Revista veterinaria científica internacional para el profesional de los animales de compañía
Veterinary Focus

Número de edición 33.2 Marketing y Ventas

La consulta amable con el gato sénior

Fecha de publicación 03/11/2023

Escrito por Sarah M. A. Caney

Disponible también en Français , Deutsch , Italiano y Português

Los gatos viven cada vez más y mejor; ¿cómo podemos garantizar que reciben una atención veterinaria óptima? Este artículo nos ofrece algunas pistas.

En la consulta se puede colocar una escalera para observar la movilidad del gato

Puntos clave

Es esencial mantener un contacto frecuente con los gatos mayores; las revisiones sencillas, incluyendo la anamnesis detallada y el seguimiento de peso, pueden ayudar a detectar un problema de salud. 


Las enfermedades subclínicas y las comorbilidades son frecuentes en los gatos de edad avanzada, lo que complica el diagnóstico y el tratamiento.


El objetivo de los cuidados preventivos es identificar la enfermedad lo más temprano posible para poder instaurar el tratamiento adecuado.


Proporcionar buenos cuidados a los gatos de edad avanzada es sumamente gratificante para los veterinarios y muy apreciado por los cuidadores.


Introducción

El término “sénior” se aplica generalmente a los gatos de 11 años o más, aunque se ha reconocido que este término también puede ser apropiado para algunos gatos de menor edad 1. Durante esta última década, cada vez es más habitual encontrar gatos que superen el umbral de la etapa “sénior” y actualmente hay muchos gatos con más de 20 años; recientemente se publicó que el gato más viejo del mundo vivía en Londres y tenía 27 años 2. Aunque antes se utilizaba el término “geriátrico” para los gatos de 15 años o más, a raíz de los comentarios negativos de los cuidadores, la organización benéfica International Cat Care (ICC), con sede en el Reino Unido, actualmente clasifica a estos gatos como “súper sénior”, lo que ha tenido muy buena aceptación. La ICC también ha elaborado una tabla para mostrar la equivalencia entre la edad de un gato y la edad humana, lo que puede ser útil a la hora de explicar los cuidados sanitarios y preventivos necesarios para los gatos de edad avanzada (Tabla 1). En medicina humana, desde hace muchos años, se ha instaurado la realización de determinadas pruebas de control del estado de salud relacionadas con el envejecimiento, como las pruebas de detección de sangre oculta en las heces para detectar cáncer de colon y este concepto se ha introducido también en la población más joven con las recientes estrategias de vacunación frente a al Covid. Comparar la edad del paciente felino con la de una persona puede ayudar a reforzar las recomendaciones sobre las medidas sanitarias preventivas “apropiadas para cada etapa de la vida”.

Tabla 1. Etapas de la vida y edad correspondiente del gato junto con la edad humana equivalente según la ICC en la iniciativa “Cat Care for Life”.

Etapa de la vida Edad del gato Edad humana equivalente (años)
Gatito
Del nacimiento a los seis meses
0-1 mes 0-1
2 meses 2
3 meses 4
4 meses 6
5 meses 8
6 meses 10
Joven
De 7 meses a 2 años
7 meses 12
12 meses 15
18 meses 21
2 años 24
Adulto
De 3 a 6 años
3 años 28
4 años 32
5 años 36
6 años 40
Maduro
De 7 a 10 años
7 años 44
8 años 48
9 años 52
10 años 56
Sénior
11 a 14 años
11 años 60
12 años 65
13 años 68
14 años 72
Súper Sénior
15 años y más
15 años 76
16 años 80
17 años 84
18 años 88
19 años 92
20 años 96
21 años 100

¿Qué cambios fisiológicos se producen a medida que los gatos envejecen?

