Entrenamiento del equilibrio en perros

Introducción

Mantener el equilibrio durante la actividad normal y cuando se produce un cambio inesperado de la misma es vital para un animal y depende de la denominada estabilidad postural (EP). Los sistemas responsables de la EP son el sistema visual, el somatosensorial y el vestibular del sistema nervioso central. Estos sistemas coordinan los músculos estabilizadores de la postura, lo que permite responder rápidamente a cualquier alteración del equilibrio. Los ejercicios de equilibrio son parte integrante del programa de rehabilitación de pacientes con trastornos neurológicos y ortopédicos con la finalidad de mejorar la función muscular y promover la estabilidad postural. Además, se debe recomendar proactivamente el entrenamiento propioceptivo tanto en perros de deporte, para prevenir lesiones 1,2,3 como en animales de edad avanzada, para mantener una buena calidad de vida 4. En este artículo se repasa brevemente el concepto de estabilidad postural y se describen los ejercicios que pueden ayudar a mejorar y mantener el equilibrio en el perro.

Comprender la estabilidad postural y el mantenimiento del equilibrio

El centro de presión corporal (CP) es un concepto fundamental en el estudio del movimiento y el equilibrio. Básicamente representa el centro de masa del cuerpo, que con el movimiento se desplaza manteniéndose dentro de la base de apoyo (área bajo el cuerpo delimitada por los puntos de contacto del cuerpo con la superficie de apoyo). El CP determina los movimientos musculares necesarios para mantener el equilibrio 5, mientras que el área bajo el cuerpo que el animal utiliza para mantener el equilibrio, es decir, la base funcional de apoyo 5,6, depende de la amplitud del área ocupada en estación. Si el CP se sale de la base funcional de apoyo, el individuo deberá adoptar medidas compensatorias para evitar caerse 7.

En estudios en medicina humana, se ha encontrado que cuando las personas se mantienen de pie con una sola pierna se produce un aumento del desplazamiento del CP, mientras que cuando la persona se encuentra en una posición con una base de apoyo más amplia, el equilibrio se mantiene mejor (lo que no es sorprendente) 8,9. Para evaluar el equilibrio en perros se puede realizar la prueba de tres patas 10 y se ha propuesto un sistema de puntuación del equilibrio en pequeños animales que incluye actividades como sentarse, adoptar varias posiciones en estación, girar y subir escaleras 11. En un estudio se consiguió evaluar objetivamente la EP en animales con los ojos vendados sobre una plataforma de equilibrio motorizada 12, y en otro estudio en perros, se realizaron pruebas de posturografía utilizando una plataforma y un dispositivo de entrenamiento para crear diferentes situaciones de dificultad variable, observándose un aumento de los parámetros del CP respecto a la postura estándar en estación 13; en las situaciones más difíciles de la plataforma los perros tuvieron que modificar su posición dando pasos como medida protectora porque su CP superaba la base funcional de apoyo. En condiciones estándar los perros mostraron un desplazamiento del CP más amplio en la dirección craneocaudal que en la dirección mediolateral, pero en las situaciones difíciles, el desplazamiento en ambas direcciones fue el mismo 13.

Déficit de control postural

En animales de edad avanzada o con enfermedades musculoesqueléticas se suele observar un aumento de la inestabilidad postural que afecta a la estabilidad articular y a la función muscular 14. Se producen alteraciones en los husos musculares y en las vías neurales que, con el tiempo, darán lugar a una reducción de las señales propioceptivas y, por tanto, una menor estabilidad 15. Se ha observado que los perros con rotura del ligamento cruzado anterior (RLCA) responden peor en las pruebas de equilibrio y muestran una menor estabilidad postural que los perros sanos 16,17, al igual que los perros con osteoartritis de la rodilla secundaria a la RLCA, osteoartritis de codo, sarcopenia y los perros de edad avanzada 18,19; es interesante mencionar, que también se observó que la osteoartritis de codo tenía un mayor impacto en la estabilidad que la osteoartritis de rodilla 18. Por lo tanto, en los perros con afecciones musculoesqueléticas o de edad avanzada, es esencial abordar los problemas posturales ya que así se puede contribuir al bienestar y prolongar la esperanza de vida 20.

