Internados de veterinaria en Estados Unidos

Introducción

Decir que los internados están ganando popularidad es decir poco. En 1988 se ofrecieron 175 plazas de internado, incluyendo todas las especies y especialidades, y en el 2021, este número aumentó a 1.639. No obstante, quien se esté planteando realizar un internado, se debe preguntar lo siguiente: ¿es una opción adecuada para mí? Hablar de los programas de internado es complicado; personalmente, en mi trayectoria profesional, para llegar a ser diplomada en urgencias y cuidados intensivos de pequeños animales, tras finalizar la carrera, realicé un internado rotatorio en pequeños animales y después una residencia y soy una gran partidaria de los internados. Como tutora de internos y tras haber sido directora del programa de internado, creo que he visto tanto las ventajas como los inconvenientes de lo que pueden ofrecer este tipo de programas. Además de ser sumamente beneficioso desde el punto de vista clínico, el internado te enseñará a trabajar con gente con la que no simpatizas, a vencer la indecisión y a tratar a pacientes cuyos propietarios no quieren acudir al especialista. Ganarás confianza en ti mismo y aprenderás a ser eficiente, descubrirás cómo encontrar respuestas a preguntas difíciles, o aparentemente imposibles, y aprenderás a evaluar la bibliografía científica. Aumentará tu capacidad para comunicarte con rapidez y eficacia y, con un poco de suerte, encontrarás amigos para toda la vida (Figura 1). Este artículo pretende ayudar a los veterinarios y estudiantes de veterinaria que se estén plateando realizar un internado como el siguiente paso en su trayectoria profesional, para que tomen una decisión realmente informada y, aunque se ha escrito desde el punto de vista norteamericano, gran parte de la información proporcionada también es aplicable a otras regiones. 

¿Qué es un internado?

En EE.UU., la Asociación Americana de Facultades de Medicina Veterinaria (AAVMC), que es el organismo rector, define el internado como un programa de formación de un año de duración que se realiza inmediatamente o poco después de obtener el grado de veterinaria, con el objetivo de proporcionar una formación tutelada en un entorno clínico 1. En el internado rotatorio el veterinario puede rotar en las diferentes especialidades de la clínica o del conjunto de clínicas, mientras que el internado de especialidad se centra en una especialidad reconocida por el Consejo Americano de Especialidades Veterinarias (o su equivalente fuera de los EE.UU.) 1.

Al principio, las facultades de veterinaria ofrecían gran parte de los programas de internado, con el objetivo expreso de ofrecer a los veterinarios una formación continua de especialidad mediante un sistema de becas o residencias. Con el tiempo, las clínicas privadas empezaron a ofrecer más este tipo de programas (Figura 2). Durante este periodo de expansión, hubo quejas respecto a la disminución de la calidad de los internados, con menos tutores y menos formación y con internos que trabajaban como mano de obra mal pagada. La expansión corporativa en el campo de la veterinaria, así como el deseo de reclutar y retener al talento especializado, probablemente contribuyó al tipo y número de programas ofrecidos, incluyendo los internados especializados y se pasó de ofrecer 241 plazas en el 2014 a 610 plazas en el 2021, lo que supone 2,5 veces más 1.

¿Cuál es la popularidad de los internados?

Actualmente, en el 2021, hay más plazas que solicitantes para internados rotatorios de pequeños animales; en el 2020 se batió el récord de 312 plazas sin cubrir en el “Match Day” o día de adjudicación de programas de internado 1. Esto hace preguntarnos qué es lo que debe cambiar, sobre todo en las clínicas privadas, donde el “porcentaje de compatibilidad” (definido como la probabilidad de que un solicitante se adapte con éxito a un programa) para un internado rotativo de medicina y cirugía de pequeños animales cayó del 82,5% en el 2014 al 61,7% en el 2021, mientras que el porcentaje de compatibilidad en el entorno académico se mantuvo por encima del 90% durante el mismo período 1. No hay una respuesta fácil; muchas veces se sugiere mejorar el equilibrio entre la vida laboral y la vida personal durante el internado, pero para muchas personas este no es un objetivo realista en un internado de un año. Yo sugeriría mejorar el salario y las prestaciones, reforzaría el papel de las tutorías y el cuidado de la salud mental, eliminaría de los contratos las cláusulas de no competencia y abogaría por la condonación o aplazamiento de las deudas durante el año de internado para que estos programas resulten más atractivos. Una alternativa serían los programas “bootcamp” o intensivos, que son programas para una formación específica de menor duración para ayudar al veterinario a emprender su carrera 2.