A medida que los gatos envejecen se producen diversos cambios fisiológicos. Entre ellos se incluyen una disminución de la capacidad olfativa y gustativa, una menor capacidad para sentir sed (lo que hace al gato más vulnerable a la deshidratación) y una menor capacidad para digerir las grasas y las proteínas del alimento. Los gatos de edad avanzada sanos suelen tener más apetito para compensar la pérdida de la capacidad digestiva, pero en algunos gatos de edad avanzada esta pérdida es tan acusada que sería necesario incrementar el apetito un 25% para mantener el peso corporal. Se debe fomentar que los cuidadores utilicen alimentos de alta calidad (teniendo en cuenta sus límites económicos), siendo los alimentos especialmente formulados para gatos sénior los más apropiados. Según datos recientes, estos alimentos, moderadamente restringidos en fósforo, son beneficiosos para estabilizar la función renal en gatos con enfermedad renal temprana 3.

El gato sénior también sufre una pérdida de la capacidad auditiva, de la elasticidad de la piel (lo que puede dificultar la evaluación del estado de hidratación) y una mayor dificultad para retraer las uñas, acompañada de un menor comportamiento de rascado, lo que puede dar lugar al engrosamiento y el sobrecrecimiento de las uñas (Figura 1). La atrofia del iris y la esclerosis nuclear son ejemplos de alteraciones frecuentes asociadas al envejecimiento (Figura 2). Además, los gatos de edad avanzada tienen una función inmunitaria comprometida, por lo que pueden ser más vulnerables a las infecciones. Los cambios de comportamiento también son frecuentes y como pueden deberse a enfermedades subyacentes, como el hipertiroidismo, la hipertensión sistémica y la disfunción cognitiva, en la anamnesis es esencial obtener información al respecto. Por ejemplo, muchos gatos de edad avanzada dedican más tiempo a dormir y son menos activos.

El engrosamiento y el sobrecrecimiento de las uñas es frecuente en gatos de edad avanzada

Figura 1. El engrosamiento y el sobrecrecimiento de las uñas es frecuente en gatos de edad avanzada. Cuando las uñas no se recortan regularmente, se pueden clavar en las almohadillas causando dolor.
© Vet Professionals Ltd

La atrofia del iris asociada al envejecimiento puede dar lugar a un adelgazamiento del iris o un aspecto de “bordado”

Figura 2. La atrofia del iris asociada al envejecimiento puede dar lugar a un adelgazamiento del iris o un aspecto de “bordado”. Si es significativa, el ojo afectado puede mostrar una disminución del reflejo pupilar a la luz y fotofobia a la luz brillante.
© Vet Professionals Ltd

¿Qué enfermedades están asociadas al envejecimiento?

Los trastornos más frecuentes en el gato de edad avanzada se muestran en la Tabla 2. Cuanto mayor es el gato, más probable es que padezca uno o varios de estos trastornos, de ahí la elevada frecuencia de comorbilidades en esta población, especialmente en los gatos súper sénior. Es importante prestar atención a los detalles para registrar con precisión todos los problemas del gato y garantizar la planificación óptima del tratamiento. Por regla general, cuando se presenten múltiples trastornos en un mismo individuo, el tratamiento debe orientarse priorizando aquellos que causen problemas clínicos más significativos para la calidad de vida del paciente.

Tabla 2. Problemas de salud que afectan al gato de edad avanzada y su prevalencia aproximada, en caso de conocerse.

Enfermedad Comentarios
Demencia (Disfunción cognitiva)
Deterioro de la función cerebral asociado al envejecimiento que provoca cambios de comportamiento, como confusión, fallos de memoria y alteración de los patrones de sueño; se estima que afecta a más del 50% de los gatos de más de 15 años 4.
Estreñimiento
Frecuente en gatos de edad avanzada y puede ser un signo de varias enfermedades subyacentes.
Sordera Frecuente en gatos de edad avanzada, pero se debe comprobar si puede estar causada por cera en los oídos o por otros problemas que puedan resolverse.
Enfermedad dental Con frecuencia es necesario el tratamiento dental.
Diabetes mellitus Se estima que afecta a hasta el 1% de los gatos. Consultar la referencia bibliográfica para más detalles 5.
Hipertiroidismo
Se estima que afecta en torno al 10% de los gatos de más de 9 años y existen varias opciones de tratamiento 6.
Enfermedad renal Se estima que afecta en torno al 30% de los gatos de más de 10 años 7.
Osteoartritis Se estima que afecta a más del 90% de los gatos de más de 12 años.
Hipertensión sistémica
Se estima que afecta al 20-60% de los gatos con enfermedad renal crónica y al 10-20% de los gatos con hipertiroidismo 8.
Neoplasia
El tipo de tumor y la zona afectada varían de un caso a otro, determinando las opciones de tratamiento.
Soplo cardiaco Considerar la hipertensión, el hipertiroidismo y la anemia como posibles causas, además de enfermedades cardiacas primarias como las cardiomiopatías.