Programas de entrenamiento de la estabilidad postural

Los programas de entrenamiento han demostrado unos resultados prometedores en la EP en estudios tanto de medicina humana como de medicina veterinaria 20 – por ejemplo, en un estudio se encontró que el entrenamiento semanal de equilibrio y fuerza estaba relacionado con un menor riesgo de RLCA en perros de agility 3, y en perros con RLCA o luxación medial de la rótula se consiguió una mejoría más notable de la distribución del peso en las extremidades posteriores, del equilibrio y de la funcionalidad de la rodilla con un programa de entrenamiento en casa de 12 semanas de duración, en comparación con los métodos de rehabilitación estándar 21. En medicina veterinaria, el entrenamiento de la EP, suele pasarse por alto a pesar de su importancia para la prevención y el tratamiento de trastornos musculoesqueléticos y neurológicos; según una encuesta solo el 42,7% de los tutores de perros de trabajo utilizan medidas preventivas y solo el 2% realiza entrenamientos de equilibrio 22.

En la literatura veterinaria se puede encontrar la descripción de diversos ejercicios de equilibrio, pero es esencial adaptar los ejercicios a las necesidades específicas de cada paciente. A continuación, se describen algunos de los ejercicios más frecuentes, clasificados por su nivel de dificultad (principiante, intermedio y avanzado). El nivel “principiante” es para perros no entrenados con problemas ortopédicos o neurológicos, el nivel “intermedio” es para perros entrenados con los mismos trastornos anteriormente mencionados o para perros sanos, y el nivel “avanzado” es para atletas caninos, pero hay que tener en cuenta que la idoneidad del ejercicio también depende del estado particular del perro y de la enfermedad 2.

Entrenamiento de nivel principiante

Los ejercicios que se describen a continuación son adecuados para perros con diferentes niveles de habilidad, incluyendo principiantes y perros con determinados problemas de salud. Los ejercicios se pueden adaptar a la capacidad individual del perro, aumentando gradualmente la dificultad y garantizando en todo momento la seguridad y el bienestar del animal. Los entrenadores pueden utilizar un arnés para proporcionar un apoyo máximo (75-100% del peso corporal) o parcial (< 75% del peso corporal) 2.

Pisar o caminar sobre superficies con diferentes texturas

El sistema somatosensorial es fundamental para la propiocepción. En pacientes con pérdida neurológica de la sensación somatosensorial, proporcionar diferentes superficies desempeña un papel fundamental en el restablecimiento de la sensibilidad, por lo que a estos pacientes se les hace caminar o estar de pie sobre superficies con texturas diferentes.

Ejercicios de cambio de peso en estación

Los ejercicios de cambio de peso suelen recomendarse para mejorar la propiocepción y el tono muscular, sobre todo en pacientes neurológicos o con poca masa muscular. Estos ejercicios suelen mejorar la estabilidad postural y ayudan a activar los músculos, pero en un perro bien musculado y sin déficits neurológicos pueden no proporcionar ningún beneficio. El entrenador debe aplicar presión cerca de las articulaciones de la cadera (Figura 1) o de los hombros alternativamente para intentar desestabilizar la postura, sobre todo en dirección mediolateral 2. Los perros muestran una mayor inestabilidad en esta dirección, por lo que se debe tener cuidado al provocar la desestabilización lateral. Los pasos compensatorios indican que la presión ha sido excesiva por lo que se deben realizar los ajustes necesarios o ayudar al perro. Otra técnica consiste en provocar el desplazamiento del peso mediante el movimiento de la cabeza y para ello se pueden utilizar premios, de nuevo, teniendo suficiente cuidado para evitar los pasos compensatorios.