¿Cuál es el coste?

En los últimos 10 años, la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA) ha publicado los datos económicos sobre el coste financiero de un internado y la postura que ha declarado más recientemente es que los candidatos deberían elegir programas que demuestren una clara trayectoria para su promoción profesional 3,4,5. Por tanto, aunque este artículo no pretende enfocarse en el problema de la deuda de los jóvenes veterinarios, es importante tener en cuenta cómo afecta la deuda y cómo contribuye a la decisión de realizar o no un internado. Una encuesta realizada por la AVMA a 3.243 estudiantes que se graduaron en el 2020 en 30 programas de formación veterinaria de EE.UU. reveló que la deuda media era de 160.000 $ (Figura 3) 6, y hay que tener en cuenta que 480 de los 2.859 encuestados declararon no tener ninguna deuda educativa, lo que sesga un poco las cifras. Además, las facultades acreditadas por la AVMA fuera de EE. UU., incluyendo Ross y St. George en el Caribe, no están incluidas en estos datos, y sus estudiantes tienen deudas más elevadas; una encuesta realizada en el 2018 reveló que sus graduados tenían una deuda media de unos 295000$ 7.) También se ha puesto en evidencia que el nivel de deuda varía según la raza y el sexo de la persona 8.

Si eres de la afortunada minoría de titulados sin una deuda educativa importante, podrás tener una mejor salud financiera al terminar el internado. Sin embargo, para la mayoría de los titulados, es vital calcular el impacto económico de un año de internado. En el cálculo se deben incluir los intereses devengados por los préstamos estudiantiles y cómo esto puede aumentar el importe de los pagos mensuales o el plazo de amortización. También se debe considerar la pérdida de ingresos al no tener un salario de nivel profesional durante un año. En el 2021, el salario medio en la clínica privada era de 92.704 $, mientras que el salario medio de un interno era de 36.433 $ 6. La relación deuda-ingresos de los recién graduados en veterinaria está aumentando (Figura 4), y es mayor en las mujeres respecto a los hombres 9. Estas consideraciones son todavía más importantes en el caso de plantearse una residencia, ya que estas diferencias económicas aumentarán durante los 3-4 años adicionales de formación. Existe una verdadera preocupación por el futuro de los internados y las especialidades, puesto que solo el 15-20% de los graduados no tiene deudas, o son pocas, al terminar su formación.

Por último, también es importante que tengas en cuenta el coste humano, es decir, lo que te puede afectar realizar un internado en tu vida personal; ya sea respecto a la pareja, al momento de tener hijos o de cuidar a los padres mayores. Trabajar durante un año entre 50 y 80 horas semanales no ayuda a tener un buen equilibrio entre la vida laboral y la vida personal 10.

¿Cuáles son las perspectivas de empleo?

A la hora de contratar a un veterinario, se suele preferir a un candidato que haya realizado un internado rotatorio respecto a otro que no lo haya hecho y se puede afirmar que, en algunos casos, el internado es prácticamente obligatorio (Figura 5). Los programas de internado corporativos pueden proporcionar beneficios adicionales, tanto para el interno como para la empresa. Muchas empresas que ofrecen programas de internado también consideran a sus internos como veterinarios candidatos cualificados para incorporarlos dentro de su organización y los internos valorados favorablemente pueden tener prioridad para acceder a puestos de residentes o de internos de una especialidad, ya sea dentro de la organización corporativa o en una facultad de veterinaria con residencias patrocinadas. La opción de realizar una residencia patrocinada se debe considerar cuidadosamente, ya que suele estar asociada a un periodo obligatorio de servicio al patrocinador, normalmente entre 3 y 5 años, y el lugar o la ubicación geográfica del puesto puede no ser negociable. Estos detalles se deben acordar por escrito antes de contraer cualquier compromiso, incluyendo la información sobre las cláusulas de no competencia.

El dicho de “un año de internado es el equivalente a cinco años de experiencia clínica” se debe sopesar teniendo en cuenta la calidad del internado, algo que es válido tanto para el interno como para el empleador. Aunque la AVMA y la AAVMC proporcionan una serie de recomendaciones para los internados, no existe ningún organismo de control que supervise los programas para garantizar el cumplimiento de los planes establecidos en la descripción 1.

Además, hay que recordar que la medicina veterinaria actualmente es tan compleja que es imposible aprender de todo durante la carrera, pero tampoco hay garantías de que un interno vaya a ver todas las enfermedades posibles. Además, el nivel de experiencia obtenido en un internado puede depender del programa elegido.