¿Y qué pasa con las enfermedades subclínicas?

Los gatos son especialmente buenos ocultando los signos de enfermedades y muchos cuidadores no llevan a los gatos mayores a las revisiones, a menos que detecten un problema. Desgraciadamente, esto puede significar que solo se presenten en la consulta, cuando la enfermedad se encuentre en una fase avanzada. No obstante, mediante una anamnesis y exploración física detalladas se suelen detectar problemas subclínicos en los gatos de edad avanzada aparentemente sanos, siendo esencial asegurarse de proporcionarles la atención sanitaria adecuada según sea el caso. Por ejemplo, en un estudio en el que participó la autora, se encontró que un tercio de los gatos de entre 10-18 años de edad aparentemente sanos, tenía una densidad urinaria (DU) inferior a 1,035, lo que se suele considerar inferior al rango de normalidad 9. En ese mismo estudio se descubrió que aproximadamente la misma proporción de gatos, presentaba trastornos importantes, como hipertiroidismo, hipertensión sistémica y enfermedad renal crónica. Un estudio más reciente y más amplio reveló que el 21% de los gatos de 10 años o más, tenía una DU inferior a 1,035, aunque el porcentaje de gatos finalmente diagnosticados de una enfermedad subclínica significativa fue inferior 10. Es fundamental que los veterinarios aprovechen al máximo la visita de cualquier gato de edad avanzada para poder detectar lo antes posible una enfermedad subclínica. Muchos de los problemas de salud más frecuentes se pueden tratar y el pronóstico se puede mejorar con un diagnóstico precoz y una rápida intervención.

Sarah M. A. Caney

Los gatos son especialmente buenos ocultando los signos de enfermedades y muchos cuidadores no llevan a sus gatos de edad avanzada a las revisiones, a menos que detecten un problema. Desgraciadamente, esto puede significar que solo se presenten en la consulta cuando la enfermedad se encuentre en una fase avanzada.

Sarah M. A. Caney

¿Qué revisiones de salud están indicadas en el gato sénior?

La autora, siguiendo las recomendaciones “Cat Care for Life” de la ICC (https://icatcare.org/), realiza como mínimo una revisión anual durante toda la vida del gato. Todas las revisiones deben incluir una anamnesis detallada, una discusión sobre la alimentación y los cuidados preventivos de salud, la exploración física y la evaluación del peso corporal. En gatos maduros, sénior o súper sénior, es recomendable realizar una evaluación más detallada, incluyendo un análisis de sangre y de orina y la determinación de la presión arterial. 

En los gatos maduros se recomienda una revisión anual, pero la ICC recomienda que en los gatos sénior y súper sénior se realicen revisiones más frecuentes, idealmente cada seis meses, incluyendo la tiroxina sérica en la analítica sanguínea. La autora prefiere revisar al gato súper sénior (de 15 años o más) cada 3 meses si es posible, comprobando la presión arterial y realizando un análisis de orina cada 6 meses, y un análisis de sangre cada 6-12 meses. 

