Número de edición 31.2 Otros artículos científicos
Retos en el diagnóstico de la dermatitis atópica canina
Fecha de publicación 30/09/2021
Disponible también en Français , Deutsch , Italiano y English
Algunos casos de dermatitis atópica canina pueden suponer un reto para el veterinario; Ana Rostaher nos ofrece una revisión de las opciones diagnósticas incluyendo consejos muy prácticos.
Puntos clave
El diagnóstico de dermatitis atópica canina es complicado, ya que actualmente no existe ningún biomarcador fiable que permita diferenciar esta enfermedad de otros trastornos cutáneos.
Ante un posible perro atópico, el veterinario debe tener en cuenta diferentes aspectos, que incluyen la historia del paciente, las características clínicas y la exclusión de otras dermatosis diferenciales.
Las pruebas intradérmicas (ID) son el método de diagnóstico de elección de los dermatólogos para identificar los alergenos implicados.
Las pruebas serológicas IgE alergeno específicas ofrecen varias ventajas respecto a las pruebas ID, siendo muchas veces un método de diagnóstico alternativo, pero también tienen inconvenientes, sobre todo por la posibilidad de obtener falsos positivos.
Introducción
La dermatitis atópica canina (DAC) es una enfermedad cutánea inflamatoria frecuente que afecta hasta al 15% de la población canina mundial 1. La patogenia es multifactorial y tanto la disfunción de la barrera cutánea, como la desregulación inmunitaria desempeñan un papel fundamental en el que intervienen además factores genéticos y ambientales. La participación de mecanismos mediados por IgE y no IgE es una característica clave de la patogenia, siendo los alergenos los principales factores desencadenantes 2. El hallazgo laboratorial asociado con más frecuencia a la DAC es la presencia de niveles séricos elevados de IgE alergeno específicas, pero (a diferencia de las personas), el aumento de IgE totales en el perro no contribuye al diagnóstico de DAC. Se ha demostrado que los perros presentan unos niveles de IgE mucho más elevados que las personas, probablemente debido a su mayor exposición a los parásitos 3.
Hay dos factores de riesgo principales para la dermatitis atópica; la predisposición racial (p. ej., puede afectar hasta al 50% de los West Highland White Terriers) y los antecedentes familiares de DAC 4. Sin embargo, dado que están implicados tanto factores genéticos como ambientales, la manifestación fenotípica de la enfermedad es muy variable, no solo entre una raza y otra, sino también entre ejemplares de una misma raza. El hecho de que la DAC sea una enfermedad compleja con múltiples aspectos a considerar y de que existan otras enfermedades cutáneas similares, hace que el diagnóstico clínico definitivo sea todo un reto para el veterinario.
Consideraciones diagnósticas
Actualmente no existe ningún biomarcador fiable para diferenciar la DAC de otros trastornos cutáneos, por lo que el diagnóstico de DAC sigue siendo clínico y es necesario que el veterinario interprete adecuadamente la información y considere varios aspectos de la historia del paciente, los hallazgos clínicos y la exclusión de otras dermatosis del diagnóstico diferencial. En la Figura 1 se muestra un esquema con los pasos a seguir durante el proceso diagnóstico de la DAC. El primer paso consiste en descartar otras enfermedades de manifestación similar porque, aunque el prurito sea el hallazgo más consistente, no es exclusivo de la DAC. Las infecciones por ectoparásitos, bacterias o levaduras, secundarias a trastornos no pruriginosos (p. ej., endocrinopatías, adenitis sebácea), o con menos frecuencia, a neoplasias (p. ej., linfoma cutáneo, aunque suele afectar a pacientes mayores) se deben descartar al inicio del diagnóstico, en función de la anamnesis, la historia clínica y los resultados de pruebas adicionales específicas (Tabla 1). Cabe señalar que, en la fase inicial de la DAC pueden observarse signos muy típicos, como lesiones no inducidas por prurito o lesiones cutáneas primarias como eritema y, a veces, pápulas. Con el tiempo se producen infecciones secundarias y se pueden observar otros signos, incluyendo la presencia de pústulas, alopecia, excoriaciones, liquenificación, formación de costras y seborrea. Las áreas afectadas con más frecuencia en la mayoría de los perros con DAC son la cara, la parte interna del pabellón auricular, las axilas, la región abdominal, inguinal y/o perineal y las extremidades distales (Figura 2), aunque las zonas afectadas pueden variar dependiendo de la raza 5.