Proceso y plazos de solicitud

En este apartado profundizaremos sobre el proceso y los plazos de solicitud. En primer lugar, la mayoría (pero no todas) las plazas de internado en EE.UU. están incluidas en el Programa de Internados y Residencias de Veterinaria (VIRMP), también llamado en inglés “The Match” (ver en la web www.virmp.org. Hay internados y residencias (p. ej., muchos de zoológicos, análisis clínico y exóticos) que también pueden aparecer fuera del VIRMP y, como tienen su propio calendario y diferentes requisitos de solicitud, no existe una guía estándar sobre cómo solicitarlos. Sin embargo, estos programas no deberían diferir de los incluidos en el VIRMP y deberían ofrecer la misma calidad.

El proceso de solicitud se abre en otoño del año anterior, por lo que los solicitantes para el 2024, envían la solicitud en octubre del 2023, que es cuando se publica la información de los programas, y podrán enviar sus datos a partir de noviembre y hasta febrero del 2024 si el calendario sigue siendo similar al del ciclo del 2023.En la página principal del VIRMP hay un calendario con las fechas importantes, tanto para las instituciones como para los solicitantes. La información sobre los programas suele empezar a publicarse en la web un mes antes de la fecha de inscripción, por lo que hay un periodo de 2 a 4 semanas para poder consultar el programa y asegurarse de querer solicitarlo a través del VIRMP. También existe un periodo de desistimiento para los candidatos y los programas en caso de producirse algún cambio que impida al solicitante (o a ellos) comprometerse con el proceso.

¿Qué hay que incluir en la solicitud? Se tienen que proporcionar los datos básicos del solicitante, la información de contacto, su facultad de veterinaria, su área de interés y la posibilidad de obtener permiso de trabajo en EE.UU. o Canadá. Los expedientes académicos se deben enviar electrónicamente desde la facultad, y el proceso debe iniciarse pronto para evitar retrasos. Después, se necesita aportar más información que requiere más trabajo, como la carta de presentación, el currículum (CV) y las cartas de recomendación. 

En un estudio reciente sobre el proceso de selección de candidatos para internados y residencias, se preguntó a las instituciones sobre los factores que utilizaban los directores de los programas para evaluar a los solicitantes 11. Se tuvieron en cuenta siete factores, entre ellos la media general de las calificaciones, las calificaciones correspondientes a un área de especialidad, la entrevista, la carta de presentación, la posición en clase (posición del alumno respecto a los de su promoción) y el CV. Aunque intuitivamente el expediente académico puede parecer lo más importante, lo que más valoran los directores de los programas de internado o residencias son las cartas de recomendación y consideran que la entrevista, el CV y la carta de presentación son más importantes que la calificación y la posición académica. Por tanto, es importante utilizar bien esta información y dedicarle tiempo a esta parte de la solicitud, pidiendo a los tutores su opinión.

Se puede enviar un mínimo de tres y un máximo de cuatro cartas de recomendación, y la calidad importa más que la cantidad. Debes prestar atención a la hora de elegir quién escribirá la carta; al menos debes tener un contacto de referencia dispuesto a redactar una carta favorable y que te conozca lo suficientemente bien como para escribir algo significativo de ti. Existe un formulario estandarizado (SLOR) para ser cumplimentado que incluye preguntas sobre desde hace cuánto tiempo te conocen, cuál es tu base de conocimientos y tu capacidad para trabajar en la clínica o en equipo, así como un breve comentario (400 palabras) para completar el cuestionario estándar.

Debes evitar dos errores frecuentes. El primero es pedir referencias a alguien demasiado tarde en el proceso de la solicitud, ya que, si luego declina o no puede colaborar, tendrás que elegir a otra persona que no te conoce tan bien o que no escriba sobre ti de forma tan favorable. El segundo es elegir a alguien que tiene un puesto importante, pero que no te conoce muy bien, por lo que puede escribir una carta demasiado genérica o de poca calidad. Por supuesto, puedes pedir referencias a veterinarios con los que hayas colaborado en alguna investigación o trabajado durante los veranos antes de empezar la carrera, pero asegúrate de incluir también a los veterinarios con los que has hecho las prácticas de rotación en clínica. Durante el año de prácticas es útil que pidas referencias al principio; así los veterinarios podrán anotar cosas importantes para tu carta de recomendación que van más allá de la evaluación académica estándar. Por este mismo motivo, es útil programar una rotación específica al empezar el año de prácticas en la clínica, cuando sea esencial para la trayectoria profesional que hayas previsto. Ten preparado el CV y la carta de presentación para proporcionárselo a quien escriba la carta de recomendación y, si ha pasado tiempo desde cuando terminaste de colaborar con esa persona y el momento de presentar la solicitud, cuéntale lo que has hecho desde entonces. Por último, cabe señalar que la redacción de una carta puede llevar tiempo, así que no cunda el pánico; se te envía una notificación en el momento que se recibe el SLOR.

