Guía rápida para... Cuidados intensivos del neonato
La especie canina nace menos desarrollada que muchas otras especies...
Número de edición 26.1 Nutrición
Fecha de publicación 19/03/2021
Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , Română , English y ภาษาไทย
El periodo neonatal es un periodo de elevado riesgo de mortalidad para el perro dado que aproximadamente el 20% de los cachorros que nacen vivos fallece antes de alcanzar los 21 días de edad; y el 70% de estas muertes se produce en la primera semana de vida.
El calostro proporciona inmunoglobulinas y nutrientes al recién nacido, siendo esencial para su supervivencia.
Durante los dos días posteriores al parto, la concentración de inmunoglobulinas en el calostro es 5 veces superior a la de la leche, pero con el tiempo, esta concentración desciende rápidamente.
La calidad inmunológica del calostro varía de una perra a otra, e incluso entre diferentes mamas de una misma madre. Además, las glándulas mamarias con mejor calidad de calostro también varían de una perra a otra.
El ritmo de crecimiento durante los primeros dos días de vida es un buen indicador de la supervivencia del cachorro durante el periodo neonatal.
Actualmente no existe ningún sustituto completo (energía e inmunidad) del calostro canino.
El calostro es la primera secreción que producen las glándulas mamarias después del parto (a veces antes del parto). Transcurridos dos o tres días del parto se produce la transición hacia la leche (Tabla 1). Todavía no se ha determinado la cantidad de calostro que produce la perra lactante.
Días de lactación | |||||
1 | 3 | 7 | 14 | 21 | |
Nutrientes | Calostro | Leche | Leche | Leche | Leche |
Proteínas (g/l) | 143,0 | 102,3 | 81,7 | 66,8 | 68,4 |
Inmunoglobulinas G (g/l) | 23,8 | * | 5,9 | 0,6 | 0,6 |
Lípidos (g/l) | 132,2 | 137,2 | 132,1 | 118,5 | 112,5 |
Lactosa (g/l) | 16,6 | 29,3 | 35,4 | 39,9 | 39,4 |
Calcio (mg/l) | 1.363 | 1.366 | 1.773 | 1.950 | 1.929 |
Fósforo (mg/l) | 935 | 914 | 1.166 | 1.175 | 1.359 |
Energía (kcal/l) | 1.831 | 1.761 | 1.657 | 1.493 | 1.444 |
* valor desconocido
Durante la gestación, el tejido mamario se va desarrollando bajo la influencia de estrógenos y progesterona y, finalmente, cuando los niveles de progesterona descienden bruscamente, se produce la secreción de calostro inducida por la prolactina. Algunos componentes del calostro se sintetizan en las células mamarias epiteliales (proteínas, lactosa, lípidos), mientras que otros componentes; como las Ig, leucocitos, hormonas y determinados factores de crecimiento; provienen de la circulación sanguínea materna.
El aspecto macroscópico del calostro es el de una secreción amarillenta más viscosa que la leche. Desde el punto de vista cualitativo, el calostro se puede diferenciar de la leche básicamente por su elevada concentración de proteínas (el doble que la de la leche secretada 2 semanas después del parto, siendo especialmente alto en Ig), por su nivel ligeramente superior de lípidos (10% más) y por el menor contenido de carbohidratos (la mitad que la leche) 5 6. Se ha determinado la concentración de los principales componentes del calostro, aunque los resultados varían en función del estudio realizado (debido a que el número total de estudios es escaso, existe una marcada variabilidad de una perra a otra y los métodos de análisis pueden ser muy diferentes). La concentración de proteínas se encuentra comprendida entre el 4-14%, la de lípidos entre el 6-13% y la de carbohidratos entre el 1,7-2,3% (5 7 8; y datos sin publicar).
Además de la caseína (60% del total de proteínas), otras proteínas que integran el calostro son las inmunoglobulinas (20-37% del total de proteínas) 6 7 9 10. El calostro canino contiene inmunoglobulinas del tipo IgG, IgM e IgA, con predominio de las IgG (60-75% del total) y siendo indetectables las IgE. Inicialmente, el calostro presenta una concentración de IgG de 15-30 g/l, pero este nivel desciende rápidamente, siendo de ~5 g/l a los 7 días de lactación e inferior a 1 g/l a los 14 días (datos no publicados). La concentración de IgG en la leche es, por tanto, 20 veces inferior a la del calostro. Las IgA, inicialmente, representan el 16-40% de todas las Ig del calostro, para pasar a ser las Ig más abundantes de la leche 7 10 (Figura 1). La mayoría de las IgG provienen de la circulación sanguínea materna, y solo una pequeña proporción se sintetiza localmente en la glándula mamaria 11. La glándula mamaria es responsable de concentrar los niveles de IgG, de tal forma que el calostro suele tener el triple de IgG que el suero sanguíneo de la madre, a pesar de no existir una relación entre la concentración sérica de IgG y su concentración en el calostro 10 12. Esta concentración selectiva está controlada por el sistema endocrino, de manera que las IgG se acumulan en los alvéolos mamarios y no se liberan hasta después del parto 13. Por otro lado, la mayoría de IgA e IgM se sintetizan localmente por los linfocitos de la glándula mamaria 13.
