Revista veterinaria científica internacional para el profesional de los animales de compañía
Veterinary Focus

Número de edición 31.3 Nutrición

Preguntas frecuentes sobre nutrición felina

Fecha de publicación 17/08/2022

Escrito por Ana Luísa Lourenço

Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , Português y English

La especie felina es única en muchos aspectos, sobre todo en lo que a necesidades nutricionales se refiere, tal y como ilustra este artículo de preguntas y respuestas frecuentes de Ana Lourenço.

A la mayoría de los gatos les gusta beber leche, pero eso no significa que sea bueno para ellos, especialmente si ingieren una cantidad excesiva

Puntos clave

Los gatos son carnívoros estrictos y, aunque en teoría es posible, es extremadamente difícil formular una dieta de mantenimiento equilibrada totalmente libre de productos de origen animal.


A menudo se dice que a los gatos no se les debe dar leche por “intolerancia a la lactosa”. Sin embargo, esto no significa que en ningún momento se le pueda dar leche.


Los carbohidratos no están contraindicados en los gatos, pero deben aportarse en los alimentos de forma que sea fácilmente digestibles.


Los gatos tienen una extraordinaria capacidad para concentrar su orina cuando el agua de bebida escasea, pero para que su salud sea óptima, siempre que sea posible, se debe fomentar que beban siempre que lo deseen.


Introducción

El gato fue domesticado por primera vez hace unos 10.000 años por el ser humano y, desde entonces, se ha convertido en uno de nuestros animales de compañía más populares. Como es natural, esto ha hecho que queramos ofrecerle los mejores cuidados posibles y con este objetivo, durante las últimas décadas se ha realizado un gran esfuerzo investigando sobre él, especialmente, sobre sus necesidades nutricionales. Cada vez es más evidente que el gato es un animal con muchas particularidades, sobre todo desde el punto de vista nutricional y en este artículo se abordarán algunas de ellas.

P: ¿Se puede alimentar a un gato con una dieta sin ingredientes de origen animal? 

R: A los gatos muchas veces se les define como carnívoros estrictos u obligados; en la naturaleza consumen alimentos procedentes, casi en su totalidad, de fuentes animales, están anatómicamente diseñados para cazar e ingerir presas y su metabolismo está adaptado a su dieta natural 1 (Figura 1). Los gatos necesitan diferentes nutrientes y, algunos de ellos, se deben aportar a través del alimento, ya que no los pueden sintetizar en la cantidad necesaria a través de sus vías metabólicas intrínsecas. Las investigaciones han demostrado que existen al menos 45 nutrientes esenciales para la salud del gato 2 y debido a sus particularidades metabólicas, sus necesidades de proteínas, arginina, metionina, cisteína, ácido araquidónico, vitamina D, niacina y piridoxina son más elevadas que las de los omnívoros 1,2.

Los gatos han ido evolucionando a lo largo de muchos siglos para cazar

Figura 1. Los gatos han ido evolucionando a lo largo de muchos siglos para cazar, capturar y comer presas y su metabolismo se basa en el consumo de alimentos de origen animal. 
Credit: Shutterstock

Algunos de los nutrientes esenciales se obtienen principalmente a partir de ingredientes de origen animal; estos nutrientes incluyen varios aminoácidos (lisina, metionina, cisteína y taurina), algunas vitaminas (A, D y B12) y algunos ácidos grasos (ácido araquidónico, eicosapentaenoico y docosahexaenoico). Aportar estos nutrientes utilizando otras fuentes de origen diferente al animal puede ser todo un reto, por lo que para formular una dieta sin ingredientes de origen animal se deben utilizar otras alternativas, ya sea incorporando productos sintetizados químicamente o ingredientes de fuentes no animales específicas. Sin embargo, estas alternativas no son necesariamente sencillas y pueden plantear ciertas dificultades. En primer lugar, no basta con saber si un producto o ingrediente determinado contiene el nutriente deseado, sino que también es esencial conocer la cantidad que aporta. La concentración de dicho nutriente puede ser inferior a la que se encuentra en un ingrediente de origen animal, o puede ser menos activo (p. ej., puede contener vitamina D2 en lugar de vitamina D3), por lo que es necesario cuantificar su biodisponibilidad (es decir, la cantidad de nutriente que, una vez ingerido, queda disponible para el metabolismo o almacenamiento dentro del cuerpo).

En segundo lugar, algunos ingredientes de origen vegetal o derivados de fuentes no animales pueden afectar negativamente a la dieta del gato; pueden disminuir la digestibilidad y la biodisponibilidad general de los nutrientes del alimento, afectando, por ejemplo, al contenido y la estructura de los carbohidratos y pueden reducir la palatabilidad general del alimento.

