Comprender el negocio (Parte 2)
La mayoría de los veterinarios no se sienten cómodos hablando de precios o "vendiendo" productos. En este artículo presentamos un método para prescribir o recomendar productos y servicios de forma eficaz.
Número de edición 2 Marketing y Ventas
Fecha de publicación 28/04/2021
Disponible también en Français , Deutsch , Italiano y English
En esta parte del artículo aboradermos el arte de la comunicación, especialmente con los propietarios, puesto que no hay nada más frustrante que la falta del cumplimiento de los tratamientos.
La habilidad de comunicación con el cliente tiene un impacto en el cumplimiento por parte del propietario, lo que será beneficioso en tus consultas.
Como veterinario joven puede que a veces cuestiones el status quo, especialmente en cuanto a la ética.
Reglas básicas en la comunicación con el cliente
Ser un buen veterinario desde el punto de vista médico es lo que deberíamos haber aprendido en la facultad y ser un buen comunicador es algo que tenemos que aprender sobre la marcha. A menos que tengamos un buen mentor, las habilidades de comunicación se suelen desarrollar mediante prueba y error en la práctica diaria. La buena comunicación es esencial para establecer confianza, ofrecer y vender servicios o productos veterinarios y crear valor a los ojos del cliente. Establecer una buena comunicación con el cliente es realmente bastante sencillo si sigues unas reglas básicas (Tabla 1).Qué hacer | Qué no hacer |
Saluda afectuosamente al cliente y a su mascota | Murmurar el saludo y llamar al cliente haciendo una señal con la mano |
Sonríe | Parecer triste o distraído |
Realiza y mantén contacto visual | Mirar a cualquier parte menos al cliente |
Pregunta qué puedes hacer por el cliente y escucha la respuesta | Comenzar directamente la exploración del paciente |
Habla claramente y enfatizando | Murmurar cosas ininteligibles |
Explica lo que vas a hacer durante la exploración | Realizar una exploración “automáticamente” sin comentarios |
Utiliza un lenguaje común en tus explicaciones y traduce los términos médicos | Hablar científicamente utilizando términos muy técnicos |
Explica al cliente que mientras estás auscultando no lo puedes escuchar | Ignorar al cliente y lo que te intenta decir |
Resume los resultados al cliente, pide su opinión y discute las posibles opciones | Simplemente, continuar con el tratamiento del animal, dejando la sala de consulta sin dar explicaciones o pedir feedback |
Entrega un informe escrito | Dejar al cliente para memorizar todo lo que has dicho |
Da amablemente las “gracias” al cliente por su visita | Despedirte brevemente |
Siempre debes ser consciente de tu función como veterinario y debes tener presente que tus clientes necesitan que traduzcas el lenguaje técnico en un lenguaje más corriente y cotidiano que ellos puedan comprender y seguir. Te puede dar la impresión de que tus clientes entienden tus explicaciones solo por el hecho de que no te pregunten, pero asumir esto puede llevarte a error, porque es posible que se sientan tan abrumados o nerviosos que no pregunten. Para que te puedan comprender mejor modifica tu lenguaje de manera que conectes con el público general, aprende a traducir los términos técnicos y conviértete en “bilingüe” (Figura 5). Para asegurarte de que tus clientes han entendido bien tu explicación pide sus comentarios u opiniones al respecto. Simplemente pregunta “¿Qué os parece a vosotros?” y deja un tiempo para que te contesten. Te dirán qué más quieren saber y qué necesitan de ti.
Durante la carrera el tema más importante para “ser veterinarios” es la ciencia, especialmente cuando hablamos de exámenes o de iniciar una trayectoria científica en la universidad. Cuando pasamos al ámbito de la clínica la ciencia sigue siendo la base para ejercer una buena medicina veterinaria. Sin embargo, solo con la ciencia no basta para crear buenas relaciones con tus clientes.
Los especialistas en comunicación afirman que la buena comunicación es más que simplemente transportar los hechos científicos de un emisor (tú) a un receptor (tu cliente). Para facilitar un diálogo motivador lo primero que debes hacer es establecer una relación positiva. La sonrisa debe ser tu “vía de acceso”, mantén contacto visual con el cliente, pregúntale: “¿qué puedo hacer por ti hoy?” y escucha su respuesta (Figura 6).
