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Veterinary Focus

Número de edición 34.1 Otros artículos científicos

Adenitis sebácea canina

Fecha de publicación 05/04/2024

Escrito por Elad Perry

Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , Português y English

¿Qué es la adenitis sebácea? Se trata de una enfermedad desconocida para muchos veterinarios, pero este artículo describe todo lo que necesitamos saber.

Folículos pilosos de un perro con cilindros foliculares

Puntos clave

La adenitis sebácea canina es una dermatopatía poco frecuente caracterizada por la inflamación y destrucción de las glándulas sebáceas.


El diagnóstico definitivo se basa en la anamnesis, los signos clínicos característicos y la histopatología.


Los signos clínicos varían según la raza, pero suelen incluir alopecia, eritema, cilindros foliculares y, en los casos más graves, infecciones secundarias.


Las opciones terapéuticas son tanto sistémicas como tópicas y el pronóstico varía según la gravedad y la respuesta al tratamiento. 


Introducción

La adenitis sebácea canina es un trastorno cutáneo que se caracteriza por tener una patogenia inflamatoria que afecta principalmente a las glándulas sebáceas, provocando su degeneración 1. Cualquier veterinario, de cualquier parte del mundo, puede encontrarse con este tipo de casos y para proporcionar una atención adecuada es esencial conocer en profundidad esta enfermedad. En este artículo se describe la adenitis sebácea, incluyendo la presentación clínica, el diagnóstico, los tratamientos disponibles y el pronóstico, con el objetivo de ayudar a los veterinarios a manejar esta complicada enfermedad.

Etiología

El término “adenitis sebácea” hace referencia a la inflamación y posterior destrucción de las glándulas sebáceas, responsables de la producción de sebo, una sustancia aceitosa que ayuda a mantener la salud de la piel y el pelo 1,2. La etiología exacta de la adenitis sebácea canina no se conoce del todo, pero se cree que tiene un origen multifactorial. Se sospecha que la predisposición genética desempeña un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad 1. En algunas razas, como el Akita y el Caniche, se ha asumido un patrón de herencia autosómico recesivo y, actualmente, se están realizando estudios para identificar marcadores genéticos específicos y mutaciones que puedan contribuir a la susceptibilidad de ciertas razas 3,4,5

Además de los factores genéticos, se cree que la disfunción inmunitaria contribuye en gran medida a la etiología 1. La destrucción glandular está relacionada con una respuesta inmunitaria mediada por células dirigida a componentes de las glándulas sebáceas. En el análisis inmunohistológico de muestras de pacientes afectados se ha evidenciado la presencia de células dendríticas presentadoras de antígeno y células T concentradas en la parte media del folículo, extendiéndose hasta el conducto sebáceo 6. Este hecho sugiere claramente una patogenia inmunomediada, lo que también se ve respaldado por la frecuente respuesta positiva al tratamiento con ciclosporina.

Otros posibles factores que contribuyen a la etiología son las anomalías en el metabolismo de los lípidos, el almacenamiento defectuoso de los lípidos o las anomalías en la queratinización, que pueden dar lugar a la obstrucción de los conductos sebáceos y posterior inflamación como consecuencia de la fuga de lípidos 1. Además, diversas situaciones estresantes, como en el caso de enfermedades, la anestesia general, las intervenciones quirúrgicas y la exposición al calor, pueden iniciar o agravar este trastorno 1,3. Además, la exposición a la luz solar puede empeorar aún más la enfermedad (fotoagravación) 1. Por lo tanto, es esencial comprender la posible implicación de estos factores para el diagnóstico y el tratamiento de la adenitis sebácea.

Reseña

La adenitis sebácea canina es una enfermedad cutánea rara y compleja que afecta principalmente a determinadas razas como el Caniche Gigante, el Akita, el Samoyedo, el Bichón Habanero y el Vizsla, aunque también puede afectar a perros mestizos 1,7. Suele observarse en perros adultos jóvenes o de mediana edad, aunque puede afectar a perros de cualquier edad. No se ha observado predisposición sexual 1,7.