Cepillado cutáneo | Pulgas |
Citología cutánea |
Dermatitis por Malassezia
Dermatitis bacteriana
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Raspado cutáneo/
depilación/cinta adhesiva
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Sarna Sarcóptica
Otros ectoparásitos: Demodex spp., Cheyletiella spp., Neotrumbicula autumnals
Dermatofitosis
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Cultivo fúngico | Dermatofitosis |
Biopsia cutánea |
Linfoma cutáneo
Adenitis sebácea
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Tras descartar otras posibles etiologías pueden utilizarse los criterios clínicos estandarizados para la DAC ("criterios de Favrot") como ayuda en la interpretación de los hallazgos clínicos en un perro con prurito (Tabla 2). Estos criterios no deben aplicarse antes, puesto que, aunque el ~ 80% de los perros que cumplan cinco de estos criterios tengan DAC, el 20% restante tendrá otra enfermedad. Y, por el contrario, alrededor del 20% de los perros con DAC no cumplirá con el mínimo de cinco criterios.
Criterios de Favrot – Principales 8 indicadores de DAC 5 |
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Historia |
• Aparición de los signos antes de los 3 años
• Perro que vive principalmente dentro de casa
• Prurito que responde a los glucocorticoides
• Prurito “alesional” al inicio
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Exploración física |
• Patas delanteras afectadas
• Parte interna del pabellón auricular afectada
• Márgenes de las orejas no afectados
• Área dorso-lumbar no afectada
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Criterios clínicos específicos para la DAC |
Áreas corporales que también pueden verse afectadas
• Labios
• Párpados
• Oído (externo)
• Región dorso-lumbar
• Tórax
• Regiones flexoras
Infecciones de la piel/oído recurrentes
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Pruebas de alergenos ambientales
Una vez que se ha llegado al diagnóstico clínico de DAC, está indicado realizar una investigación adicional, particularmente para identificar a los alergenos responsables de la exacerbación de los signos clínicos. Este enfoque permite elegir adecuadamente las medidas para evitar la exposición a alergenos (especialmente alimentarios, aunque también se pueden tomar algunas medidas contra los ácaros del polvo), así como seleccionar los alergenos para la inmunoterapia alergeno específica. En general, si un perro tiene DAC estacional, está justificada la realización de pruebas de alergenos ambientales, pero si el perro presenta prurito no estacional y/o signos clínicos gastrointestinales, antes de realizar estas pruebas, se debe descartar la dermatitis inducida por alimentos. Una pauta utilizada por la autora es la de empezar con una dieta hidrolizada comercial para realizar la prueba de eliminación. Si los signos clínicos persisten con la dieta se realizarán las pruebas de alergenos ambientales, ya sean pruebas cutáneas in vivo (generalmente, pruebas intradérmicas) o pruebas serológicas de IgE alergeno específicas in vitro (ASIS). Estás pruebas, además de realizarse cuando los signos no mejoran con la dieta de eliminación, también están indicadas en perros con signos clínicos graves persistentes durante más de 3 meses al año, o cuando el tratamiento sintomático no es satisfactorio (ya sea por efectos secundarios importantes o por falta de cumplimiento por parte del propietario) 6.
Hay que recalcar que no hay ninguna prueba de cribado para la DAC; las pruebas simplemente ayudan a confirmar el diagnóstico clínico y a identificar los alergenos. La mayoría de los perros con DAC presentan IgE alergeno específicas frente a los alergenos ambientales identificados en las pruebas, aunque en algunos casos, los niveles de IgE no se encuentran elevados (“dermatitis similar a la atópica”).