No interrumpas a los clientes y no te preocupes por eso, al fin y al cabo, no suelen hablar durante horas y horas. Utiliza este enfoque para crear confianza con el cliente y hacer que se sienta realmente importante, con lo cual estará perfectamente preparado para el resto de la consulta y para escuchar las propuestas que realices.
La estrategia en la consulta es algo que debes desarrollar y utilizar de manera consistente durante toda tu trayectoria profesional. La estrategia crea un contexto de interacción con el cliente y garantiza que todos tus clientes reciban la mejor atención individualizada que les puedas ofrecer. Una estrategia precisa causa un gran impacto en tus clientes, crea valor durante la consulta y te ayuda a ofrecer lo mejor para sus mascotas. Si lo haces bien, tus clientes querrán volver a la clínica y crearán un fuerte vínculo contigo como su principal profesional para la salud de sus mascotas.
Implantar una estrategia para la consulta es sencillo siguiendo los siguientes pasos y una vez que lo hayas practicado ahorrarás mucho tiempo:
La ecuación CRAFT (C=R+A+FT) |
La AAHA ha resumido los pasos para conseguir un alto grado de cumplimiento de las recomendaciones veterinarias mediante la ecuación CRAFT: |
C=R+A+FT |
Donde;
|
Después de formular claramente la recomendación veterinaria y, en su caso, de reforzar la misma por otros miembros del equipo, el siguiente paso más importante consiste en la aceptación por parte del cliente. Es triste el hecho de que a pesar de las claras recomendaciones del veterinario, muchos clientes opten por no seguirlas. Esto se debe a que pueden haber escuchado las recomendaciones, sin embargo, no las han aceptado.
Lo más cómodo sería culpar al cliente por este fracaso, pero esto simplificaría demasiado el proceso de aceptación.
Para que el cliente acepte las recomendaciones no solo es necesario que las comprenda totalmente, sino que también debe entender la necesidad de actuar inmediatamente y los beneficios que resultan de ello para él y su mascota. Para lograr esta aceptación se pueden tomar las siguientes medidas adicionales:
La AAHA ha creado el modelo “CRAFT” (por sus siglas en inglés; ver recuadro pág. 31) para ayudar a las clínicas a identificar los pasos clave para lograr el cumplimiento del cliente. Se trata de transmitir una recomendación clara y reforzada por el personal de la clínica, con lo cual se consigue la aceptación del cliente, y a continuación, se realiza un seguimiento por parte del personal de la clínica.
El mensaje más importante de los estudios es que el cumplimiento es una cuestión de trabajo en equipo;
Para garantizar el refuerzo y apoyo de las recomendaciones del veterinario, el equipo de la clínica debe conocer en qué pueden consistir dichas recomendaciones, existiendo con esta finalidad los protocolos y procedimientos clínicos. Los protocolos garantizan que todos los clientes reciban un mensaje consistente y que el equipo de la clínica se sienta capaz de transmitir sus recomendaciones, o reforzar las de sus compañeros, sin miedo a que se produzcan contradicciones.
Desde luego resulta confuso, tanto para los clientes como para el resto del equipo, que los veterinarios de una misma clínica mantengan diferentes opiniones. Una parte del proceso por el cual se desarrollan los protocolos consiste en acordar, entre los miembros del equipo, cómo se deben abordar los casos y las situaciones rutinarias de la clínica, teniendo en cuenta los niveles de riesgo locales, la aparición de nuevos fármacos y el desarrollo de los tratamientos. Merece la pena recordar que, aunque a veces se consigan unos resultados ligeramente mejores al emplear diferentes enfoques clínicos, esta diferencia es pequeña considerando el nivel tan bajo de cumplimiento asociado a la ausencia de protocolos.
En estudios realizados por diferentes compañías farmacéuticas se ha demostrado el efecto positivo de seguir unos protocolos efectivos. En todos estos estudios se observó que el desarrollo e implementación de protocolos efectivos para los tratamientos rutinarios (por ejemplo, para el control de parásitos) tuvo un impacto significativamente positivo sobre el nivel general de cumplimiento.
Tal y como se ha mencionado antes, la práctica de la medicina veterinaria privada es una actividad de alta exigencia profesional. Al joven veterinario se le exige que domine pronto las diferentes disciplinas médicas, que sea hábil en la comunicación con el cliente, que empatice con el paciente, pero también con el cliente, que no olvide las finanzas de la clínica que le emplea... En resumen, un desafío colosal para cualquier joven profesional.