Una vez cumplimentado el papeleo de la solicitud, el siguiente paso es clasificar los programas disponibles de forma crítica 12. Primero se aplican unos filtros sencillos: tipo de especie y tipo de programa (internado rotatorio, internado de especialidad, residencias). Pero antes de ir más allá, te recomiendo que elabores la lista de “lo imprescindible” y de “lo ideal” para ti de un programa. Estas listas pueden cambiar según avance el proceso de selección, pero la lista de requisitos imprescindibles te permitirá tener en cuenta varios programas a elegir, mientras que la lista de requisitos ideales te ayudará a ordenarlos por importancia. Puede que descubras que tu lista de requisitos imprescindibles no es realista, lo que te puede ayudar a normalizar tus expectativas para un internado de un año. Mi lista breve de requisitos imprescindibles para un programa de internado es:

• Tener un director o directores de internado que sean receptivos y estén implicados, 
• Personal auxiliar de apoyo técnico y adminitrativo del hospital, 
• Tutoría estructurada, 
• Servicios especializados de apoyo al internado. 

Otro factor clave es la calidad del personal de apoyo del hospital, ya que es difícil tener un buen rendimiento como interno sin la ayuda de los auxiliares, del personal de administración y de recepción. Quizá sea evidente que las prestaciones y el salario del puesto también deben formar parte de la lista de requisitos imprescindibles.

Después de este paso, llega el momento de realizar una labor de investigación. Para ello, puedes utilizar el típico protocolo SOAP (subjetivo, objetivo, análisis, plan) tal y como se indica en la Figura 6. Primero hay que leer la descripción del programa elegido, que obviamente se ha redactado para promocionarlo y, después, hay que valorar de forma crítica la página web de la clínica, así como sus redes sociales. Puedes solicitar hablar con los internos actuales y con los que hayan finalizado el programa, ya que tendrán diferentes puntos de vista y te pueden aconsejar sobre el equilibrio entre el aprendizaje y el trabajo, el tiempo que se trabaja con la supervisión del tutor frente al que se realiza sin acompañamiento o mínimamente supervisado. Algunos de estos datos ya se pueden consultar a través del VIRMP, ya que ahora se realizan encuestas a los internos al finalizar el programa. Si estás interesado en una formación de especialización, puedes comprobar cuántos internos siguen con la residencia correspondiente y asegúrate de que en tu clínica haya especialistas en el área que te interesa. Busca a antiguos alumnos de tu facultad que hayan realizado un programa en el que estés interesado y pídales su opinión. Esta es tu oportunidad de comparar lo que se promete en el programa con la realidad.

Figura 6. Programa de internado SOAP.

En los últimos 5-10 años, muchos programas de internado tratan de evitar que el interno pase tiempo en la clínica sin supervisión o acompañamiento, y la preocupación por la responsabilidad civil ha acelerado esta tendencia. Aunque ser el único responsable puede resultar desalentador y aumentar la posibilidad de cometer errores, recuerda que, si eliges trabajar en una clínica privada después de un año como interno, la expectativa del empleador es que no necesites ayuda. Algunos programas pueden incluir la realización de turnos nocturnos en solitario para los internos en la segunda mitad de su formación, lo que puede verse como algo negativo, pero también puede convertirte en un mejor clínico. Si los turnos están siempre supervisados, pregunta cómo se reduce gradualmente la seguridad asociada a la supervisión y cómo se promueve la toma de decisiones independiente, lo que es vital para tu desarrollo. 

Es posible que un director de un programa se ponga en contacto contigo para concertar una entrevista después de revisar tu solicitud, y tú puedes hacer lo mismo si has visto un programa con una descripción prometedora. Ten en cuenta que los directores están muy ocupados y deben compaginar sus obligaciones clínicas con las de los programas de internos, por lo que, una vez fijada una fecha y hora, evita reprogramar la entrevista a menos que surja una verdadera emergencia. Estas entrevistas suelen durar unos 30 minutos y cada vez se realizan más de forma telemática que presencial, pero sea cual sea el formato, hay que ser profesional en cuanto a la forma de vestir y la presentación. Prepara una lista con dos o tres preguntas para hacerlas al final; la falta de preguntas es una señal de alarma, pero también lo son las preguntas interminables que alargan la entrevista.