Presentación clínica

Los signos clínicos y la gravedad de la enfermedad pueden variar significativamente de un perro a otro, aunque también influye la raza 8. En razas de pelo corto, como el Vizsla, el Pinscher Miniatura y el Teckel, las lesiones clínicas de la piel suelen empezar con un patrón anular caracterizado por la pérdida de pelo y eritema. En estas lesiones se suele observar una descamación fina, blanca y no adherente (Figura 1). Con el tiempo, las lesiones pueden aumentar de tamaño periféricamente, adquiriendo un aspecto policíclico o fusionándose entre sí afectando una mayor superficie del cuerpo (Figura 2) 1,6.

Hocico de un perro con adenitis sebácea

Figura 1. Dermatitis exfoliativa con descamación blanquecina adherida, eritema leve e hipotricosis en el hocico y la región periocular de un perro con adenitis sebácea.
© Elad Perry

Alopecia del tronco de un perro

Figura 2. Áreas alopécicas en forma de anillo o policíclicas en el tronco de un perro de raza Vizsla con adenitis sebácea.
© Elad Perry

Las lesiones cutáneas asociadas a la adenitis sebácea suelen presentar un patrón simétrico y afectan a determinadas zonas del cuerpo. Entre las áreas afectadas con más frecuencia se encuentran los pabellones auriculares (Figura 3), la cara (Figura 4), la cabeza y el dorso 1,9. En los casos más graves, se puede observar inflamación del oído externo (otitis externa) y se ha descrito la presencia de lesiones ulcerosas en los pabellones auriculares 10. Además, recientemente se ha publicado el caso de un perro con adenitis sebácea que presentaba blefaritis y disfunción de las glándulas de Meibomio 11.

Pabellón auricular de un perro con escamas adherentes

Figura 3. Descamación blanquecina adherida a la superficie cóncava del pabellón auricular en un perro con adenitis sebácea.
© Elad Perry

Alopecia en la cara de un perro Vizsla

Figura 4. Alopecia con descamación blanquecina a modo de polvo en la zona facial de un perro de raza Vizsla con adenitis sebácea.
© Elad Perry

Un signo característico de la adenitis sebácea es la presencia de cilindros foliculares, cuya visibilidad puede ser variable. Estos cilindros se caracterizan por estar formados por grupos de pelos apelmazados, recubiertos por una vaina de restos de queratina (Figuras 5 y 6). Estos restos permanecen adheridos al pelo por encima del poro folicular. Aunque esta característica no es totalmente específica, puede ser muy útil para el diagnóstico de la enfermedad 3,12.

Pelos de un perro con adenitis sebácea

Figura 5. Pelos de un perro con adenitis sebácea; las raíces están llenas de queratina (cilindros foliculares).
© Cortesía de la Dra. Caroline Léonard

Folículos pilosos de un perro con cilindros foliculares

Figura 6. Primer plano de los pelos de un perro con adenitis sebácea. Se pueden observar cilindros foliculares en el poro de los folículos pilosos.
© Cortesía de la Dra. Pavlina Bouza-Rapti

Los perros afectados pueden mostrar diversos grados de prurito, pero este signo no se considera descriptivo de la enfermedad a menos que también exista una pioderma secundaria 2,7. No obstante, cabe destacar que el autor ha observado en perros con adenitis sebácea la presencia de prurito incluso en ausencia de pioderma secundaria. Además, en un estudio en el que se revisaron las historias clínicas de 24 perros con adenitis sebácea se observó que 19 de ellos presentaban prurito y solo 8 tenían pioderma superficial concomitante 13.

En razas de pelo largo, como el Akita, el Caniche y el Samoyedo, la adenitis sebácea puede manifestarse de forma similar a las razas de pelo corto. El pelaje tiene un aspecto mate y apelmazado debido a la deficiente producción de sebo. Esto es más pronunciado en las razas de pelo largo que en las de pelo corto y suele afectar a la cabeza, los pabellones auriculares, el cuello, la espalda y la cola. Es frecuente la pérdida de pelo con o sin eritema, observándose áreas alopécicas, sobre todo en la espalda, la cola y el cuello (Figuras 7, 8 y 9) 7,12.