Ambas pruebas tienen sus limitaciones y sus ventajas, no siendo ninguna superior a la otra y la tasa de éxito de la inmunoterapia alergeno específica (ITAE) sugiere que los resultados de ambas pruebas son comparables 7, por lo que se pueden considerar pruebas complementarias. Por tanto, la autora prefiere realizar ambas pruebas si el coste lo permite, aunque si las pruebas cutáneas conllevan algún riesgo potencial, o el paciente no coopera, las pruebas serológicas deben ser la primera opción. Los resultados de ambas pruebas se pueden combinar para la ITAE cuando no son concluyentes, de lo contrario, la ITAE generalmente se basa en los resultados de las pruebas serológicas. Es importante destacar que sea cual sea la prueba realizada, se deben elegir siempre alergenos clínicamente relevantes, lo que depende en gran medida de la historia del paciente y del criterio del veterinario.
Además, se están volviendo a poner de moda las pruebas por punción de la piel o prick test, aunque todavía no se ha validado su uso en medicina veterinaria. También se encuentran comercialmente disponibles las pruebas de saliva, pero en este momento, no se pueden recomendar como herramienta de diagnóstico.
Pruebas intradérmicas (ID)
Las pruebas ID permiten medir indirectamente la reactividad de los mastocitos cutáneos, en función de la presencia de IgE alergeno específicas en su superficie y son las pruebas diagnósticas de elección de los dermatólogos, en parte porque los mastocitos pueden estar unidos a moléculas individuales IgE alergeno específicas durante más de un año 8. Hay pocos datos sobre la sensibilidad y especificidad de estas pruebas, aunque la literatura al respecto sugiere que es del 30-90% y > 50-95%, respectivamente 69. Sin embargo, es muy difícil valorarlo con precisión debido a la cantidad de factores implicados, tanto intrínsecos (p. ej., sistema inmune del paciente) como extrínsecos (p. ej., calidad del alergeno, habilidad para realizar la prueba, estación del año, fármacos).
Selección de los alergenos
La selección de los alergenos más relevantes para las pruebas ID depende de la localización geográfica del animal y también puede ser útil consultar con clínicas veterinarias o de medicina humana especializadas, laboratorios de alergia, bibliografía y sociedades nacionales de alergología. No obstante, la selección de los alergenos se debe revisar periódicamente, eliminando o añadiendo alergenos individualmente según sea adecuado. Por ejemplo, el panel ID inicial de la autora que constaba de 43 alergenos, se ha visto reducido a los 13 alergenos ambientales más frecuentes (Recuadro 1), considerando además los que utilizan las clínicas de dermatología humana locales. Este panel revisado no ha demostrado una menor eficacia de la ITAE durante un periodo de 7 años.
• Ácaros del polvo: D. farinae, Acarus siro
• Pólenes
- Gramíneas: Phleum pratense, Dactylis glomerata, Secale cereale - Árboles: Fraxinus spp., Betula spp. - Hierbas: Rumex crispus, Chenopodium album, Plantago lanceolata, Ambrosia spp., Artemisia vulgaris • Levaduras: Malassezia spp.
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Los alergenos de las pruebas ID pueden ser liofilizados o acuosos prediluidos, como los que se utilizan para inmunoterapia (su vida media útil suele ser de 6-12 meses), diluyéndolos tal y como se indica en la Tabla 3. Pueden permanecer estables hasta 2 semanas si se almacenan a 4° C en jeringuillas de plástico u 8 semanas en viales de cristal, de lo contrario la potencia de los extractos de alergenos disminuirá con el tiempo 9, la dilución y las altas temperaturas. Se debe evitar el uso de alergenos glicerinados (frecuentes en las pruebas de punción o prick de medicina humana) debido al posible efecto irritante de la glicerina.
Alergenos | Diluciones/Concentraciones publicadas |
Pólenes | 1000 a 8000 PNU**/ml |
Mohos | 1000 a 8000 PNU/ml |
Ácaros del polvo: | |
D. pteronyssinus | 100–200 PNU/ml |
D. farinae
Tyrophagus putrescentiae
Lepidoglyphus destructor
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75 PNU/ml |
Acarus siro
Blomia tropicalis
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50 PNU/ml |
Extractos epidérmicos |
Al menos 1,250 PNU/ml
300 PNU/ml para epitelio humano
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Extracto de pulga entera | 1:500 w/v |
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