Y, en tercer lugar, también se debe valorar el posible riesgo de que dicha dieta influya en la aparición de enfermedades frecuentes en el gato, por ejemplo, afectando al pH urinario y, con ello, a la posibilidad de que exista un mayor riesgo de urolitiasis. Resumiendo, elaborar una dieta sin ingredientes de origen animal para gatos presenta dificultades considerables, no solo para que sea completa y equilibrada en el análisis químico, sino también para que sea adecuada como dieta de mantenimiento a largo plazo. Por lo que se ha podido comprobar, los alimentos “vegetarianos” o “veganos” para gatos, comercialmente disponibles, carecen de toda esta información y, hasta la fecha, los estudios han demostrado que muchas veces ni siquiera alcanzan los niveles recomendados de nutrientes esenciales 3,4,5. En un estudio se sugirió que, en algunos casos, la salud de los gatos no se ve afectada al recibir un alimento sin ingredientes de origen animal 3, pero no está claro si estos gatos tuvieron acceso al exterior y pudieron cazar y, por otro lado, el período de evaluación pudo no haber sido suficiente como para que los gatos manifestaran individualmente signos clínicos de deficiencias nutricionales.

La autora desconoce si existe alguna empresa multinacional importante, fabricante de alimentos para mascotas, que actualmente elabore alimentos sin ingredientes de origen animal. Este hecho, en sí mismo, es significativo; estas empresas tienen el conocimiento y los recursos económicos necesarios para investigar y elaborar este tipo de alimentos. Además, dado que ya existe un mercado preparado con demanda por parte de algunos propietarios de mascotas, se puede argumentar que, al menos por ahora, dichos alimentos representan un riesgo innecesariamente alto para los gatos. Las investigaciones de varias décadas han revelado gran cantidad de información sorprendente sobre la nutrición felina y todavía seguimos aprendiendo más, por lo que, sobre esta base, todas las fórmulas de los alimentos para gatos deben estar respaldadas por una sólida evidencia científica para que sean lo más seguras posible. La conclusión debe ser que, al menos de momento, los gatos se deben alimentar con una dieta que incluya ingredientes de origen animal, ya que las alternativas plantean la posibilidad real de proporcionar a largo plazo una nutrición subóptima.

Ana Luísa Lourenço

Algunas de las fuentes vegetales y alternativas no animales pueden tener un impacto negativo en la dieta, afectando a la digestibilidad y biodisponibilidad de los nutrientes y reduciendo la palatabilidad.

Ana Luísa Lourenço

P: ¿Está relacionada en el gato la enfermedad cardíaca con la dieta?

R: La respuesta corta a esta pregunta es “en algunas situaciones, posiblemente”. A finales de la década de los 80, se identificó a la taurina como nutriente clave que podría reducir la prevalencia de cardiomiopatía dilatada felina 6. El mecanismo por el que se produce la cardiomiopatía dilatada y la insuficiencia cardiaca cuando existe una baja concentración de taurina en el músculo cardíaco todavía no se comprende del todo, aunque se ha postulado que se debe a alteraciones metabólicas de la energía y el calcio del miocardio 7,8.

La taurina es un ácido β-amino sulfónico, no proteico, que se encuentra en grandes cantidades en las presas naturales del gato. A diferencia de la mayoría de los mamíferos, los gatos tienen una baja concentración de cisteína dioxigenasa y de cisteína ácido sulfónico descarboxilasa, que son enzimas claves de las vías metabólicas para la síntesis de taurina 9. Debido a esta particularidad, los gatos no pueden sintetizar eficientemente taurina a partir de metionina y cisteína y, por consiguiente, necesitan que la dieta proporcione el nivel adecuado de taurina para su metabolismo.

Cuando se reconoció que la taurina era un nutriente esencial, los fabricantes empezaron a incorporarla en los alimentos para mascotas, de manera que la cardiomiopatía felina por deficiencia en taurina, que era algo frecuente, pasó a ser rara. En la actualidad, la mayoría de los casos afectan a gatos que se alimentan con dietas caseras, aunque cabe destacar que el gato no es la única especie susceptible. En una revisión reciente de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) se ha señalado la posible relación entre ciertos alimentos y el desarrollo de cardiomiopatía dilatada, siendo la mayoría de los casos de perros, aunque también de un pequeño número de gatos 10. Aunque todavía no se han aclarado los diversos factores que pueden estar implicados, la investigación se ha centrado en la alimentación de los animales afectados, particularmente en los alimentos en los que se sospecha un bajo nivel de biodisponibilidad de taurina. Es importante señalar que existen varios factores involucrados en la etiología de la cardiomiopatía dilatada, por lo que para poder extraer conclusiones es necesaria una recopilación de datos más sólida.

