Revista veterinaria científica internacional para el profesional de los animales de compañía
Veterinary Focus

Número de edición 32.1 Otros artículos científicos

Etapas de desarrollo en el gato

Fecha de publicación 08/06/2022

Escrito por Kersti Seksel

Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , Português , English y ภาษาไทย

Entender las diferentes etapas del desarrollo del gatito es esencial para poder aconsejar a los propietarios sobre cómo interactuar mejor con su gato, tal y como describe Kersti Seksel.

Para que los gatitos puedan desarrollar comportamientos socialmente aceptables es importante que tengan contacto con el ser humano antes de las 7 semanas de edad

Puntos clave

Los propietarios de gatitos deben recibir información adecuada que permita optimizar la salud, tanto física como mental, de su nueva mascota.


El entorno uterino durante la gestación influye de forma significativa en el futuro comportamiento y desarrollo del gatito, siendo esencial proporcionar a la gata gestante una alimentación equilibrada.


El contacto humano y la manipulación es muy importante en gatitos de menos de 9 semanas, puesto que les ayudará a desarrollar comportamientos socialmente aceptables.


Los gatitos criados a biberón por el propietario parecen ser más propensos a desarrollar miedo y agresividad hacia las personas y otros gatos, mostrando una menor capacidad de aprendizaje.


Introducción

El comportamiento de los gatos a veces es difícil de entender y/o manejar por parte de los propietarios. Los problemas pueden surgir en cualquier etapa del desarrollo del gatito y pueden tener consecuencias a largo plazo, especialmente, cuando el gato forma parte de una familia; por tanto, es esencial entender los diferentes períodos de desarrollo felino para ayudar al gatito a convertirse en un buen gato y compañero. El comportamiento está determinado por diversos factores, como la predisposición genética del propio gato, el genotipo del padre y de la madre, el aprendizaje a través de experiencias pasadas (buenas, malas y neutras), así como el entorno en el que se encuentra en cada momento determinado. La epigenética también desempeña un papel.

Es importante saber lo que hay que hacer para que el gatito tenga un buen comportamiento de adulto, incluso empezando cuando el criador decide tener una camada. Elegir qué gata cruzar con qué gato y cuándo, es solo uno de los aspectos que influyen en lo que el futuro puede deparar. Conocer el manejo de la gata antes, durante y después de la gestación, así como el manejo de los gatitos con el objetivo de criarlos adecuadamente y ayudarlos a crear resiliencia antes de llegar a su nuevo hogar, son solo algunos ejemplos de todo lo que se debe tener en cuenta. El veterinario debería estar dispuesto y ser capaz de asesorar sobre todos estos aspectos. Igualmente es importante que los propietarios sepan cómo cuidar la salud física y mental de su nuevo gatito, puesto que son factores que influyen en gran medida en que se convierta en un buen compañero. Tener unas expectativas realistas respecto a lo que un gatito puede y debe hacer en un momento dado ayuda a crear un fuerte vínculo entre el gato y su propietario.

El desarrollo del gatito desde el nacimiento, cuando es totalmente dependiente y con una limitada capacidad para percibir y responder a los estímulos, hasta convertirse en un animal independiente, con una fisiología totalmente desarrollada, capaz de cuidar de sí mismo, cazar e interactuar con miembros de su propia especie o de otras, es un proceso muy rápido. Sin embargo, también es un proceso complejo y delicado, en el que están implicados muchos factores. Se han identificado diferentes etapas de desarrollo: prenatal, neonatal, de transición, de socialización, juvenil, adulto y sénior, y cada una de ellas influye en el comportamiento del gato (Tabla 1). A medida que el gatito crece se desarrollan los diferentes sistemas del organismo, incluyendo el sistema musculoesquelético y el nervioso, junto con el desarrollo psicológico (emocional), cuya secuencia debe ser la correcta para que sea neurotípico (es decir, normal). Se ha prestado mucha atención al periodo de socialización, ya que es cuando tiene lugar el destete de los gatitos, el posible cambio de hogar y la esterilización, existiendo, por tanto, muchas fuentes posibles de estrés que hacen que sea una etapa de desarrollo muy sensible. Sin embargo, no es la única etapa que se debe considerar. Por otro lado, hay que tener en cuenta que las etapas de desarrollo del gatito no son rígidas y pueden variar individualmente de un gatito a otro, además de existir diferencias en cuanto al rango de edad comprendido en cada etapa en función de las diferentes instituciones o asociaciones.

