Los protocolos en la clínica veterinaria (II)
En esta segunda parte del artículo, los autores tratan sobre cómo motivar al equipo y cómo diseñar e implementar con éxito los protocolos en la clínica.
Número de edición 32.1 Otros artículos científicos
Fecha de publicación 20/04/2022
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Las curvas de crecimiento infantiles no son nada nuevo, pero este concepto se ha desarrollado recientemente en perros y hoy en día estas curvas son parte esencial del kit de herramientas del veterinario.
El Waltham Centre ha desarrollado unas curvas de crecimiento de cachorros como herramienta del equipo veterinario que ayuda a valorar si el crecimiento de un cachorro es el adecuado a su edad.
Las curvas de crecimiento se pueden utilizar en las revisiones rutinarias de los cachorros y ayudan a garantizar que durante su desarrollo estén recibiendo una nutrición adecuada.
Actualmente existen diez curvas de crecimiento para perros, clasificadas en función del sexo (macho o hembra) y del tamaño adulto estimado.
Las curvas de crecimiento genéricas no son adecuadas para los perros de razas gigantes (>40 kg), por lo que el veterinario debe elaborar una curva específica para cada perro de este grupo de tamaño.
Las consultas de cachorros y gatitos forman parte de la rutina diaria de la clínica veterinaria, suelen ser agradables para todos los implicados y son sumamente importantes para conseguir que la nueva mascota tenga el mejor comienzo posible. Al menos parte de la consulta se debe dedicar a hablar sobre cómo garantizar la alimentación más adecuada para el recién llegado, por lo que, antes de abordar el tema de las curvas de crecimiento, conviene repasar por qué es tan importante hablar de nutrición en estas primeras visitas.
Programar consultas cada una o dos semanas para revisar el peso de un cachorro, pueden ser una gran oportunidad no solo para controlar el crecimiento, sino también para socializar a un cachorro nuevo. Los perros y los gatos pueden aprender a establecer una asociación positiva con la clínica mediante recompensas, felicitaciones o premios, cuando, por ejemplo, se suben a una báscula o se dejan explorar para valorar la puntuación de la condición corporal (PCC).
Los propietarios de un nuevo cachorro o gatito visitarán la clínica con mucha frecuencia durante el primer año de vida: para vacunar, desparasitar o esterilizar. Todas estas consultas son grandes oportunidades para comprobar con el propietario que todo vaya bien y evaluar el crecimiento del nuevo miembro de la familia, así como para resolver cualquier duda sobre la alimentación (Figura 1).
La Asociación para la Prevención de la Obesidad en Mascotas declaró en el 2018 que casi el 60% de los perros y gatos domésticos de Estados Unidos tenían sobrepeso u obesidad 1. Los programas de pérdida de peso pueden resultar complicados para completarlos. Algunos propietarios necesitan más tiempo para convencerse y poder plantearles un plan de pérdida de peso para que su mascota alcance una puntuación de la condición corporal ideal cuando, a lo mejor, tiene un 15%, o incluso más de un 20%, de exceso de grasa corporal. El equipo de la clínica se debe sentir cómodo con este tipo de conversaciones difíciles o instaurando un plan de control de la pérdida de peso, aunque otro enfoque para esta epidemia de la obesidad es centrarse en la prevención. ¿Qué mejor momento para prevenir la obesidad que cuando el animal es joven y está sano? Si el equipo de la clínica habla de los riesgos de la obesidad en esa etapa de la mascota y proporciona, a sus motivados propietarios, herramientas para evitar que sus nuevas mascotas engorden demasiado, será posible disminuir el número de animales que desarrollen sobrepeso u obesidad. Los propietarios de cachorros, con la formación adecuada sobre temas como el aumento de peso ideal durante el crecimiento, la puntuación de la condición corporal, el control de la ración y los premios, estarán más receptivos a las recomendaciones veterinarias en cuanto se detecte un aumento de peso excesivo.
Los propietarios quieren hablar de nutrición con el personal de la clínica veterinaria que atiende a su mascota y mantener este tipo de conversaciones en la etapa inicial de la vida del animal, demuestra proactividad y transmite el mensaje de que la clínica es la mejor fuente de información sobre nutrición. De este modo, si los propietarios también reciben recomendaciones nutricionales por parte de un criador, un amigo, empleado de una tienda de mascotas o de cualquier otra persona, es de esperar que lo comenten en la clínica para pedir opinión antes de seguir dichas recomendaciones.