Anamnesis e historia clínica

Los cuestionarios sobre el estado de salud son útiles para detectar cualquier problema y para indicar a los cuidadores los signos a los que deben estar alerta (Tabla 3). Es importante realizar tanto preguntas abiertas como cerradas, lo que nos ayudará a identificar los motivos de preocupación del cuidador y a asegurarnos de no pasar nada por alto. Se debe prestar especial atención a las preguntas sobre:

  • El apetito, el alimento actual y el peso corporal.
  • El consumo de agua y la frecuencia de micción y defecación; el estreñimiento puede ser un signo de deshidratación en gatos de edad avanzada.
  • Problemas de eliminación; pueden presentarse en gatos con dolor crónico, problemas de movilidad, polidipsia, poliuria y disfunción cognitiva.
  • Estado mental y cambios de comportamiento; pueden indicar disfunción cognitiva.
  • Déficits visuales; pueden indicar hipertensión sistémica.

Se debe animar a los cuidadores a ponerse en contacto con la clínica en cuanto observen un cambio en el estado de salud o comportamiento del gato, por insignificante que les parezca.

Tabla 3. Cuestionario de salud general – por favor, rellene la casilla correspondiente contestando sí/no/no estoy seguro a cada pregunta y añada los comentarios que considere necesarios.

¿Ha notado algún cambio en el comportamiento de su gato respecto a ... Sí/No/No estoy seguro Comentarios
... la sed?    
... el apetito?    
... el consumo de alimento?    
... el aliento?    
... el peso?    
... el comportamiento?    
... la movilidad o agilidad?    
... los niveles de energía?    
... la micción o defecación?    
... el aseo?    
... el estado del pelaje?    
... la respiración?    
... la condición corporal?    
... los ojos, oídos y nariz?    
... las uñas?    
... algo más?    
Preguntas sobre movilidad: ¿El gato...
... salta como antes?*    
... salta hacia abajo como antes?*    
... sube escaleras o escalones como antes?*    
... baja escaleras o escalones como antes?*    
... corre como antes?*    
... persigue objetos en movimiento (juguetes, presas, etc.)?*    

* Si la respuesta es “no” o “no estoy seguro” a cualquiera de estas preguntas, se recomienda realizar más preguntas sobre la movilidad/dolor, por ejemplo, utilizando el cuestionario del índice de dolor musculoesquelético felino 11.

Exploración física 

Para muchos gatos de edad avanzada la visita a la clínica es muy estresante. El dolor crónico, los déficits auditivos y visuales y la disfunción cognitiva pueden aumentar el estrés y la ansiedad asociados a esta experiencia. Siempre que sea posible, se deben explorar al gato en su transportín cuando no quiera salir voluntariamente (Figura 3).

Muchos gatos de edad avanzada prefieren quedarse en el transportín durante la exploración

Figura 3. Muchos gatos de edad avanzada prefieren quedarse en el transportín durante la exploración.
© Vet Professionals Ltd

La evaluación de la presión arterial se debe realizar al principio de la consulta para minimizar el impacto del estrés en los valores obtenidos (Figura 4). La autora prefiere la metodología Doppler en gatos conscientes, pero es importante recordar que actualmente no se ha validado el uso de ningún dispositivo de medición de la presión arterial en gatos conscientes y, por lo tanto, los dispositivos se deben utilizar con cierta precaución 12. Cuando se determine la presión arterial se debe realizar una exploración oftalmológica, incluyendo la evaluación del fondo del ojo, para buscar daños en órganos diana (DOD) (Figura 5). En pacientes con posible DOD y presión arterial sistólica elevada, se confirma el diagnóstico de hipertensión sistémica, pudiéndose iniciar el tratamiento (Figura 6). En pacientes con presión arterial sistólica elevada, pero sin evidencia de DOD, es recomendable repetir las mediciones haciendo todo lo posible para reducir el estrés y descartar una hipertensión situacional: el aumento transitorio de la presión arterial suele estar causado por estrés y/o ansiedad.