Tabla 1. Etapas de la vida del gato y edad aproximada.

Etapa de la vida Periodo normal
Prenatal in utero
Neonatal 0 a 2 semanas
Transición 2 a 3 semanas
Socialización 3 a 7-9 semanas
Juvenil ~ 9 semanas a 4-10 meses
Adulto/sénior
A partir de la pubertad

 

Periodo prenatal

El periodo prenatal, desde la concepción hasta el nacimiento, suele durar 63 días y es más importante de lo que puede parecer, en cuanto a las características futuras del gatito. Durante las diferentes fases del desarrollo embrionario, comenzando con la fecundación del ovocito y posterior implantación del embrión en el revestimiento del útero (unas dos semanas después de la fecundación) se producen numerosos cambios. Como las gatas tienen varias crías en un mismo parto, este proceso se repite con múltiples cigotos-mórulas, posiblemente procedentes de apareamientos con diferentes machos. Una vez establecida la gestación, el entorno uterino también ejerce una gran influencia en el futuro comportamiento y desarrollo de cada gatito. En un estudio se ha demostrado que los gatitos de gatas alimentadas con una dieta baja en proteínas durante el final de la gestación y la lactancia son más sensibles emocionalmente, se mueven más y vocalizan con más frecuencia que los gatitos de gatas alimentadas con una dieta equilibrada y completa 1. En estos gatitos también se observó la pérdida de equilibrio más frecuente, el deficiente apego social y una menor interacción con la gata. En otro estudio, al restringir la alimentación de la gata aportando la mitad de las necesidades nutricionales, se observó un déficit de crecimiento en algunas regiones del cerebro (cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico) de los gatitos 2. Estas regiones son responsables de iniciar y coordinar el movimiento y la acción, y los gatitos mostraron un retraso en muchas áreas del desarrollo, incluyendo la succión, la apertura de ojos, la reptación, la postura, la marcha, la carrera, el juego y la escalada. Sin embargo, todavía se debe investigar más sobre la influencia de la alimentación en la epigenética. El microbioma felino es un área que también se está investigando, aunque todavía no se conoce bien su influencia en el desarrollo de los gatitos.

Periodo neonatal

El periodo neonatal comienza en el momento del nacimiento y dura aproximadamente dos semanas de edad, aunque para algunos autores, este periodo es de tan solo 7 días. Sin embargo, como la madre inicia la lactancia y la estimulación perineal de los gatitos (para la micción y defecación) durante las dos primeras semanas de vida, probablemente, el periodo neonatal dure hasta entonces. El buen comportamiento maternal es esencial para el desarrollo saludable de los gatitos (Figura 1); nacen ciegos y prácticamente sordos, con una capacidad limitada para moverse y regular su temperatura corporal, por lo que dependen totalmente de la madre para sobrevivir. 

Comer y dormir son las actividades más importantes para los gatitos en esta etapa y, durante la primera semana de vida, dedican una media de 4 horas al día a mamar. Los gatitos nacen con los ojos cerrados (aunque muchos reflejos visuales, como el de parpadeo, pueden estar presentes antes del nacimiento 3) y con una deficiente capacidad auditiva, por lo que para sobrevivir dependen de los sentidos del olfato y del tacto, así como de la capacidad para detectar el calor. La capacidad de detectar un gradiente térmico es importante para la supervivencia, puesto que el neonato no puede regular su temperatura corporal. El gatito utiliza el sentido del olfato para localizar los pezones de la madre. Aunque los gatitos no vocalizan mucho, ronronean al mamar y lloran como respuesta a una molestia física. Los gatitos nacen con el sistema nervioso inmaduro, sus movimientos son limitados y sus extremidades no serán lo suficientemente fuertes como para soportar su peso corporal hasta aproximadamente la segunda semana de vida. Sin embargo, pueden corregir su posición si se les hace rodar sobre su espalda, ya que esta capacidad de enderezamiento se desarrolla antes del nacimiento. 