Si se identifica que la deficiencia de taurina es la causa probable de cardiomiopatía felina y las pruebas demuestran niveles bajos de taurina en plasma y en sangre total (Figura 2), la suplementación con taurina, que suele resultar en una mejoría inmediata de la función cardíaca (suponiendo que el gato supera el período crítico inmediato) debería llevar a la resolución en los siguientes 6 meses. Por tanto, aunque es cierto que determinados alimentos pueden causar enfermedades cardíacas en el gato, es poco probable que un alimento comercial bien formulado esté relacionado con una mayor predisposición a la cardiomiopatía.

Cuando en un gato se sospecha cardiomiopatía dilatada es recomendable medir la concentración de taurina plasmática

Figura 2. Cuando en un gato se sospecha cardiomiopatía dilatada es recomendable medir la concentración de taurina plasmática. 
Credit: Shutterstock

P: ¿Se debe dar leche al gato?

R: El hecho de que a la mayoría de los gatos les guste la leche, no significa necesariamente que sea saludable para ellos (Figura 3). Quizás la pregunta más correcta sea “¿cuánta cantidad de leche es apropiada para un gato y qué problemas pueden relacionarse con su consumo?” Es cierto que los gatos, como todos los demás mamíferos, sobreviven en la naturaleza, durante sus primeras semanas de vida, alimentándose exclusivamente de leche e incluso cuando ya empiezan a ingerir alimentos sólidos, siguen dependiendo parcialmente de la leche materna hasta completar el destete (Figura 4). La actividad de la lactasa en el intestino disminuye con la edad y, con ello, la capacidad de digerir lactosa, que es el principal azúcar de la leche. Si la cantidad ingerida de lactosa por el gato supera su capacidad para digerirla, la lactosa no digerida fermentará en el tracto gastrointestinal, dando lugar a signos clínicos como vómitos y diarrea. Por tanto, la capacidad de digerir lactosa de un gato adulto es menor que la de un gatito, aunque en los estudios se ha demostrado que el gato adulto puede tolerar diariamente (al menos) 1,3 g de lactosa por kg de peso corporal 11. Cabe destacar que la concentración de la lactosa en la leche es bastante constante, tanto entre diferentes especies (p. ej., leche de vaca, oveja o cabra) como entre diferentes tipos de leche (desnatada, semidesnatada o entera), con un máximo del 5% de media 12. Esto significa que un gato podría tolerar al día hasta 25 ml de leche por kg de peso corporal. Así, si un gato de 4 kg toma menos de 100 ml de leche al día, es poco probable que desarrolle signos clínicos de intolerancia a la lactosa. Esto no excluye el hecho de que algunos individuos tengan una capacidad particularmente baja para digerir la lactosa, por lo que, en algunos casos, incluso con una pequeña cantidad de leche se pueden producir signos clínicos.

A la mayoría de los gatos les gusta beber leche

Figura 3. A la mayoría de los gatos les gusta beber leche, pero eso no significa que sea bueno para ellos, especialmente si ingieren una cantidad excesiva. 
Credit: Shutterstock 

No obstante, aparte de la cuestión de la intolerancia a la lactosa, si el gato toma leche con regularidad, es importante tener en cuenta el análisis nutricional de su alimento y la cantidad de energía total que ingiere el gato. La leche de gata es un alimento muy completo y tiene todos los nutrientes esenciales para los gatitos lactantes, pero no es un alimento equilibrado después del destete. La leche tiene una elevada densidad energética y si el gato la consume regularmente, su aporte se debe considerar como parte de una dieta completa y equilibrada o como premio extra; en ese caso no debe representar más del 10% del contenido energético de su alimento base. Considerando que la leche entera de vaca tiene una densidad energética de 69 kcal/100 ml (o aproximadamente la mitad si es desnatada) 12, un gato castrado de 4 kg que tiene unas necesidades energéticas medias de 130-190 kcal/día (52-75 kcal/kg0.67), puede tomar, como premio, unos 20-30 ml de leche diariamente, o el doble si es desnatada. En este volumen de leche, la lactosa que ingeriría se encuentra muy por debajo del máximo.

Por último, otro aspecto a considerar es la posibilidad de que algunos gatos sean alérgicos a la caseína. Aunque según la bibliografía esta alergia no es frecuente en el gato 13, obviamente los individuos alérgicos no deberían tomar nada de leche.

