras musculares tipo II (remodelación de la unidad motora), la resistencia a la insulina y la reducción de la síntesis proteica 7. Uno de los factores que pueden contribuir a la atrofia muscular asociada al envejecimiento en los perros es el aumento del proceso celular de la autofagia 8.
En las personas se ha demostrado que la pérdida de masa muscular asociada a las sarcopenia tiene importantes consecuencias, como una mayor mortalidad y una disminución de la fuerza, de la función inmunitaria y de la calidad de vida. Por este motivo se ha promovido la investigación sobre la identificación, la prevención y las estrategias de tratamiento de la sarcopenia 7. Aunque la sarcopenia se ha definido como la pérdida de masa muscular asociada al envejecimiento (en ausencia de enfermedad), en las personas, dicha pérdida comienza pronto en la vida, en torno a los 30 años, y, probablemente, en el perro, el inicio sea igualmente temprano 7.