Los gatitos recién nacidos dependen totalmente de su madre para sobrevivir

Figura 1. Los gatitos recién nacidos dependen totalmente de su madre para sobrevivir, por lo que el comportamiento maternal adecuado es esencial para un desarrollo saludable. 
Crédito: Shutterstock

Kersti Seksel

La mayoría de los etólogos veterinarios actualmente creen que las clases de socialización, impartidas adecuadamente, son beneficiosas para los gatitos y este concepto se ha incluido en las guías sobre comportamiento felino de la Asociación Americana de Clínicos Felinos.

Kersti Seksel

Periodo de transición

Durante este periodo (2-3 semanas de edad) se producen rápidos cambios físicos y comportamentales y los gatitos desarrollan cierto grado de independencia de su madre. Los gatitos son capaces de reptar y caminar, aunque torpemente, y sus ojos y oídos ya son funcionales. Se produce la erupción de los primeros dientes deciduos, aunque los gatitos no suelen empezar a ingerir sólidos hasta el final del periodo de transición, como muy pronto. Su sentido del olfato estará completamente desarrollado a las 3 semanas de edad.

Es importante señalar que, en varios estudios, se ha encontrado que los gatitos separados de su madre y criados con biberón desde las 2 semanas de edad muestran más miedo y agresividad hacia las personas y otros gatos 4,5,6. Estos gatos también tienen una mayor sensibilidad frente a estímulos nuevos, una peor capacidad de aprendizaje, así como una menor capacidad social y parental. Estos efectos se pueden atenuar, al menos en parte, cuando estos gatitos conviven con otros gatos neurotípicos y pueden aprender de ellos mediante la observación.

Periodo de socialización

La socialización está estrechamente relacionada con el desarrollo neurológico y físico del gatito y es un proceso que no se limita a la etapa de crecimiento, sino que continúa durante toda la vida del gato. La forma en la que se socializa el gatito puede influir en la forma en la que interaccionará con otros individuos cuando sea un gato adulto. Se cree que el periodo de socialización abarca desde las 3 hasta las 7 semanas de edad, aunque algunos autores sugieren que podría durar hasta las 9 semanas. Esto podría suponer una diferencia importante respecto al perro, ya que el periodo de socialización del gatito parece terminar antes, pero se ha sugerido que esto no siempre es así, ya que el juego social de los gatitos alcanza su punto máximo entre las 9 y las 14 semanas de edad. También se cree que la duración de este periodo varía según el individuo, la raza y factores relacionados con la experiencia. Durante este periodo, el gatito se vuelve más independiente y suele ser cuando se incorpora a su nuevo hogar. 

Esta etapa está relacionada con el desarrollo de varios sistemas del organismo. Cuando el gatito tiene 4 semanas de edad, su capacidad auditiva es totalmente funcional (en grabaciones pueden reconocer los maullidos de su madre entre el mismo tipo de maullido de otros gatos 7) y tienen la habilidad de la percepción de la profundidad, aunque la agudeza visual seguirá mejorando hasta las 16 semanas de edad aproximadamente. La capacidad de enderezamiento en el aire es equivalente a la del adulto cuando el gatito tiene 6 semanas y, a las 7 semanas, puede regular la temperatura corporal tan bien como un gato adulto. A las 5-6 semanas de edad, el gatito tiene un control voluntario total de la eliminación, y puede empezar a escarbar en la tierra suelta para cubrir las heces y la orina. La respuesta de Flehmen, entreabriendo la boca, comienza a aparecer alrededor de las 5 semanas y es comparable a la de los adultos a las 7 semanas de edad.

