Introducción
El cuidado dental es necesario para asegurar una salud y calidad de vida óptimas 1 2. Hay que tener en cuenta que la parte más visible del diente, la corona, es solo una pequeña porción de la anatomía dental, y la mayor parte de la morfología dental y de la enfermedad potencial se sitúa, y por tanto se esconde a nivel subgingival.
Se ha demostrado que la detección precoz de la enfermedad simplifica el tratamiento, mejora en general el pronóstico de cualquier otra enfermedad 3 4 y evita la necesidad de tratamientos invasivos, y por lo tanto de mayor coste, consecuencia de pasar por alto enfermedades o de tratar la enfermedad oral en estadios más avanzados, con sus posibles complicaciones sistémicas 5 6. La radiografía dental es por lo tanto una herramienta esencial para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad dental y para mantener la salud general del individuo. Además, sirve de herramienta didáctica que permite mostrar al propietario la enfermedad y el tratamiento que necesita su mascota.
Para que sea una herramienta valiosa, hay que conseguir una calidad de la imagen óptima mediante una buena técnica, es decir, con una exposición y colocación correctas. Comprender correctamente las influencias geométricas del haz de rayos X permite obtener las mejores imágenes. Por otro lado, el seguimiento de los principios básicos de la radiología reduce los riesgos laborales para la salud en la mayor medida posible.
Seguridad de la radiación
Aunque en la radiografía dental las dosis de radiación al paciente al manipulador son bajas 7 8, ninguna exposición puede considerarse exenta de riesgo. Siempre debe seguirse el principio de “tan bajo como sea razonablemente posible” [As Low As Reasonably Achievable (ALARA)] para reducir al mínimo la exposición de radiación innecesaria al personal, al paciente y al público en general 9. Los tres principios que guían ALARA son fáciles de recordar: distancia, protección y tiempo. Así, en cuanto a la distancia, ésta debe ser la máxima posible desde la fuente de rayos X; el operador debe estar al menos a una distancia de 2 m del haz de rayos X, manteniendo el ángulo más apartado de la radiación. Se aplica la ley del inverso del cuadrado de la distancia, de forma que a 2 m de distancia de un haz primario se recibe cerca de un 75% menos de radiación que a 1 m 10. El haz primario directo nunca debe dirigirse hacia una entrada u otras zonas no protegidas, y nadie debe permanecer en la trayectoria del haz. Si no es posible mantener dicha distancia es necesaria la protección mediante barreras aprobadas o dispositivos de protección personal (por ejemplo, delantales plomados). El tiempo de exposición también debe tenerse en cuenta. El personal debe hacer todo lo posible por reducir al mínimo el tiempo que se permanece cerca de una fuente de rayos X, utilizando la menor exposición posible, realizando el mínimo número de radiografías necesarias para el diagnóstico, procesando la película con métodos de tiempo-temperatura optimizados y utilizando una película de rayos X de alta velocidad o radiología digital, o una técnica de rayos X optimizada 9 10. En líneas generales se acepta que valores superiores a 60 kVp son óptimos para obtener imágenes intraorales, manteniendo el contraste de la imagen a la vez que se reduce la absorción de la radiación por los tejidos blandos y el hueso 9 10.
El tipo de receptor de imagen influye directamente en la exposición de radiación requerida. En medicina veterinaria todavía predominan las técnicas radiológicas con película. Actualmente se dispone de tres velocidades de películas intraorales: D, E y F. Muchos veterinarios utilizan las películas de menor velocidad, la D, porque se consideraba de mayor resolución de contraste. Las películas originales de velocidad E reducían la radiación requerida en un ~50% pero producían una imagen de menor contraste, eran sensibles a la edad, consumían muchos líquidos de procesado y perdían la ventaja de la gran velocidad a densidades superiores 11. Las películas de velocidad E más modernas han mejorado 11 12 y las nuevas películas del grupo F ofrecen reducciones de la dosis del 20-25% en comparación incluso con las películas de velocidad E 12 13. Estudios recientes han demostrado que no hay pérdida de calidad de la imagen diagnóstica con las películas de mayor velocidad, las cuales permiten hasta un 80% menos de exposición 12 13.
La radiología dental digital ha reducido de manera significativa la exposición a la radiación, en un 50-80%, a la vez que permite la obtención de una imagen comparable a la obtenida con las películas 14.
Generadores de rayos X generales
Los aparatos de radiografías habituales pueden emplearse, en un momento dado, para la radiología dental, pero no resultan cómodos (Figura 1). Si se utilizan las películas intraorales de velocidad D con un generador de rayos X convencional, el operador debe reducir la distancia al colimador hasta 30-40cm, colimar en función del tamaño de la película, emplear el punto focal más pequeño (si es posible) y seleccionar 60-85 kVp a 100 mA y un tiempo de exposición de 1/10 de segundo (=10 mAs), dependiendo del tamaño del paciente. A continuación la película se expone y procesa siguiendo los métodos aprobados. Al igual que con las radiografías convencionales, se debe registrar la técnica empleada para poder obtener imágenes similares en el futuro. Si la radiografía dental está infraexpuesta pero muestra una penetración adecuada, se deben doblar los mAs duplicando el tiempo. Si la imagen está sobreexpuesta se dividirán a la mitad los mAs disminuyendo el tiempo a la mitad. Si la penetración es inadecuada, se deberá aumentar o disminuir un 15% el kVp para duplicar o reducir respectivamente, la densidad. Debe recordarse que el contraste es inversamente proporcional al valor de kVp, de modo que a menor kVp mayor es el contraste, y para obtener un contraste reducido se debe aumentar el valor de kVp. Para mantener la densidad radiográfica, ya que esta se alteraría, hay que duplicar o reducir a la mitad inversa el valor de mAs.