La determinación de la presión arterial se debe realizar con la mayor tranquilidad y la menor manipulación posibles

Figura 4. La determinación de la presión arterial se debe realizar con la mayor tranquilidad y la menor manipulación posibles para minimizar el efecto del estrés en los resultados. En esta foto, se está midiendo la presión arterial de “Tigger” mientras su cuidadora lo acaricia suavemente en su transportín.
© Vet Professionals Ltd

tapetal reflection

 

2.2 Diopter lens is inserted

Figura 5. La exploración oftalmológica es esencial para buscar lesiones o daños en órganos diana por hipertensión sistémica. Según la autora, el fondo del ojo se puede examinar mediante oftalmoscopía indirecta a distancia. En una habitación completamente a oscuras, se dirige una fuente de luz al ojo del gato, desde una distancia equivalente a la longitud del brazo; (a) una vez que se observa el reflejo tapetal, se inserta una lente de 2,2 dioptrías (b) para obtener una vista invertida del fondo de ojo.
© Vet Professionals Ltd

Common manifestations of ocular target organ damage include hyphemia

 

retinal detachment

Figura 6. Entre las manifestaciones oculares frecuentes del daño en órganos diana se encuentran el hipema (a) y el desprendimiento de retina (b). 
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La determinación del peso corporal, la puntuación de la condición corporal y la puntuación de la condición muscular es parte importante de la exploración física. Una evidente pérdida de masa muscular o de peso, por gradual que sea, es motivo de preocupación y no se debe ignorar (Recuadro 1). Si solo se dispone del registro del peso de un par de visitas anteriores, se puede calcular el porcentaje de variación de peso para valorar lo que podría ser una pérdida significativa (Recuadro 2). 

Recuadro 1. Interpretación del porcentaje de pérdida de peso – recomendaciones de la autora.

> 10% de pérdida de peso
Pérdida de peso grave. Está indicada la acción inmediata. Se recomienda realizar más pruebas (análisis de sangre y orina para investigar causas frecuentes de pérdida de peso). 
Pérdida de peso del 5-10%
Pérdida de peso significativa, está indicado realizar más pruebas (análisis de sangre y orina para investigar causas frecuentes de pérdida de peso). 
2,5-5% de pérdida de peso
Pérdida de peso leve. Considerar más pruebas (análisis de sangre y orina para investigar causas frecuentes de pérdida de peso) y/o volver a pesar a las 2-4 semanas. En gatos con una enfermedad subyacente, incluso una variación de peso de tan solo un 2,5%, probablemente sea significativa y no se debe ignorar. 
< 2,5% de pérdida de peso
Significado desconocido. Podría representar una variación normal de peso o el inicio de una pérdida de peso más significativa. Si causa preocupación, repetir el cálculo, por ejemplo, a las 2-4 semanas.

 

Recuadro 2. Cálculo del porcentaje de variación de peso.

“Gandalf” es un gato macho castrado, doméstico de pelo corto de 15 años. Cuando estaba sano pesaba 5,17 kg; actualmente pesa 4,77 kg. 

Cálculo del porcentaje de pérdida de peso:

  • Paso 1: Calcular el peso perdido restando el peso actual del peso anterior; 5,17 - 4,67 = 0,5 kg 
  • Paso 2: Dividir el resultado obtenido en el paso 1 por el peso original; 0,5 ÷ 5,17 = 0,0967
  • Paso 3: Multiplicar el resultado obtenido en el Paso 2 por 100; 0,0967 x 100 = 9,7%

Evaluación: Gandalf ha perdido un 9,7% del peso corporal; en una persona de 63 kg equivaldría a una pérdida de 6,1 kg, lo que justifica una mayor investigación diagnóstica.