Tronco dorsal de un perro con descamación

Figura 7. Descamación y cilindros foliculares en el dorso de un perro con adenitis sebácea.
© Cortesía de la Dra. Tamara Weitzer

Pérdida de pelo extensiva en un perro

Figura 8. Pérdida de pelo grave en el tronco de un perro con adenitis sebácea.
© Cortesía del Dr. Ronnie Kaufmann

Perro Schnauzer con adenitis sebácea

Figura 9. Alopecia, descamación y cilindros foliculares en el tronco de un Schnauzer con adenitis sebácea.
© Cortesía del Dr. Ronnie Kaufmann

En las razas de pelo largo también se puede observar cambios que afectan al color y la textura del pelo, pasando de rizado a ondulado o liso. Estos cambios pueden evolucionar hacia un pelaje de pobre calidad, mate y quebradizo. La acumulación de células cutáneas muertas y el apelmazamiento del pelo puede favorecer el desarrollo de infecciones cutáneas bacterianas secundarias, lo que da lugar a prurito y malestar en el perro 1,7.

Diagnóstico

Es esencial diferenciar la adenitis sebácea de otras enfermedades cutáneas que puedan manifestarse de forma similar. En el diagnóstico diferencial se deben incluir la dermatitis atópica, la leishmaniosis (en zonas endémicas) y otras enfermedades infecciosas como la dermatofitosis, la demodicosis y la foliculitis bacteriana. También se deben tener en cuenta trastornos cutáneos inmunomediados como el pénfigo foliáceo y el lupus eritematoso cutáneo Además, los desequilibrios hormonales, las deficiencias nutricionales (como la deficiencia de zinc o de ácidos grasos) y los trastornos que responden a la dieta (como la dermatosis que responde al zinc o la dermatosis que responde a la vitamina A) también pueden tener una presentación clínica como la de la adenitis sebácea 1,7

Dados los posibles diagnósticos diferenciales y la variabilidad de los signos clínicos, para confirmar el diagnóstico es imprescindible adoptar un enfoque exhaustivo. El primer paso consiste en realizar una exploración clínica minuciosa en busca de signos característicos como las lesiones anulares, la pérdida de pelo, el eritema y la presencia de cilindros foliculares. La distribución de las lesiones cutáneas y su simetría también son importantes e indicativas de esta enfermedad.

Se puede realizar un tricograma y arrancar pelos de la zona afectada para detectar anomalías en el tallo piloso. En la adenitis sebácea, estos pelos pueden mostrar un aspecto ceroso característico, con la raíz posiblemente llena de queratina (cilindros foliculares). Además, si también se realiza un raspado cutáneo se pueden descartar parásitos foliculares como los ácaros demodécicos.

El examen citológico de las lesiones cutáneas puede revelar la presencia de infecciones secundarias o de células inflamatorias. Esta información puede ser útil para evaluar el alcance de la enfermedad y planificar el tratamiento. En algunos casos, las muestras de sangre pueden ayudar a descartar trastornos subyacentes con signos clínicos similares a los de la adenitis sebácea (p. ej., leishmaniosis en zonas endémicas o desequilibrios hormonales). 

Para confirmar el diagnóstico suele estar recomendada la realización de una biopsia cutánea. Aunque los hallazgos histopatológicos de la adenitis sebácea son muy variables, se suele observar la ausencia difusa de glándulas sebáceas y una inflamación perifolicular del istmo de granulomatosa a piogranulomatosa. También se pueden observar linfocitos, mastocitos, células plasmáticas y eosinófilos como componentes del infiltrado dérmico dirigido a la glándula sebácea. Otros hallazgos adicionales pueden incluir la hiperqueratosis ortoqueratósica, la queratosis folicular y la acantosis (Figura 10) 2,14,15.