En el nivel principiante también se puede utilizar material de entrenamiento para realizar los ejercicios. En rehabilitación canina se utilizan tanto las tablas de equilibrio bidireccionales como las multidireccionales (Figuras 2 y 3), pero estas últimas pueden provocar movimientos más incontrolables e intensificar el nivel de dificultad y el posible estrés 2, por lo que en perros principiantes es preferible utilizar una tabla bidireccional craneocaudal Para garantizar la seguridad del paciente es aconsejable proporcionar ayuda al realizar los ejercicios, especialmente en la dirección mediolateral. Aunque los cojines oscilantes o de bamboleo (Figura 4) inicialmente pueden resultar demasiado exigentes para algunos perros, suponen una alternativa económica y son más fáciles de utilizar, sobre todo en comparación con las tablas de equilibrio multidireccionales. Si el entrenamiento se realiza en condiciones controladas también se pueden utilizar plataformas motorizadas (Figura 5) 13.

Entrenamiento de equilibrio dinámico 

Una manera efectiva de entrenar el equilibrio es hacer que el perro responda a órdenes como dar la pata, sentarse y tumbarse, teniendo en cuenta que los ejercicios se deben adaptar a la capacidad del paciente. Una prueba clave para evaluar el sistema postural es hacer que el perro se sostenga sobre tres patas 10; normalmente, debe levantar primero la extremidad diagonalmente opuesta a la afectada, después la ipsilateral y posteriormente la contralateral 2. En animales con deficiencias ortopédicas o neurológicas puede ser necesario modificar los ejercicios más sencillos, como sentarse y levantarse, para proporcionar ayuda utilizando, por ejemplo, un arnés o correa de apoyo para la pelvis. Estas modificaciones pueden ayudar a los perros de edad avanzada a recuperar la fuerza muscular y la autonomía en actividades cotidianas.

Entrenamiento de nivel intermedio

Los ejercicios mencionados anteriormente se pueden adaptar al nivel intermedio realizando ligeros ajustes y, una vez más, siempre que la salud ortopédica y neurológica del perro sea lo suficientemente estable como para soportar estas exigencias. 

Ejercicios de cambio de peso en estación

Para realizar ejercicios de desplazamiento de peso con el animal en estación se utilizan tablas oscilantes o de bamboleo bidireccionales y multidireccionales que desafían el equilibrio del animal. La tabla se mueve en varias direcciones durante la sesión, pero se debe prestar apoyo continuo al animal para evitar caídas. Al principio, las sesiones deben ser breves y con pocas repeticiones.

Entrenamiento de equilibrio dinámico

Además de introducir nuevos retos en los ejercicios anteriores se recomienda incorporar algunos nuevos. Para aumentar la dificultad de muchos ejercicios, incluyendo el cambio de peso o sentarse y levantarse se pueden utilizar superficies inestables, como la de los cojines oscilantes, teniendo en cuenta que cuanto más blando es el cojín, mayor es el reto. El ejercicio de la carretilla (Figura 6) consiste en levantar las extremidades posteriores, lo que promueve un mayor uso de las extremidades anteriores y supone un desafió en cuanto a la postura, la coordinación y la fuerza. El ejercicio de baile (Figura 7) se basa en elevar las extremidades anteriores para trabajar las posteriores y, aunque el baile se puede realizar tanto hacia delante como hacia atrás, este último es más desafiante y adecuado para pacientes con un nivel de forma física avanzado 2. Otro ejercicio que habitualmente se realiza en fisioterapia canina consiste en caminar con obstáculos es; los ejercicios con Cavaletti (Figura 8) suponen un reto para la EP. En perros sanos, el movimiento del CP de las extremidades posteriores se ralentiza durante el cruce de obstáculos, lo que favorece el movimiento controlado de las extremidades, la propiocepción y el equilibrio, pero este ejercicio no modifica significativamente el apoyo de las extremidades en perros sanos 23. Inicialmente, los palos deben colocarse en el suelo para una introducción suave, con una separación entre ellos de al menos la longitud del perro; la altura se puede aumentar gradualmente 1-2 cm por sesión, pero no debe superar el nivel de la articulación carpiana. La marcha en eslalon (Figura 9) consiste en recorrer un trayecto marcado por postes o conos; de este modo se trabajan varios grupos musculares, se fomenta la fuerza y la flexibilidad y se mejora la agilidad, la coordinación y la propiocepción.