Existe un motivo por el que todos adoramos las consultas con los cachorros o gatitos, aparte de por la oportunidad de tener en brazos un nuevo paciente sano y adorable. Los nuevos propietarios se sienten tan emocionados como el personal de la clínica y suelen estar deseando enseñar a todos su nuevo y adorable miembro de la familia. Probablemente, también estén más dispuestos a hacer todo lo posible para mantener sana a su mascota y suelen estar motivados a escuchar consejos sobre cómo proporcionar la mejor nutrición. Algunas recomendaciones nutricionales, como pesar la ración o evitar premios con un aporte elevado de calorías pueden desmotivar a los propietarios de animales enfermos, ya que pueden sentirse abrumados por las recomendaciones terapéuticas, quedando relegada la nutrición a un segundo plano. Los nuevos propietarios pueden ser más receptivos y estar más dispuestos a seguir las recomendaciones nutricionales y, esta actitud desde un principio, puede facilitar mucho la colaboración durante toda la vida de la mascota. Además, los estudios sobre comunicación con el cliente en el entorno de la clínica veterinaria han revelado que los propietarios quieren colaborar con el veterinario 2. Si hablamos sobre nutrición desde el principio, podremos establecer una forma de colaboración con el cliente y crear un vínculo entre el veterinario y el cliente más fuerte.
Con todo esto en mente, ha llegado el momento de analizar una interesante herramienta que toda clínica veterinaria debería tener en su kit de herramientas de nutrición: las curvas de crecimiento.
Las curvas de crecimiento pueden resultar más familiares a aquellos propietarios que también tienen hijos, ya que los pediatras y las enfermeras usan estas curvas como herramienta para seguir el crecimiento del bebé o niño. Consisten en varias curvas de diferentes percentiles elaboradas según una serie medidas (altura, peso, índice de la masa corporal (IMC) y edad) 3 y en medicina humana se llevan utilizando desde 1977 como herramienta para valorar si el crecimiento de un niño es adecuado. De forma similar, el Waltham Centre, que es el instituto de ciencia e investigación de Mars Petcare, ha desarrollado unas curvas de crecimiento para perros 4. Estas curvas se han elaborado a partir de datos de decenas de miles de perros sanos y actualmente son una herramienta útil para que el equipo veterinario pueda valorar si el crecimiento de un cachorro es el adecuado a su edad.
Sin embargo, un factor adicional que se tuvo que tener en cuenta al elaborar las curvas de crecimiento de cachorros es la gran variedad de razas de diferentes tamaños, por lo que no hay una única curva de crecimiento para todos los tamaños. Actualmente, existen 10 curvas de crecimiento para perros, en función del sexo (macho o hembra) y del peso adulto estimado (<6,5 kg, 6,5-9 kg, 9-15 kg, 15-30 kg y 30-40 kg) 5.
Para utilizar una curva de crecimiento en un cachorro, es necesaria la siguiente información:
Una vez obtenidos estos datos, se podrá imprimir la curva de crecimiento correspondiente para ir marcando en ella los puntos correspondientes al peso y la edad. Las 10 curvas de crecimiento se encuentran disponibles para descargar en PDF en esta página web: https://www.waltham.com/resources/puppy-growth-charts.
Caitlin Grant
Para interpretar los datos con mayor precisión, es necesario pesar frecuentemente al cachorro, especialmente en la primera etapa de su vida. De esta manera se puede determinar qué curva de percentil ha iniciado durante los primeros meses de vida para tener una idea más aproximada del peso objetivo para cada edad. Los cachorros se deben pesar como mínimo cada dos semanas, pero lo ideal es pesarlos semanalmente. El cachorro se debe pesar a la misma hora del día, ya que el peso puede variar a lo largo del día, dependiendo del tiempo transcurrido desde la última comida, de si ha defecado o no y del estado de hidratación del cachorro.
A algunos propietarios, por problemas de distancia o falta de tiempo, les puede resultar muy complicado acudir a la clínica semanalmente para pesar al cachorro, por lo que se pueden utilizar en casa las siguientes opciones:
Si el propietario puede pesar al cachorro semanalmente en casa, lo ideal es que siga acudiendo a la clínica cada cuatro semanas (a menudo coincidirá con las citas para las vacunas de refuerzo), lo que permitirá al equipo veterinario asegurarse de que el crecimiento del cachorro es adecuado y valorar su PCC.
Al elaborar la curva de crecimiento de un paciente es importante saber utilizarla correctamente. Una vez determinada la curva del percentil en el que está creciendo el cachorro, se obtiene gracias a ella una predicción bastante precisa del ritmo de crecimiento esperado. En un estudio reciente se compararon los datos de la curva de crecimiento de perros sanos y de perros con una condición corporal anormal 6 y se observó que en los perros sanos las desviaciones del percentil fueron muy poco frecuentes, mientras que en los perros que a los tres años de edad tenían obesidad su ritmo de crecimiento fue más rápido, pasando por encima de dos o más curvas de percentil durante el periodo de crecimiento. Por tanto, la curva de crecimiento se debe utilizar para comprobar que el cachorro sigue la misma curva de percentil desde el inicio y se debe evitar el cambio a otro percentil. Si un cachorro se acerca a una curva superior a la suya, está creciendo demasiado rápido y se debe reducir el aporte de energía, mientras que, si se acerca a una curva inferior, está creciendo demasiado despacio y se debe aumentar la ingesta de energía.