El calostro contiene, además, inhibidores de la tripsina (ausentes en la leche) que reducen la degradación de Ig, aumentando potencialmente su absorción por el neonato 14. En el calostro también se encuentran sustancias antimicrobianas (como la lactoferrina y la lisozima), hormonas (cortisol, tiroxina, insulina y hormona del crecimiento) y factores de crecimiento (p.ej., factores de crecimiento similares a la insulina, factor de crecimiento epidérmico y factor de crecimiento nervioso 15). Estos componentes participan en el desarrollo y maduración de varios órganos, como la glándula tiroides y el intestino, siendo vitales para el crecimiento general del cachorro (ver más adelante).
El calostro canino presenta una elevada concentración de las enzimas gamma-glutamiltransferasa y fosfatasa alcalina, siendo respectivamente, 100 veces y 10 veces superior a la concentración sérica materna 16. Estas enzimas prácticamente están ausentes en la circulación sanguínea del cachorro recién nacido, por lo que si se detectan niveles séricos se puede confirmar que el neonato ha ingerido calostro (aunque los niveles enzimáticos no están correlacionados con la concentración de IgG).
Por último, el calostro canino contiene varios tipos de células, incluyendo macrófagos, neutrófilos y linfocitos. Estas células se pueden absorber antes de que la barrera intestinal del cachorro se cierre y, una vez absorbidas, o bien pasan a la circulación sanguínea o bien intervienen en la inmunidad celular, humoral o local del sistema digestivo 17.
El calostro proporciona inmunidad pasiva al neonato, de tal manera que a las 48 horas después de ingerirlo, la concentración sérica de IgG alcanza los 6 g/l. El 85-95% de las Ig circulantes del cachorro proviene del calostro 20. La función más específica del calostro es el aporte de inmunoglobulinas, reforzado por la presencia de antitripsinas. Esta función inmunitaria es determinante para la supervivencia del cachorro, ya que la infección es una de las principales causas de mortalidad en el neonato 21. Parece que la lactoferrina del calostro desempeña un papel marginal en la inmunidad del cachorro 22 y todavía no se ha determinado la función de las células inmunitarias del calostro. El cachorro debe ingerir calostro en las primeras 8 horas de vida para adquirir la inmunidad pasiva (Figura 2).
Este margen de tiempo es crítico por dos motivos:
La calidad inmunológica del calostro, en cuanto a la concentración de IgG, es bastante variable, tanto entre hembras como entre pares de glándulas mamarias de una misma hembra (Figura 3). En un estudio, realizado con 44 perras de 13 razas diferentes procedentes de un mismo criador, se observó que los niveles de IgG del calostro podían variar de una hembra a otra con un factor de 5; sin parecer que la edad, el tamaño de la raza y el tamaño de la camada influyeran en la calidad inmunológica del calostro 12. La concentración de IgG en 180 muestras de calostro de diferentes pares de glándulas mamarias fue de 0,8 a 61g/L, con un coeficiente de variación del 42% entre los pares mamarios de una misma hembra 12. Las mamas que producen calostro de mayor calidad varían de una hembra a otra, por lo que no se puede recomendar que el cachorro mame de un par mamario determinado. Con todo ello, la gran variabilidad en la calidad inmunológica del calostro entre las diferentes hembras (y entre diferentes mamas de una misma hembra) puede explicar el mayor riesgo de mortalidad neonatal en determinadas camadas.
El calostro es la principal fuente de IgG, las cuales forman parte de la inmunidad sistémica, mientras que las IgA son responsables de la inmunidad digestiva y local, particularmente, de la inmunidad de las mucosas. Las IgA del calostro intervienen en los mecanismos de defensa local del sistema digestivo, y esta función se mantiene durante la lactación, ya que la leche tiene un alto contenido en IgA.
Además de las IgA absorbidas hacia el torrente sanguíneo, antes de producirse el cierre de la barrera intestinal, también existe una proporción de IgA que se distribuye en la superficie de las mucosas, digestiva y no digestiva 20 23.