También puedes programar una visita a la clínica durante un día, dependiendo de la posibilidad que tengas si estás haciendo prácticas y del presupuesto para el viaje. Si no puedes ir, yo por lo general, no se lo tengo en cuenta a los candidatos de internados rotatorios; estas visitas son mucho más importantes en el caso de internados especializados y residencias. Antes de la epidemia de COVID muchos hospitales también ofrecían programas para externos, y es de esperar que se vuelvan a ofrecer, y sería una forma estratégica de acceder a un programa de internado, aunque requieren cierta planificación previa. Asegúrate de que en la clínica hay rotaciones abiertas durante los periodos de mayor afluencia de visitas externas (de agosto a diciembre), llega puntual a la visita, trata bien a todo el personal, lleva un identificativo con tu nombre y no uses tu teléfono móvil. Si no estás seguro de cómo ir vestido para la visita, pregunta si es mejor llevar pijama quirúrgico o bata, aunque en caso de internados especializados o residencias, es preferible presentarse con el pijama y llevar la bata por si fuera necesario. 

Una vez realizada la labor de investigación, evalúa cada uno de los programas, utilizando para empezar la lista de requisitos imprescindibles. Elimina los programas que no cumplen con estos requisitos y ordena el resto desde la primera a la última opción. Es muy importante excluir de la lista todos los programas que no quieras, ya que corres el riesgo de que te asignen el último programa que hayas elegido “por si acaso”, aun sabiendo que no se ajustaba a tus requisitos imprescindibles.

Conseguir una plaza

Una vez que hayas ordenado por prioridad tus programas y completado el envío de solicitud, tendrás que esperar algo de tiempo hasta saber el resultado. El “Match Monday” es el día en el que se publica la lista de solicitantes con el programa adjudicado. Cuando accedas a tu cuenta del VIRMP sabrás si tienes o no un programa para el próximo año. En caso afirmativo, es probable que, en breve, el director de los programas de internado se ponga en contacto contigo, a veces por teléfono o mensaje de texto, aunque lo más frecuente es por correo electrónico. Si no has sido seleccionado, puede que te sientas “liberado” y decidas no seguir adelante; estate tranquilo, porque ya encontrarás un trabajo. No debes sentirte presionado a buscar otro programa que aún esté disponibles solo porque otros compañeros en tu misma situación lo estén haciendo. No obstante, si estás decepcionado, recuerda que todavía hay muchas oportunidades para seguir con el plan de los internados. Vuelve a consultar tus listas de requisitos “ideales” e “imprescindibles” y busca qué programas de los que encajan siguen estando disponibles; esto es lo que se llama “la lucha”. Habrá una lista de candidatos no seleccionados para que los responsables de los programas puedan revisarlos y una lista de programas no adjudicados a nadie para que los candidatos los puedan revisar. También merece la pena revisar rápidamente la lista de programas sin adjudicar para asegurarse de que no aparece ninguno de los solicitados, ya que los errores ocurren. Revisa los correos electrónicos del VIRMP frecuentemente, ya que es probable que muchos directores quieran concertar contigo una entrevista o hablar de su programa. La clave aquí es no sentirse presionado a decidir de forma inmediata; aunque el tiempo es limitado, puedes realizar otro SOAP y confiar en tu instinto si tienes malas vibraciones sobre un programa. En los últimos años, hay más plazas disponibles que solicitantes para cubrirlas.

Conclusión

Este artículo pretende ofrecer información objetiva sobre los internados de veterinaria que puede ser útil como guía para aquellos que los quieran solicitar. Aunque actualmente hay muchos problemas con los internados, todavía hay programas de calidad con objetivos reales. Con el internado aprenderás mucho, no solo cuestiones clínicas, sino también habilidades esenciales que todo veterinario debe conocer, y a medida que las clínicas veterinarias evolucionan o cambian, las habilidades adquiridas pueden ser muy ventajosas para ti en una profesión cada vez más desafiante. Sea cual sea tu camino, recuerda que te mereces la inversión que has hecho en ti mismo y la comunidad veterinaria está encantada de tenerte.