A las 6-7 semanas de edad, la locomoción del gatito es similar a la del adulto, y durante este periodo se desarrolla el juego, reconociéndose varios tipos (social, con objetos y locomotor). El juego social comienza alrededor de las 4 semanas y alcanza el máximo en torno a las 9-14 semanas de edad. El juego con objetos y el juego locomotor comienzan a las 6 semanas y alcanzan el máximo a las 16 semanas, desarrollando la coordinación ojo-extremidad a partir de las 6 semanas de edad (Figura 2). A partir de las 14 semanas comienzan los juegos de miedo y los gatitos aprenden a pelear jugando, produciéndose peleas sociales. Se sabe que los gatitos que están solos, sin su camada, juegan más con objetos y con sus madres, que los gatitos que permanecen con su camada 8.

El juego es una parte esencial del desarrollo del gatito

Figura 2. El juego es una parte esencial del desarrollo del gatito y contribuye a la coordinación ojo-extremidad. 
Crédito: Shutterstock

En este momento, los gatitos ya toman alimentos sólidos y, si tienen la oportunidad, suelen comer lo mismo que su madre; las preferencias respecto al gusto, también se establecen durante este periodo. Se ha demostrado que el momento del destete afecta al comportamiento de los gatitos 9,10,11,12, de manera que los gatitos destetados precozmente (a las 4 semanas de edad) muestran un comportamiento depredador antes de lo normal, mientras que los gatitos destetados de forma tardía (a partir de las 9 semanas) muestran el comportamiento depredador más tarde y son menos propensos a matar presas.

A partir de las 3 semanas de edad, la madre empezará a enseñar a sus gatitos las bases de la depredación 13 y, en torno a las 5 semanas, mostrarán un comportamiento depredador básico e independiente. Hasta el mes de edad los gatitos son incapaces de aprender a responder a señales puramente visuales y a las 6-8 semanas de edad ya empiezan a reaccionar a las amenazas visuales y olfativas como lo harían los gatos adultos.

Las reacciones de miedo ante estímulos amenazadores pueden empezar a observarse a las 6 semanas de edad. A partir del segundo mes de vida, se empiezan a observar diferencias individuales en el comportamiento como consecuencia de la influencia genética y del diferente entorno inicial. Aparentemente, el aumento de la manipulación (estrés leve) del gatito acelera su desarrollo. El momento más receptivo para la socialización del gatito con el ser humano y otras especies es desde las 2 hasta las 9 semanas de edad y cuanto mayor sea la manipulación, menor será la probabilidad de desarrollar miedo a las personas. Para que el gatito se convierta en un animal de compañía sociable es importante que tenga contacto con el ser humano antes de las 7 semanas de edad, lo que le permitirá desarrollar un comportamiento socialmente aceptable 14. Por lo tanto, antes de que el gatito tenga 3 meses de edad, se debería manipular regularmente y con suavidad, sosteniéndolo y sujetándolo levemente de forma rutinaria, preferiblemente lo antes posible, incluso poco después del nacimiento (Figura 3). También es importante que el gatito esté expuesto, de forma no amenazadora, a varios estímulos nuevos durante este periodo de desarrollo sensible 15. Por lo tanto, es el mejor momento para iniciar “las clases de gatitos” (Recuadro 1). La mayoría de los etólogos veterinarios actualmente creen que las clases de socialización (impartidas adecuadamente) son beneficiosas para los gatitos y este concepto se ha incluido en las guías sobre comportamiento felino de la Asociación Americana de Clínicos Felinos (AAFP) 16.

Recuadro 1. Consejos para tener éxito en las clases de gatitos.