Aunque la transferencia de Ig de la madre ayuda a reducir la mortalidad neonatal, esta inmunidad de origen materno puede interferir con la vacunación al final de la etapa pediátrica, cuando el cachorro tiene 6-8 semanas de edad. Cuanto mayor sea la concentración de IgG a los 2 días de edad, mayor será el nivel de IgG durante el periodo pediátrico 24, aumentando así el riesgo de una protección insuficiente después de la vacunación. Sin embargo, esta interferencia inmunitaria también depende de cada individuo, de la inmunogenicidad de la vacuna y de la dosis administrada.
El valor energético del calostro es, como mínimo, un 20% superior al de la leche, aunque el contenido energético puede variar de una hembra a otra (esta variación es bastante pequeña, con un factor de 1,6) y pueden existir ligeras diferencias entre pares de glándulas mamarias de una misma hembra (con un coeficiente de variación del 8%, en contraste con el 42% correspondiente a la variación inmunológica).
La edad, raza y tamaño de la camada no parecen influir en el valor energético del calostro. El 52% de la energía del calostro procede de las proteínas y el 40% de los lípidos, existiendo variaciones que se deben principalmente a las diferencias en el contenido de lípidos 25.
Es interesante señalar que, aunque el aporte de inmunoglobulinas y de energía a través del calostro influye en el riesgo de mortalidad del cachorro durante el periodo neonatal 3 4, no existe una correlación entre el valor inmunológico y el valor energético del calostro 28. Además, la cantidad de calostro que debe ingerir como media un cachorro para adquirir una inmunidad adecuada es de 1,3 ml por 100 g de peso del cachorro (asumiendo que los niveles séricos de IgG del cachorro alcanzan 2,3 g/l, con una absorción del 40%, un hematocrito del 35% y una concentración de IgG en el calostro de 20 g/l); mientras que la cantidad de calostro que debe ingerir como media un cachorro para cubrir sus necesidades energéticas es mucho mayor, siendo 12 ml por 100 g de peso del cachorro (con unas necesidades energéticas de 212 kcal/kg/día cuando el calostro tiene 1800 kcal/l).
Aunque puede parecer que cubrir las necesidades energéticas del cachorro es mucho más difícil que cubrir las necesidades inmunológicas, el porcentaje de cachorros con deficiencias energéticas es solo ligeramente superior (30%) al del deficiencias inmunitarias (20%) (Figura 5). En algunas especies se ha podido determinar la concentración mínima de IgG y de energía que debe contener el calostro para poder controlar la mortalidad neonatal, pero en el caso del perro estos valores se desconocen.
Desarrollo de los órganos
El calostro, además de contribuir al crecimiento del cachorro, también interviene en el desarrollo y maduración de determinados órganos, particularmente, del sistema gastrointestinal. Esto es debido a su contenido en hormonas y factores de crecimiento. En un estudio se observó que los cachorros alimentados con calostro tenían el tracto gastrointestinal un 60-95% mejor desarrollado que los cachorros de mismo peso que recibieron un lactorreemplazante 26, sin embargo, según otros estudios, los datos que se obtuvieron al respecto no fueron concluyentes 27.
Producto | Efecto | Dosis |
Acepromacina | Tranquilizante; favorece la secreción de prolactina y aumenta la secreción de calostro | 0,1-0,2 mg/kg SC |
Metoclopramida | Secreción de prolactina | 0,1-0,2 mg/kg PO o SC cada 8h |
Aglepristona | Reduce la concentración de progesterona favoreciendo la secreción de prolactina | 15 mg/kg SC 59-60 días post-ovulación. Solo se recomienda administrarla 20-24 horas antes de la cesárea |
Ocytocina | Estimula la secreción del calostro pero no su producción | 0,5-2 UI SC cada 2h |
Suplementos de fenogreco o hinojo | Estimulan la secreción de leche pero se desconoce el mecanismo |
Administración oral; se desconoce la
dosis óptima
|
Cuando el cachorro no cuenta con la presencia de la madre o cuando la producción de calostro es insuficiente, es esencial proporcionar un sustituto del calostro para limitar el riesgo de mortalidad neonatal. Como mínimo se debe proporcionar energía, aunque lo ideal es proporcionar también inmunoglobulinas. La mejor opción consiste en disponer de otra madre que haya parido hace menos de 2-3 días para que adopte a los cachorros o para poder obtener de ella el calostro y proporcionarlo a los cachorros. Si la madre adoptiva tuvo el parto hace más de 2-3 días la leche será lo suficientemente energética (puesto que el aporte energético de la leche es solo un 20% inferior al del calostro), pero el aporte de IgG será deficiente; la leche contiene 1-2 g/l de IgG frente a los 20 g/l del calostro, siendo necesario administrar 13-26 ml de leche por cada ml de calostro para poder obtener la misma cantidad de IgG. Aunque no hay datos relativos a los cachorros, en los gatitos se ha demostrado que la transferencia de IgG de la leche de la gata adoptiva no es significativa 28. Los lactorreemplazantes no contienen inmunoglobulinas caninas y tienen una concentración energética aproximada de 1 kcal/ml (es decir, la mitad de la del calostro) 29 permitiendo garantizar el aporte nutricional pero no el aporte inmunológico.