En el gato sénior, además de la exploración física general y exhaustiva, es útil prestar especial atención a;

  • La palpación del cuello para detectar un posible hipertiroidismo. 
  • La evaluación ortopédica y de la movilidad, siempre que sea posible o se tolere (Figura 7).
  • La exploración oral/dental.
  • La evaluación del estado de hidratación.
  • La auscultación para detectar un soplo o arritmia nuevos (a menudo se detectan en trastornos como el hipertiroidismo y la hipertensión sistémica).
  • La palpación abdominal minuciosa en busca de masas o presencia de dolor.
En la consulta se puede colocar una escalera para observar la movilidad del gato

Figura 7. En la consulta se puede colocar una escalera para observar la movilidad del gato.
© Vet Professionals Ltd

Análisis de sangre y de orina

En las revisiones preventivas de los gatos de edad avanzada, siempre que sea posible, se deben obtener muestras de sangre y orina. La realización de un perfil “de bienestar” (incluyendo idealmente un hemograma y perfil bioquímico completos, junto con la determinación de la tiroxina total (T4) en gatos sénior y súper sénior) proporciona información muy valiosa para valorar su estado de salud.

En cuanto al análisis de orina, se puede empezar pidiendo al propietario que traiga una muestra de orina recogida por micción espontánea para determinar la DU y realizar una tira reactiva de orina. Si la DU es inferior a 1,035, se debe realizar una anamnesis detallada para descartar el mayor número posible de causas no renales y fisiológicas de la orina poco concentrada (como la administración de dietas líquidas, diuréticos o la fluidoterapia parenteral). También es recomendable utilizar la tira de orina para comprobar la presencia de glucosa en orina (diabetes mellitus). Si se obtiene un resultado anormal en la tira reactiva o en el valor de la DU, se debe considerar la posibilidad de realizar otras pruebas, idealmente, utilizando una muestra de orina obtenida por cistocentesis. Por ejemplo, en gatos con enfermedad renal se puede realizar un análisis del sedimento urinario, un cultivo y la determinación del cociente proteína/creatinina en orina. 

¿Cómo se puede hacer que la visita a la clínica sea cat friendly?

A muchos cuidadores les afecta el estrés que sufren sus gatos en la clínica veterinaria y pueden evitar acudir a las siguientes revisiones, especialmente cuando perciben que no son esenciales 13. Es recomendable tener cierta flexibilidad en cuanto a las consultas presenciales y ofrecer apoyo cuando los gatos o los cuidadores se sienten estresados durante la visita a la clínica. A muchos cuidadores comprometidos se les puede “enseñar” a proporcionar, desde su casa, datos clínicos de elevada calidad sobre su gato y esta información puede ser útil a la hora de tomar decisiones sobre el tratamiento. Por ejemplo, los cuidadores pueden comprar una báscula para controlar el peso en casa, registrar el peso, el comportamiento del gato, su apetito y sus necesidades y compartirlo con la clínica electrónicamente. Cuando la visita a la clínica sea imprescindible, se debe adoptar una estrategia para reducir el estrés tanto del gato como de su cuidador.

Las “consultas sin gato”, en las que el cuidador acude a la clínica sin su gato o las consultas telemáticas pueden ser muy bien acogidas, ya que ofrecen la oportunidad de realizar una anamnesis detallada, hablar sobre un tema y ofrecer asesoramiento sin la presencia física del gato 14. Estas consultas también pueden ofrecer la gran oportunidad de asesorar sobre medidas que se pueden tomar para reducir el estrés asociado al desplazamiento a la clínica, cuando sea necesario (Tabla 4). 

Tabla 4. Estrategias para reducir el estrés asociado a la visita a la clínica.

Elegir un transportín adecuado; son preferibles los de plástico duro, espaciosos, seguros y fáciles de desmontar (el gato puede quedarse en la base del transportín durante la exploración).
Acostumbrar al gato al transportín en casa. No guardar el transportín, fomentar su uso como espacio de escondite/descanso para el gato. Enseñar al gato a usar el transportín puede ayudar a que lo perciba como un espacio seguro y no amenazador.
Aplicar feromonas a la ropa o cama del transportín 30 minutos antes de meter al gato.
No meter más de un gato en cada transportín; incluso los “mejores amigos” pueden estresarse al compartir el mismo espacio.
Cubrir el transportín con una toalla rociada con feromonas para que el gato pueda esconderse. En la clínica, los transportines se deben colocar sobre los asientos o en lugares elevados, en lugar de sobre el suelo, ya que así el gato se sentirá más seguro.
Conducir a velocidad constante, evitar el aire acondicionado.
Evitar el contacto con personas y animales desconocidos; si no se dispone de una sala de espera separada, tranquila y exclusiva para gatos, aconsejar al cuidador que espere con su gato en el coche hasta el momento de la consulta. Las salas de consulta “libres” se pueden utilizar como salas de espera ocasionales/temporales.
Los horarios exclusivos para gatos pueden ser útiles en algunas situaciones.
Utilizar difusores de feromonas en la clínica. Si se comparte el espacio con perros, también se pueden utilizar difusores de feromonas apropiados para perros.
Considerar la sedación antes de la visita; la gabapentina (20 mg/kg con una pequeña cantidad de alimento 2-3 horas antes de meter al gato en el transportín) puede ser útil en gatos que se estresan mucho en la clínica 15