Entrenamiento de nivel avanzado

Ejercicios combinados

Para aumentar la dificultad de los ejercicios de nivel intermedio mencionados anteriormente se pueden incorporar superficies inestables. Combinar varias superficies utilizando cojines de bamboleo y palos de Cavaletti, o colocar los cojines de bamboleo sobre las tablas de equilibrio es una forma de añadir más dificultad al reto de la EP (Figura 10). Como ya se ha mencionado antes, el baile puede ser beneficioso en perros con una forma física de nivel intermedio a avanzado. El baile hacia delante es adecuado incluso para pacientes de nivel avanzado. Del mismo modo, caminar hacia atrás supone un reto para el perro y, tal y como se ha demostrado en rehabilitación humana 23, tiene efectos positivos en la EP. Por lo tanto, es un ejercicio excelente en pacientes de nivel avanzado; mejora la carga de las extremidades posteriores, la propiocepción y la coordinación de las extremidades, aunque inicialmente, los perros no deben dar más de 2-3 pasos hacia atrás.

Movimientos con posición agachada 

El juego del limbo (Figura 11) es un ejercicio que consiste en hacer que el perro pase por debajo de una barra horizontal y se puede utilizar como introducción al movimiento de agacharse. No solo fomenta la flexibilidad física, sino que también mejora la conciencia corporal y la coordinación. Al principio la barra se coloca a una altura ligeramente inferior a la del perro y durante la realización de este ejercicio se deben utilizar todas las extremidades de forma simétrica; se deben evitar los desplazamientos laterales o los resbalones. También se pueden utilizar túneles, con la ventaja de que el animal permanece agachado durante más tiempo.

Pelotas de cacahuete

Utilizar una “pelota de cacahuete” alargada (Figura 12) para el entrenamiento del equilibrio supone incorporar un elemento adicional que incrementa la dificultad y exigencia del ejercicio. La pelota proporciona una superficie inestable, que obliga al perro a utilizar varios grupos musculares para mantener el equilibrio. Se puede utilizar tanto para ejercicios en estación, como en los de levantarse y sentarse, añadiendo otra dimensión al entrenamiento del equilibrio dinámico. Siempre se debe prestar especial atención al ejercicio para que sea una experiencia positiva y segura, promoviendo la progresión gradual hacia niveles más avanzados para garantizar el bienestar del perro durante todo el proceso de entrenamiento 2.

Conclusión

Los ejercicios de equilibrio son una parte fundamental de la medicina veterinaria ya que contribuyen a la rehabilitación de pacientes con afecciones neurológicas y ortopédicas al mejorar la función muscular y la estabilidad postural. El entrenamiento de la propiocepción está recomendado tanto en perros deportistas, para prevenir lesiones, como en animales de edad avanzada para mantener una buena calidad de vida. Comprender los mecanismos de la estabilidad postural, así como los déficits asociados al envejecimiento y a los trastornos musculoesqueléticos y realizar programas de entrenamiento adaptados es esencial para mejorar el equilibrio y el bienestar general del perro. La realización de ejercicios de distinto grado de dificultad incorporando progresivamente retos más complejos permite a los veterinarios y los tutores garantizar que el entrenamiento sea una experiencia positiva y segura que, en última instancia, beneficiará a la salud y longevidad del perro.