En cambio, el suero sanguíneo de un perro adulto contiene inmunoglobulinas, aunque a una concentración unas 3 veces inferior a la del calostro; pero su aporte energético es limitado. Se ha estudiado el efecto de la administración oral de suero sanguíneo a cachorros que no recibieron calostro, observándose un aumento en las IgG circulantes, aunque la concentración alcanzada fue mucho menor que con el calostro 18 19.
Sin embargo, en un estudio 18 se observó que la administración oral de suero canino a recién nacidos privados de calostro permitía alcanzar unos niveles razonables de IgG. Esto sugiere que, al menos en algunos cachorros, es posible obtener una concentración mínima protectora de IgG (es decir 2,3 g/l) mediante la administración de suero sanguíneo.
Actualmente, se está investigando la utilidad del calostro bovino como fuente de inmunoglobulinas heterólogas, dada la facilidad y rápida disponibilidad con la que se pueden obtener, pero todavía no se ha evaluado el valor inmunológico o nutricional para el cachorro. Otra fuente importante de Ig son las IgY de huevos de gallinas inmunizadas. En un estudio reciente se ha demostrado que la administración oral de anticuerpos específicos frente a patógenos caninos (E.coli y CPV2), obtenidos a partir de huevos hiperinmunizados, proporciona inmunidad al cachorro. Los autores administraron IgY por vía oral a cachorros cuando todavía no se había producido el cierre de la barrera intestinal, obteniendo resultados prometedores en cuanto al estado de salud general y con un mayor crecimiento durante las 3 primeras semanas de vida (datos no publicados).
Ante la falta de un sustituto ideal del calostro, la única opción disponible hoy en día es la de contar con un banco de calostro canino, como los que se utilizan en el manejo de ganado vacuno y en caballos. Los criadores pueden obtener el calostro de una perra el segundo día después del parto (para asegurar que también se ha transferido la inmunidad pasiva a sus propios cachorros). En general, la técnica para extraer calostro de una perra es sencilla; se debe limpiar la piel con un desinfectante que contenga clorhexidina y utilizar tubos de plástico de pequeño volumen para recoger el calostro, que posteriormente se almacenan en el congelador (Figura 6).Según sea necesario se van descongelando pequeñas cantidades de calostro (a 37ºC (98,6 ºF)), no debiéndose utilizar en ningún caso el microondas. El calostro se puede administrar con un biberón o con una sonda a una dosis de 1,5 ml por 100 g de peso del cachorro y día.
El calostro canino es una secreción cuya composición es muy específica con el fin de satisfacer las necesidades tan particulares de los cachorros, incluyendo necesidades inmunológicas, energéticas y de determinados factores para el crecimiento y desarrollo de los órganos. La cantidad de calostro ingerido puede ser un factor limitante para la supervivencia de algunos de los cachorros de la camada, y todavía queda por determinar la influencia de la nutrición de la madre en la cantidad y calidad del mismo. Desde el punto de vista práctico, el desarrollo de sustitutos o suplementos del calostro que proporcionen un refuerzo inmunológico frente a patógenos caninos, además de la energía necesaria, representa un avance fundamental en el control de la mortalidad neonatal del cachorro.
Agradecimientos
Las autoras quieren expresar su agradecimiento a las personas que han contribuido al mejor conocimiento del calostro canino, particularmente, a Karine Reynaud, Elie Marcheteau, Marie-Blanche Bertieri, Jennifer Anne, Maelys Martin, Milène Gonnier, Lisa Rossig y Stéphanie Coinus.
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Sylvie Chastant
La Dra. Chastant-Maillard se licenció por la Facultad de Veterinaria de Alfort (Francia) en 1990 y obtuvo el doctorado de investigación sobre preimplantación de los embriones mamíferos en 1995 Leer más
Hanna Mila
Hanna Mila se graduó por la Facultad de Veterinaria de Wrocław (Polonia) en 2009, donde trabajó durante dos años en la Clínica de reproducción de pequeños animales. Leer más
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