Las revisiones de peso no consisten simplemente en subirse a la báscula y registrar el peso en la curva de crecimiento. El equipo veterinario puede aprovechar esta oportunidad para revisar otros aspectos importantes:
Remus es un cachorro cruce de Pastor Alemán y Collie (Figura 2) adoptado de una protectora por su nueva propietaria, que empezó a darle un alimento comercial especialmente formulado para cachorros de Pastor Alemán. Durante la primera visita a la clínica, se registró el peso de Remus a las 10 semanas de edad y su propietaria ya conocía el peso registrado en la protectora a las 8 semanas de edad. Como es un perro mestizo, es más difícil determinar el peso de adulto, pero se estimó que la curva más adecuada para él era la de 30-40 kg.
Su peso a las 10 semanas fue de 6 kg, lo que se reflejó en la curva de crecimiento. Su propietaria decidió darle un alimento seco comercial formulado para cachorros, concretamente Puppy Large Dog de Royal Canin. Este alimento proporciona 366,7 kcal por 100 gramos, o 352 kcal por vaso medidor. Se estimó que las necesidades energéticas de Remus eran de 805 calorías al día (NED = 3 X NER), ya que tenía menos de 4 meses de edad *) 7 (normalmente, para cachorros de más de 4 meses de edad se utiliza la fórmula de 2 X NER, mientras que las necesidades de perros adultos castrados suelen ser de entre 1,4-1,6 X NER, aunque pueden variar dependiendo de los niveles de actividad). A Remus se le prescribió una ración diaria de 2 vasos medidores y ¼ (792 calorías).
* NER = necesidades energéticas en reposo; NED = necesidades energéticas diarias
Las siguientes revisiones se realizaron a las 14 y las 18 semanas de edad y el peso registrado fue de 12 kg y 16 kg respectivamente (Figura 3), lo que corresponde a la curva del percentil 50. En esta última visita la ración diaria se aumentó a 3 vasos medidores y ¼ (1144 calorías). La siguiente visita de Remus a la clínica fue a los 6 meses de edad. Se le realizó una prueba para detectar “gusanos del corazón” y comprobar su peso para prescribir antiparasitarios orales. Su peso en esta visita fue de 25 kg, lo que, según la curva de crecimiento, era ligeramente superior a lo previsto según su curva de crecimiento (Figura 4). En ese momento, su ración diaria era de 4 vasos medidores y ½ (1584 calorías), por lo que se recomendó reducir el 10% de la ingesta de calorías (es decir, 389 gramos (1426 calorías)). También se indicó a la propietaria pesar la ración en una balanza de cocina en gramos para una mayor precisión 8, y como le preocupaba que al reducirle la ración pidiera más comida, empezó a utilizar un comedero de ingestión lenta tipo puzle (Figura 5).
Remus acudió a las consultas de seguimiento a las 28 y 30 semanas de edad. El peso a las 28 semanas fue de 26 kg y, dado que parecía estar acercándose a su curva (Figura 6), no se recomendó ningún cambio en la ración. A las 30 semanas, su peso fue de 27 kg y volvió a estar en su curva del percentil 50. La propietaria decidió comprar una báscula para poder pesar a Remus en casa con más frecuencia y realizar los correspondientes ajustes en la ración si fuera necesario (Figura 7). Cuando Remus cumplió un año de edad su peso fue de 32 kg, lo que, según la curva de crecimiento, era exactamente lo que estaba previsto.
En última instancia, nuestro objetivo como veterinarios es preparar a los clientes para tener éxito como propietarios y el mejor momento para empezar es en las primeras etapas de la vida del cachorro o gatito. Hablar sobre nutrición, seleccionar un alimento adecuado y recomendar el control de la ración forma parte de la responsabilidad del equipo veterinario, además de realizar un seguimiento del peso y la condición corporal, recomendar el uso de premios bajos en calorías y pesar la ración en una balanza en gramos. Implementar todas estas medidas desde el inicio, puede ser útil para formar a los propietarios sobre cómo garantizar la salud de su mascota para que tenga una vida larga y feliz.
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Coe JB, Rankovic A, Edwards TR, et al. Dog owner’s accuracy measuring different volumes of dry dog food using three different measuring devices. Vet. Rec. 2019;185(19):599.
Caitlin Grant
La Dra. Grant se licenció con honores por la Facultad de Veterinaria de Ontario (OVC) en el 2014 y comenzó su carrera profesional como veterinaria asociada en una clínica privada de pequeños y grandes animales. Leer más
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