Algunos estudios sobre la salud mental de la profesión apuntan a una preocupantemente alta tasa de estrés y problemas psicológicos entre los veterinarios. Las investigaciones cualitativas acerca de los factores que más estresan o desagradan a los veterinarios clínicos acerca de su profesión apuntan a los siguientes factores:
Cualquier veterinario experimentado, sin duda, podrá explicar a sus jóvenes colegas vivencias muy complicadas de asumir que tuvieron un gran impacto emocional:
Resulta imposible ofrecer al joven veterinario un listado mágico que resuelva sin tensión estas situaciones complicadas, pero las siguientes reflexiones pueden ser de ayuda:
1. No “guardárselo” todo. Es muy importante que el joven veterinario que se encuentre agobiado por alguno de estos dilemas lo comparta con sus colegas o jefe y pida su apoyo tanto profesional como emocional.
2. Entender bien la filosofía y los valores de la clínica donde trabaja en relación a estas cuestiones. No para retar o cuestionar la manera de hacer las cosas, sino simplemente para entenderla bien y en su caso, poder plantear las preguntas adecuadas.
3. La clínica veterinaria es una actividad empresarial con rentabilidades altamente ajustadas. La mayoría de clínicas veterinarias del mundo obtienen beneficios inferiores al 10-20% de sus ingresos. Y esto, antes de tener en cuenta el impacto de las inversiones, los gastos financieros y los impuestos. Además, en muchos países del mundo los veterinarios tienen salarios sensiblemente inferiores al de otros profesionales cualificados con niveles de exigencia y responsabilidad comparables. Por lo tanto, cuando una clínica veterinaria cobra por los servicios que presta, no está incumpliendo ninguna norma ética o deontológica ni está traicionando ninguna vocación... sencillamente, está luchando por su propia supervivencia como organización.
4. Somos veterinarios, no gestores económicos de las finanzas personales de nuestros clientes. No hay ningún estudio científico que permita predecir el grado de vinculación afectiva de una persona con su mascota en base a su clase social, a su procedencia, a la ropa que viste o al coche que conduce. Por lo tanto, no es incumbencia del veterinario prejuzgar sin preguntar qué calidad de medicina quiere un propietario brindar a su mascota. La obligación del veterinario es presentar de manera honesta, objetiva y clara las opciones médicas disponibles. Siempre comenzando por la mejor opción médica como primera recomendación, y si los condicionantes económicos del propietario la hacen inviable, entonces proponiendo solamente aquellas alternativas que, sin ser las óptimas, no comprometan ni la integridad del veterinario ni el bienestar del paciente.
Antje Blättner
5. Tenemos que aprender a distinguir qué hay detrás de un propietario que dice “no”. Cuando un propietario rechaza un plan de tratamiento propuesto por su veterinario, las razones pueden ser múltiples:
El verdadero reto para el joven veterinario radica en adquirir la habilidad y la sensibilidad para poder tener una conversación sincera con sus clientes que dicen “no”, y entender qué hay detrás de cada una de estas respuestas.
Para convertirte en un "buen veterinario" primero tienes que elegir el área en el que te sientes cómodo trabajando. Después, tendrás que adquirir los conocimientos necesarios, contando para ello con el apoyo de otros veterinarios con más experiencia. También es importante la buena comunicación con el propietario y, finalmente, es esencial que seas consciente de lo que significa, y de cómo lograr, el equilibrio entre la vida laboral y la vida personal. |
Philippe Baralon
Philippe Baralon se licenció por la Facultad de Veterinaria de Tolosa (École Nationale Vétérinaire de Toulouse) en 1984 y continuó su formación en Economía Leer más
Antje Blättner
Antje Blättner creció en Sudáfrica y Alemania y tras estudiar veterinaria en Berlín y Múnich se licenció en 1988. Leer más
Pere Mercader
Pere Mercader se estableció como consultor en gestión de clínicas veterinarias en el 2001 y desde entonces ha desarrollado esta función en España, Portugal y algunos países latinoamericanos. Leer más
Mark Moran
Mark Moran ejerce como consultor para la profesión veterinaria desde hace 19 años, ofreciendo asesoramiento sobre el negocio y apoyando a propietarios de clínicas veterinarias y al personal clave. Leer más
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