Introducción a la dermatología geriátrica
La piel es un órgano asombroso que continuamente está luchando contra agentes y que protege las estructuras vitales, pero a medida que los perros envejecen, la piel y el pelo también lo hacen. Se pueden observar callos, pérdida de elasticidad de la piel y formación de pliegues, así como cambios en el color y la textura del pelo. El sistema inmunitario también envejece y, con la edad, los perros se vuelven más susceptibles a las infecciones cutáneas, de manera que la población residente de ácaros de Demodex puede ser más difícil de mantener bajo control. Además, algunas enfermedades sistémicas son más frecuentes en el perro geriátrico y muchas de ellas presentan una manifestación cutánea; por ejemplo, a veces, los signos más evidentes del hipotiroidismo y del hiperadrenocorticismo pueden ser los signos cutáneos. Los trastornos metabólicos, como la dermatitis necrolítica superficial, también afectan con más frecuencia a los animales mayores. Por último, los perros mayores tienen más riesgo de desarrollar masas cutáneas (tanto benignas como malignas) que los perros jóvenes. Este artículo ofrece una descripción general de la dermatología en el perro sénior.
Cambios generales en la piel y el pelo
Los cambios asociados al envejecimiento tienen lugar a diferentes edades y normalmente se producen más tarde en los perros de razas pequeñas que en los de razas grandes. Los factores genéticos, las diferencias raciales, la nutrición y las circunstancias del entorno pueden influir en la aparición de estos cambios. La senescencia es un proceso normal que no se puede evitar; a medida que los perros envejecen, la capacidad de renovación celular disminuye, se produce un aumento de la atrofia celular en la mayoría de las estructuras y se pueden observar varios cambios a nivel microscópico y ultraestructural.
Se puede producir un adelgazamiento de la epidermis, sobre todo cuando la edad es muy avanzada, la nutrición es deficiente y en caso de endocrinopatías, que son frecuentes en animales de edad avanzada. Algunos perros desarrollan hiperpigmentación cutánea con el envejecimiento, no siendo atribuible a otras causas más frecuentes (exposición al sol, traumatismos, endocrinopatías) 1. Las fibras de colágeno epidérmico muestran un mayor entrecruzamiento y sus haces están más fragmentados. Las fibras de elastina pierden elasticidad y presentan una mayor cantidad de calcio y pseudoelastina en sus fibras; también se puede observar fragmentación 2. Los músculos erectores del pili pueden aparecer fragmentados, con vacuolas que, a veces, son difíciles de encontrar. En la literatura de hace tiempo se ha descrito la dilatación quística de las glándulas sudoríparas epitriciales e incluso la atrofia de las glándulas sebáceas 1. La apariencia de los vasos sanguíneos y linfáticos no suele cambiar con el envejecimiento. En perros de raza Caniche de edad avanzada se ha descrito la mineralización perifolicular en la dermis 3,4.
Los cambios que suelen ser visibles durante el envejecimiento de la piel y el pelo, así como sus posibles causas incluyen 2,5,6:
- Encanecimiento del pelo (Figura 1): atrofia de las células pigmentarias y disminución de la actividad de la tirosinasa
- Aspecto apagado del pelaje: cambios en la producción de sebo
- Pelaje más fino: disminución de la actividad folicular
- Pliegues cutáneos: deshidratación, pérdida de elasticidad de la piel y posible atrofia epidérmica
- Formación de callos: presión prolongada por apoyo e hiperqueratosis
- Hiperqueratosis de las almohadillas (Figura 2): hiperqueratosis asociada al envejecimiento, así como secundaria al desgaste anormal de las almohadillas y a alteraciones de la marcha por artrosis.