Resumiendo, se puede decir que la leche con moderación es aceptable para la mayoría de los gatos, pero una cantidad excesiva puede ser perjudicial a largo plazo.

La leche de la gata proporciona una nutrición completa a los gatitos durante las primeras semanas de vida

Figura 4. La leche de la gata proporciona una nutrición completa a los gatitos durante las primeras semanas de vida.
Credit: Shutterstock

P: ¿Puede el gato digerir y metabolizar carbohidratos?

R: El metabolismo y la fisiología de la especie felina han evolucionado a partir de una dieta basada en presas pequeñas (como ratones y pájaros) que aporta una cantidad muy limitada de carbohidratos 14. Si el gato tiene la posibilidad de elegir, preferirá un alimento con un bajo contenido en carbohidratos 15. Estos hechos llevan a suponer que el sistema digestivo y el metabolismo del gato no pueden tolerar correctamente la ingesta de carbohidratos. De hecho, la glucosa (uno de los carbohidratos más simples) es tan esencial para el gato carnívoro como para los omnívoros o los herbívoros. La glucosa es la principal, o la única, fuente de energía para el cerebro y los glóbulos rojos, los leucocitos, algunas células específicas de la médula renal, los testículos y el ojo 16. La glucosa también es necesaria para la síntesis de algunos aminoácidos no esenciales, la vitamina C y los ácidos nucleicos, así como para producir lactosa en las gatas en lactación 16. Sin embargo, los carbohidratos no son nutrientes que obligatoriamente se deban aportar a través de la dieta del gato, ya que la glucosa se puede sintetizar a partir de otras fuentes.

Tras la administración intravenosa de glucosa, la glucemia vuelve rápidamente a su nivel basal en el gato y la concentración de glucosa en sangre en ayunas es muy parecida a la de otros mamíferos con necesidades nutricionales diferentes 16, por lo que está claro que el gato es capaz de metabolizar carbohidratos. Aunque el gato ha evolucionado para tener una capacidad de digestión de carbohidratos complejos más limitada que otras especies domésticas (p. ej., el perro o el cerdo 17), puede digerir y absorber carbohidratos eficientemente siempre que estén procesados adecuadamente (es decir, molidos y/o cocidos) y no se ingieran en cantidades excesivas 18. Por tanto, la pregunta no es “si los gatos se deben alimentar con carbohidratos” sino más bien “qué es lo que hay que tener en cuenta cuando el alimento del gato contiene carbohidratos”, ya que el gato no debe ingerir carbohidratos crudos o en cantidades que excedan su capacidad digestiva.

P: ¿Puede un gato volverse diabético por consumir un alimento alto en carbohidratos?

R: La diabetes mellitus es una enfermedad relativamente frecuente en los gatos, según algunos estudios la prevalencia es de hasta el 1,25% 16, y los propietarios de gatos diabéticos pueden preguntarse si los carbohidratos del alimento han podido favorecer el desarrollo de la enfermedad (Figura 5). En primer lugar, conviene considerar el motivo por el que la mayoría de los alimentos comerciales para gatos contienen niveles relativamente altos de carbohidratos, cuando la dieta natural del gato suele tener un nivel de carbohidratos muy bajo (en torno al 2% de la energía metabolizable (EM) 14). No es que estos nutrientes simplemente sean más económicos o sostenibles que las proteínas o las grasas, sino que los carbohidratos son necesarios desde el punto de vista tecnológico para la elaboración del alimento seco. Además, los carbohidratos se incorporan en los alimentos porque tienen varias propiedades beneficiosas: se digieren y absorben ampliamente en el tracto gastrointestinal, pueden sustituir en parte a las grasas y a las proteínas alimentarias, como fuente de energía, y tienen un efecto ahorrador sobre el metabolismo de los aminoácidos.

Es posible que los propietarios se pregunten si el exceso de carbohidratos en el alimento puede contribuir al desarrollo de diabetes

Figura 5. Es posible que los propietarios se pregunten si el exceso de carbohidratos en el alimento puede contribuir al desarrollo de diabetes, pero no existen suficientes evidencias que respalden esa teoría.
Credit: Shutterstock

Dado que la diabetes felina es un trastorno endocrino principalmente debido a la intolerancia a la glucosa por resistencia a la insulina, puede ser difícil no considerar el contenido de carbohidratos del alimento como causa de esta enfermedad, pero la evidencia que apoya esta hipótesis es muy débil 16. Hay algunos datos que sugieren que las dietas bajas en carbohidratos pueden ayudar a controlar la glucemia y a obtener la remisión de la diabetes felina 19, y de hecho, este tipo de dietas pueden resultar beneficiosas, pero esto no significa necesariamente que los carbohidratos sean la causa de la enfermedad.

