Formulación de las dietas
Incluso con las dietas bien formuladas se pueden producir desequilibrios, puesto que la dieta administrada se corresponderá a la receta formulada mediante un sistema informático siempre que los ingredientes usados en esa receta sean consistentes con los de la base de datos usada. En un estudio se ha demostrado una buena consistencia entre el análisis químico de las dietas y el análisis informático 14, pero es posible que los propietarios no elijan exactamente el mismo ingrediente recomendado y, por ejemplo, la cantidad de grasa de la carne picada puede variar considerablemente. Concretamente, los propietarios muchas veces modifican las recetas caseras, lo que se conoce como la deriva de la dieta o receta. Las modificaciones pueden consistir en cambiar cantidades de ingredientes, agregar, omitir o sustituir ingredientes, u omitir o cambiar suplementos nutricionales. Cualquiera de estas variaciones puede alterar la composición nutricional de una dieta y potencialmente convertirla en inadecuada.
También se han identificado problemas nutricionales en los alimentos comerciales para mascotas; por ejemplo, en EE. UU. se encontró un nivel de tiamina (vitamina B1) inferior al mínimo recomendado por la AAFCO en 12 de 90 alimentos enlatados para gatos, especialmente en productos tipo paté y en productos fabricados por empresas pequeñas 20. Se han retirado del mercado alimentos para mascotas relacionados con un exceso de vitamina D cuando, por ejemplo, se produce un error en una premezcla utilizada para alimentos para perros. Estos errores se deben detectar en las pruebas de calidad y en su caso se procede con la retirada y eliminación de los lotes afectados. Por tanto, dado el potencial desequilibrio en las raciones es especialmente importante realizar controles de calidad y análisis nutricionales regulares en los alimentos para mascotas. Esta es una desventaja inherente de las dietas caseras, puesto que no se realizan controles de calidad cuando se preparan y, a diferencia de los alimentos comerciales, no se suelen hacer análisis de las recetas para comprobar su equilibrio nutricional o su seguridad. Básicamente, “la prueba de alimentación” se realiza en el propio animal. Incluso si el propietario elige correctamente los ingredientes y no cambia la receta, no se puede garantizar una correspondencia exacta con la base de datos, especialmente a largo plazo, puesto que los proveedores pueden realizar cambios en los alimentos según su disponibilidad. Esto es especialmente importante en el caso de dietas caseras para animales enfermos, puesto que puede verse afectado el tratamiento de la enfermedad.
Coste
Otro de los motivos por los que los propietarios pueden preferir las dietas caseras es porque piensan que pueden ahorrar dinero; sin embargo, en un estudio se demostró que las dietas caseras para perros suelen ser más caras que los alimentos secos comerciales, aunque más económicas que algunos alimentos húmedos 21.
Riesgos de los alimentos crudos
Las dietas caseras pueden incluir huesos y productos cárnicos crudos. Masticar huesos grandes no proporciona suficiente calcio, no previene la placa dental ni la periodontitis y puede causar fracturas dentales. Las dietas a base de carne cruda, ya sean caseras o comerciales, pueden suponer un riesgo para la salud, tanto de los perros y gatos como de sus propietarios, debido a su potencial contaminación con patógenos. Aunque ocasionalmente también se ha reportado, la contaminación en alimentos comerciales secos para mascotas es poco frecuente, puesto que los productos se procesan a altas temperaturas que eliminan las bacterias. La contaminación es incluso menos probable en los alimentos enlatados sin abrir, debido al proceso de esterilización. Se ha reportado en numerosas ocasiones que la contaminación microbiológica es mucho más probable en los alimentos crudos; por ejemplo, en varios estudios se ha observado que los alimentos comerciales crudos, ya sean congelados o liofilizados, estaban contaminados con diversos patógenos zoonóticos bacterianos y parasitarios 22,23.
El porcentaje de dietas caseras crudas contaminadas no se puede determinar al no realizarse un control, pero la prevalencia de productos cárnicos y avícolas para consumo humano contaminados sí es conocida. En un metaanálisis de 78 estudios de 21 países europeos se demostró que el principal patógeno encontrado fue Staphylococcus aureus, detectándose en el 38,5% de la carne de ave (en un rango del 25,4-53,4%), seguido de especies de Campylobacter en el 33,3% (22,3-46,4%). Listeria monocytogenes y Salmonella spp. tenían una menor prevalencia, del 19,3% (14,4-25,3%) y el 7,1% (4,60-10,8%), respectivamente 24.
Es importante señalar que los propietarios pueden no observar signos clínicos evidentes de infección bacteriana en animales que hayan consumido alimentos crudos contaminados, pero los patógenos pueden estar eliminándose a través de las heces y la saliva. La excreción fecal de patógenos constituye un peligro para la salud pública y para los miembros del hogar, especialmente para las personas inmunodeprimidas, jóvenes, mayores o embarazadas. Los alimentos crudos también pueden contribuir a la aparición de resistencias bacterianas a antibióticos; estos alimentos se han identificado como factor de riesgo de la diseminación de Enterobacteriaceae productoras de betalactamasas de amplio espectro en los gatos domésticos 25.
Discutir la elección de la dieta con el propietario
Los propietarios pueden estar firmemente convencidos de su elección sobre la alimentación de su mascota, por lo que hablar de nutrición con ellos puede ser un desafío. Es importante preguntar al propietario sobre la alimentación del perro o gato como parte de la evaluación nutricional y se debe mantener una conversación sin prejuicios sobre los motivos de la alimentación elegida (Figura 4). Los propietarios pueden tener una percepción errónea sobre los ingredientes o el procesado de los alimentos comerciales y pueden obtener sus propios “datos” a partir de información parcial, sesgada o errónea de internet o libros, por lo que puede ser adecuado preguntarles si quieren recibir más asesoramiento. Particularmente, si se sospecha que la dieta elegida puede no ser completa o equilibrada, como en el caso de la mayoría de las dietas caseras, puede ser útil proporcionar información sobre las necesidades nutricionales del animal y ante el riesgo o la presencia de un trastorno relacionado con la alimentación (como el hiperparatiroidismo nutricional secundario en un animal joven), existe cierta urgencia en corregir la dieta. La información proporcionada de forma muy visual y por escrito es más efectiva que la información únicamente verbal, ya que puede no recordarse correctamente o malinterpretarse.
El personal del centro veterinario debe entender que el propietario probablemente ha hecho su elección de dieta pensando que era lo mejor para su mascota. Se deben destacar los aspectos positivos del manejo y cuidado del animal; si el propietario siente que se le juzga por tratar mal a su mascota, lo más seguro es que se ponga a la defensiva, siendo menos probable que realice las modificaciones dietéticas necesarias. Una vez que el propietario está dispuesto a aceptar un cambio en la alimentación, se debe diseñar un plan para realizar la transición a una dieta completa y equilibrada, que puede ser un alimento comercial, una dieta casera y un suplemento nutricional utilizando un programa informático, como el proporcionado en páginas web de buena reputación (p. ej., Balanceit.com), o una dieta casera formulada por un veterinario especialista en nutrición®.