La adenitis sebácea puede ser idiopática o secundaria a otros trastornos cutáneos inflamatorios, como la leishmaniosis canina, que en zonas endémicas forma parte del diagnóstico diferencial. Desde el punto de vista histológico, tanto en la leishmaniosis canina como en la adenitis sebácea idiopática se puede observar una inflamación granulomatosa o piogranulomatosa de las glándulas sebáceas; sin embargo, en un estudio reciente se ha encontrado que ambas afecciones pueden diferenciarse histopatológicamente 14. Según dicho estudio, la adenitis sebácea secundaria a leishmaniosis se caracteriza histológicamente por la presencia de un infiltrado dérmico de nodular a difuso y de lesiones epidérmicas y subepidérmicas en ausencia de una hiperqueratosis marcada y de queratosis folicular, mientras que, en la adenitis sebácea idiopática, la inflamación se suele limitar a las glándulas sebáceas y se suele observar hiperqueratosis y queratosis folicular.

Micrografía de la piel con pelo de un perro

Figura 10. Microfotografía de la piel con pelo de un perro con adenitis sebácea. A pequeños aumentos se aprecia una infiltración de moderada a grave en la zona del istmo del folículo piloso, la ausencia de glándulas sebáceas y la hiperqueratosis de la epidermis con queratosis folicular. Tinción de hematoxilina y eosina; barra de escala 100 µm.
© Elad Perry

Opciones terapéuticas  

El tratamiento de la adenitis sebácea en perros requiere un enfoque detallado; el objetivo principal del tratamiento es reducir la acumulación excesiva de caspa, mejorar la calidad del pelaje y reducir la inflamación y la lesión de las glándulas sebáceas. Este enfoque polifacético contribuye al manejo eficaz de la enfermedad y a mejorar el bienestar y el aspecto general del perro. El tratamiento puede ser sistémico y/o tópico dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de las consideraciones individuales del paciente. Es importante tener en cuenta que no existe un único enfoque aplicable a todos los pacientes y muchas veces es necesario realizar un seguimiento regular para ajustar el tratamiento inicial y lograr mejores resultados.

La ciclosporina es un inmunosupresor que se suele utilizar en el tratamiento de la adenitis sebácea. Desempeña un papel fundamental en la modulación de la respuesta inmunitaria anormal desencadenada por la adenitis sebácea y también puede inducir hipertricosis, reduciendo la obstrucción del infundíbulo folicular con material de queratina. Se ha demostrado que la administración a dosis de 5 mg/kg/día reduce eficazmente la inflamación asociada a la adenitis sebácea 16, y en la mayoría de los casos, se puede reducir gradualmente la dosis una vez resueltos los signos clínicos. Sin embargo, es fundamental señalar que el tratamiento a largo plazo es esencial para el control de la enfermedad 16.

Particularmente, si el tratamiento tópico se combina con la ciclosporina se puede obtener un efecto sinérgico positivo con respecto a la descamación y a la alopecia, reduciendo al mismo tiempo la inflamación de las glándulas sebáceas 17. Además, con la ciclosporina se puede promover mejor la regeneración de las glándulas que con solo el tratamiento tópico 17.

Los ácidos grasos esenciales (AGE), administrados por vía sistémica o tópica, han demostrado ser eficaces en determinados pacientes 18. Los AGE, dados sus efectos secundarios generalmente leves, se suelen considerar inicialmente, ya sea de forma independiente o en combinación con un tratamiento inmunosupresor.

La vitamina A (retinol) y los retinoides sintéticos, que son derivados de la vitamina A, se han descrito en el tratamiento de la adenitis sebácea, aunque con diversos grados de éxito 13,19. Estos componentes, además de presentar propiedades antiinflamatorias, desempeñan un papel esencial en la proliferación y diferenciación de los queratinocitos, normalizando el proceso de queratinización y promoviendo la salud de la piel 20. Los retinoides se utilizan menos debido a la baja disponibilidad del fármaco y a los efectos secundarios, que incluyen queratoconjuntivitis seca, teratogenicidad, trastornos gastrointestinales y hepatotoxicidad. Es esencial realizar un estrecho seguimiento del paciente para detectar cualquiera de estos efectos 20.