A los cuidadores les puede preocupar que las pruebas y los tratamientos que haya que realizar sean caros y no sirvan para mejorar la calidad o esperanza de vida del gato. Muchos cuidadores piensan que es “normal” que un gato de edad avanzada esté delgado y tenga un mal estado del pelaje, camine con rigidez o presente otros signos clínicos. A los cuidadores también les puede preocupar la recomendación de la eutanasia debido al grado de afectación del bienestar de su mascota. Por lo tanto, es esencial formar a los propietarios para contribuir al éxito de las consultas sénior, abordando los siguientes puntos:

  • Explicación de la elevada frecuencia de enfermedades subclínicas y clínicas en los gatos sénior, junto con las posibilidades de manejo gracias a los avances de la medicina moderna.
  • Importancia del diagnóstico precoz como medio para conseguir el mejor pronóstico posible a largo plazo.
  • Aplicación de medidas cat friendly en la clínica para evitar el estrés y el dolor del gato en la consulta.
  • Importancia de la conformidad y la colaboración de los cuidadores en la atención del paciente, para que se sientan capacitados e implicados en todo momento. 
  • Inclusión y priorización del punto de vista del cuidador respecto a las necesidades de su gato, de manera que cualquier planificación se elaborará conjuntamente pudiéndose cambiar en cualquier momento, si fuera necesario.

Se ha observado que las conversaciones con los clientes que se basan en la relación conllevan un mayor grado de cumplimiento en el tratamiento 16. Ofrecer un rango de opciones a la hora de manejar un caso, desde la más “intensa y costosa” hasta la “de menor intervención y más económica”, también puede resultar beneficioso, tal y como indican los datos de las experiencias de los veterinarios en el manejo de perros y gatos con diabetes 17.

Conclusión

Para proporcionar satisfactoriamente los cuidados necesarios al gato de edad avanzada es necesario prestar atención a los detalles y esto es algo que suele resultar muy gratificante, tanto para el gato como para el veterinario y el cuidador. Ser proactivos manteniendo el contacto con el gato y sus cuidadores ayuda a proporcionar una atención sanitaria óptima al facilitar la detección precoz de enfermedades y la instauración del tratamiento adecuado. Muchas enfermedades de los gatos de edad avanzada se pueden tratar con éxito y tienen un buen pronóstico, sobre todo si se detectan precozmente y se realiza un seguimiento, adoptando un enfoque empático, pero esto depende en gran medida del veterinario y de su actitud respecto a los cuidados preventivos.

Referencias

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  3. Hall JA, Macleay J, Yerramilli M, et al. Positive impact of nutritional interventions on serum symmetric dimethylarginine and creatinine concentrations in client-owned geriatric cats. PLOS one 2016 DOI: 10.1371/journal.pone.0153654

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  9. Mitchell N. Ocular findings in cats with diabetes mellitus. 2011; Dissertation for Diploma in Veterinary Ophthalmology. (personal communication)

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Sarah M. A. Caney

Sarah M. A. Caney

Sarah Caney es licenciada en veterinaria por la Universidad de Bristol y desde hace más de veinte años se dedica exclusivamente a la clínica felina Leer más

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