  • Realizar la presentación inicial del curso sin los gatitos para que los propietarios puedan centrarse en los temas que se van a tratar.
  • En la primera clase se debe hablar del cuidado de los gatitos y del comportamiento normal del gato y también se debe ayudar a los propietarios a diseñar un entorno que satisfaga las necesidades del gatito, evitando el desarrollo de problemas de comportamiento.
  • Es posible que las clases se tengan que organizar bastante seguidas, teniendo en cuenta que el periodo de socialización puede finalizar en torno a las 9 semanas de edad; por ejemplo, se pueden impartir tres clases en una semana.
  • Los gatitos deben tener entre 8 y 13 semanas de edad, estar desparasitados externamente, no mostrar signos de enfermedades potencialmente infecciosas y tener administradas al menos una serie de vacunas antes de iniciar el curso. El momento exacto para iniciar las clases depende del calendario de vacunación correspondiente y de cualquier impedimento en cuanto a la llegada del gatito al nuevo hogar.
  • No es recomendable que empiecen el curso gatitos de más de 13 semanas de edad, pero se puede animar a sus propietarios a asistir a las clases sin su gato.
  • Lo ideal es tener tres gatitos en una clase, siendo seis el máximo.
  • Se debe animar a toda la familia a asistir al curso y los niños menores de 5 años deben ir acompañados de un adulto.
  • Aunque las clases se manejan mejor con dos instructores, puede bastar una sola persona, ya que los gatitos no interactúan tanto como los perros.
  • El espacio disponible determinará el número de gatitos y de personas que pueden asistir; todas las personas deben estar sentadas y debe haber espacio para el material, como postes de rascado, bandejas de arena y juguetes. La habitación debe evitar que los gatos se puedan escapar.
  • Se deben proporcionar documentación para que los propietarios puedan revisar en casa toda la información.
Para que los gatitos puedan desarrollar comportamientos socialmente aceptables es importante que tengan contacto con el ser humano antes de las 7 semanas de edad, por lo que la manipulación regular y suave debe comenzar lo antes posible, incluso poco después del nacimiento

Figura 3. Para que los gatitos puedan desarrollar comportamientos socialmente aceptables es importante que tengan contacto con el ser humano antes de las 7 semanas de edad, por lo que la manipulación regular y suave debe comenzar lo antes posible, incluso poco después del nacimiento.
Crédito: Shutterstock

Periodo juvenil

Se considera que el periodo juvenil empieza en torno a las 9 semanas de edad y termina con la madurez sexual (entre los 4 y los 10 meses). Aunque los patrones básicos de comportamiento no cambian durante este periodo, las habilidades motoras y la coordinación mejoran gradualmente y los gatitos son cada vez más independientes. Este periodo se asocia con la preparación para la dispersión y también es cuando los gatitos se vuelven totalmente independientes para satisfacer sus necesidades alimentarias. Aunque el juego y la exploración de objetos inanimados, así como el juego locomotor, se intensifican en torno a las 7 u 8 semanas de edad, el máximo se alcanza a las 18 semanas. El juego social es más frecuente entre las 4 y las 14 semanas de edad y empezará a adquirir características de depredación durante el tercer mes de vida. El juego con objetos puede ser social o solitario y puede consistir en dar zarpazos, acechar, saltar, morder los objetos y agarrarlos con las patas. Este tipo de juego simula diversas características de la secuencia depredadora.

Kersti Seksel

Algunos gatos, independientemente de su socialización, pueden no llegar nunca a confiar en el ser humano. Sin embargo, la manipulación regular del gatito, desde el nacimiento hasta las 7-9 semanas, puede aumentar la probabilidad de una socialización adecuada, incluso con 15 minutos al día se obtienen efectos beneficiosos.

Kersti Seksel

Periodo adulto

Se considera que el periodo juvenil termina con la pubertad, es decir, momento en el que el gato se puede reproducir sexualmente, dando paso al periodo adulto que se alargará hasta el final de la vida. En las gatas, los primeros signos de celo pueden aparecer entre los 3,5 y los 12 meses de edad, aunque lo más frecuente es entre los 5 y los 9 meses de edad, estando implicados diversos factores. Las razas orientales suelen ser más precoces, estando sexualmente receptivas antes que otras razas. Existen varios factores del entorno que contribuyen a la aparición de los primeros signos de celo, como haber nacido a principios de la primavera, la exposición a machos maduros, la presencia de otras gatas en celo o estar en la época del año en la que se alargan las horas de luz al día. No obstante, también influye el peso corporal de la gata y la estación del año en la que nació, teniendo en cuenta las diferencias entre el hemisferio norte y el sur. Las gatas son poliéstricas estacionales, por lo que durante la época reproductiva presentan varios periodos de receptividad sexual, además tienen una ovulación inducida, es decir, si no se aparean, no ovulan y una gata puede aparearse con varios machos. El periodo juvenil de los machos finaliza alrededor de los 8-12 meses de edad, cuando empiezan a producir un esperma viable. 