En informes anecdóticos se ha sugerido que la combinación de tetraciclina oral y niacinamida puede ser beneficiosa en algunos casos. Los perros que pesan menos de 25 kg suelen recibir ambos fármacos a dosis de 250 mg cada 8 h, mientras que la dosis en perros de más de 25 kg es de 500 mg para cada fármaco con un intervalo similar 7.

Además del tratamiento sistémico, el tratamiento tópico suele ser útil para aliviar los signos clínicos y mejorar la salud de la piel y el pelo. El tratamiento tópico desempeña un papel esencial, sobre todo en los casos leves o como parte del tratamiento integral, incluyendo champús, humectantes y baños de aceite. Los champús especializados que contienen azufre y ácido salicílico forman parte del tratamiento de la adenitis sebácea y se suelen utilizar 2-3 veces por semana, con un tiempo de contacto de 10 minutos antes del aclarado 1,18. Durante el baño, se puede cepillar suavemente al perro para ayudar a eliminar la descamación. Tras el aclarado, se puede aplicarse un acondicionador o spray o enjuagar el pelo con una dilución al 50-75% de propilenglicol 9,18. Estos sprays a veces se utilizan diariamente pasando después a un mantenimiento de 2 o 3 veces por semana. El propilenglicol actúa como humectante, ayudando a retener la humedad 9,18. Además, también se pueden utilizar aceites de bebé, masajeando el pelo con aceite puro o con una dilución 1:1 con agua y dejando actuar entre 1 y 6 horas. A continuación, se debe bañar el perro con champú o jabón de lavavajillas para eliminar el exceso de aceite 9.

Elad Perry

El tratamiento de la adenitis sebácea canina requiere un enfoque integral, teniendo como objetivos principales reducir la acumulación excesiva de caspa, mejorar la calidad del pelo y reducir la inflamación y lesión de las glándulas sebáceas.

Elad Perry

Pronóstico 

El pronóstico de los perros con adenitis sebácea puede variar en función de varios factores, como la gravedad, la respuesta al tratamiento y el estado general de cada animal. En los casos leves, en los que los signos clínicos son relativamente limitados y responden al tratamiento, el pronóstico suele ser más favorable. Con un tratamiento adecuado, los perros afectados pueden tener una buena calidad de vida, observándose una notable mejoría en la salud de la piel y el pelo. Sin embargo, en los casos más graves y avanzados, el pronóstico puede ser reservado. Aunque existen varias opciones de tratamiento para aliviar los signos clínicos y mejorar la calidad de vida, es importante reconocer que la adenitis sebácea suele ser una enfermedad crónica. A menudo es necesario un tratamiento a largo plazo y pueden producirse recaídas incluso durante el tratamiento 6,8. Por lo tanto, es esencial que el cuidador y el veterinario colaboren en equipo para diseñar un plan de tratamiento adaptado a cada caso. Para garantizar el mejor pronóstico posible se suele realizar un seguimiento regular del paciente ajustando el tratamiento y, a pesar de la naturaleza crónica de la enfermedad, con unos cuidados óptimos y un tratamiento adecuado muchos perros pueden disfrutar de una buena calidad de vida.

Conclusión

La adenitis sebácea canina es un trastorno cutáneo complejo con varias manifestaciones clínicas. La etiología es multifactorial, incluyendo la predisposición genética, la disfunción del sistema inmune y los factores ambientales. El diagnóstico requiere un enfoque detallado y las opciones terapéuticas comprenden la administración de fármacos inmunosupresores sistémicos y los tratamientos tópicos. El pronóstico es variable y, a menudo, es necesario instaurar un tratamiento a largo plazo adaptado a cada paciente para optimizar su calidad de vida.

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Elad Perry

Elad Perry

Elad Perry se licenció en el 2011 por la Facultad de Veterinaria de la Universidad Hebrea Leer más

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