La madurez sexual no equivale a la madurez social. Este último término se refiere al desarrollo del comportamiento social adulto y a las interacciones con otros gatos, junto con el comportamiento de defensa del territorio. Se cree que el gato alcanza la madurez social más tarde que el perro, entre los 36 y los 48 meses de edad, ya que el gato tiene que desarrollarse física y mentalmente lo suficientemente bien como para desenvolverse en la sociedad adulta.

Por último, recientemente se está prestando más atención al periodo “sénior” de la vida del gato. Aunque hasta ahora se han realizado relativamente pocas investigaciones sobre los cambios de comportamiento asociados al envejecimiento en el gato, en la práctica dichos cambios son ampliamente conocidos. Se han reconocido cambios de comportamiento en el gato de edad avanzada y parece que también se produce una disminución de la capacidad mental a medida que el gato envejece. Actualmente se están realizando muchos estudios sobre la cognición felina y sobre el deterioro cognitivo en el gato de edad avanzada.

Personalidad

La personalidad se describe como la manera en la que un individuo tiende a mostrar patrones de comportamiento, pensamientos y sentimientos que son característicos de él. La capacidad de socialización de un gato con el ser humano parece ser un rasgo heredado de la personalidad (Figura 4). En varios estudios se ha demostrado que hay rasgos genéticamente “amistosos” (atrevimiento) y “no amistosos” (timidez), existiendo una influencia paterna 17. Por tanto, algunos gatos, independientemente de su socialización, pueden no llegar nunca a confiar en el ser humano. Sin embargo, como se ha señalado anteriormente, la manipulación regular del gatito, desde el nacimiento hasta las 7-9 semanas de edad, puede aumentar la probabilidad de conseguir una socialización adecuada, incluso se cree que con 15 minutos al día se obtienen efectos beneficiosos, especialmente acentuados en gatitos tímidos. La variabilidad en la personalidad felina tiene una gran implicación en el cumplimiento de las expectativas del propietario en cuanto a la relación con su gato. A algunos propietarios les puede resultar difícil tener un gato tímido, que no sea amigable con las personas, pero no todo el mundo prefiere un gato atrevido y ruidoso.

La personalidad de un gato tiene importantes implicaciones en la satisfacción de las expectativas del propietario

Figura 4. La personalidad de un gato tiene importantes implicaciones en la satisfacción de las expectativas del propietario.
Crédito: Shutterstock

Conclusión

Entender los distintos periodos de desarrollo nos ayuda a comprender mejor el comportamiento de un gato y por qué actúa de una manera determinada. Esto es importante por varias razones, incluyendo la posibilidad del criador de seleccionar aquellos ejemplares con los que podrá obtener un buen compañero para el ser humano, lo que ayudará a reforzar el vínculo entre el gato y su propietario. Por tanto, así disminuirá el riesgo de abandono y eutanasia por comportamientos no deseados. Los veterinarios pueden y deben ofrecer a los propietarios el mejor asesoramiento posible sobre su gato y su desarrollo, por el bienestar de su mascota y para asegurar el futuro de los gatos como animales de compañía.

Bibliografía adicional

  • Overall KL. Clinical Behavioural Medicine for Small Animals. St Louis, MI; Mosby, 2013.
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Referencias

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Kersti Seksel

Kersti Seksel

La Dra. Seksel, tras licenciarse por la Universidad de Sídney y trabajar en el Reino Unido, obtuvo el grado de Máster en Ciencias del Comportamiento y en Artes. Leer más

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