Después de ingerir alimento, los niveles de glucosa en sangre aumentan y como consecuencia de ello, fisiológicamente, el páncreas libera insulina para contrarrestar este efecto. Si el contenido elevado de carbohidratos en el alimento estuviese relacionado con la diabetes, cabría esperar que este mecanismo estuviese alterado de alguna manera, dando como resultado una menor tolerancia a la glucosa y/o una menor sensibilidad a la insulina. En algunos estudios en gatos se han observado alteraciones en la tolerancia a la glucosa con alimentos altos en carbohidratos/bajos en proteínas en comparación con alimentos altos en proteínas/bajos en carbohidratos, pero en otros estudios, esto no se ha confirmado 20. En al menos un estudio no se ha podido establecer ninguna relación entre el contenido de carbohidratos del alimento y la sensibilidad a la insulina 21, y también es cierto que incluso los alimentos altos en almidón no suelen causar hiperglucemia ni glucosuria en los gatos.

Además, la teoría de que el aumento de glucemia secundario a la ingestión de alimentos altos en carbohidratos es responsable de la secreción excesiva de insulina por las células β pancreáticas (lo que podría conducir a la destrucción de dichas células y a la posterior diabetes mellitus), se ha refutado en un estudio que demostró que las células β pancreáticas felinas responden más a los aminoácidos y menos a la glucosa que las células β de especies omnívoras 22. Esto sugiere que en la etiología de la diabetes felina interviene algo más que el contenido de carbohidratos de la dieta. No obstante, los estudios han demostrado que el ritmo de eliminación de la glucosa en el gato es inferior al del perro o el ser humano, y un estado de hiperglucemia crónica (30 mmol/l durante un periodo de 10 días, mediante infusión de glucosa) puede provocar disfunción y pérdida de células β, afectando a la secreción de insulina 16. Sin embargo, es importante señalar que este escenario no imita la respuesta fisiológica del gato a la ingesta de alimentos, por lo que, en conclusión, actualmente no existen pruebas sólidas que respalden la hipótesis de que el contenido de carbohidratos en el alimento pueda causar diabetes en el gato. La obesidad, como consecuencia de un estilo de vida inactivo y de la ingesta calórica excesiva, así como la edad avanzada, siguen siendo los principales factores de riesgo de diabetes mellitus 16.

P: ¿Puede un gato estar sano sin beber agua?

R: Los gatos no pueden sobrevivir sin agua, pero cubren sus necesidades hídricas tanto por medios exógenos (a partir del agua de bebida y el contenido de agua del alimento) (Figura 6), como por medios endógenos (a partir del agua producida por la oxidación de carbohidratos, grasas y proteínas). El agua se pierde a través de la orina, las heces y los procesos de evaporación, y aunque varios factores (como la enfermedad, la temperatura y la humedad ambiental) pueden aumentar estas pérdidas, la necesidad media diaria de agua de un gato es de unos 50 ml por kg de peso corporal 23.

Aunque la mayoría de los gatos tienen acceso ilimitado al agua, muchos de ellos no beben mucho

Figura 6. Aunque la mayoría de los gatos tienen acceso ilimitado al agua, muchos de ellos no beben mucho.
Credit: Shutterstock

En caso necesario, los gatos pueden concentrar mucho la orina, reabsorbiendo agua en los riñones. Aunque probablemente, esta es una adaptación evolutiva útil para la supervivencia en ambientes áridos, se ha sugerido que esta capacidad, junto con la baja ingesta de agua, puede contribuir al desarrollo de algunos trastornos del tracto urinario, frecuentes en esta especie 24. Para reducir este riesgo, se debe fomentar cualquier medida o estrategia que estimule la ingesta de agua, por ejemplo, proporcionando fuentes de agua o bebederos adicionales en la casa (Figura 7). No obstante, al mismo tiempo, es importante evitar cualquier causa de estrés en el gato, ya que puede contribuir de manera considerable a la aparición de varios problemas de salud. Los factores que ayudan a maximizar la ingesta de agua y a minimizar, al mismo tiempo, cualquier causa de estrés se deben adaptar individualmente a cada gato 24 y el mejor enfoque consiste en simplemente dejar que el gato decida cómo, dónde y cuándo beber.

El uso de fuentes puede fomentar un mayor consumo de agua sin causar estrés al gato

Figura 7. El uso de fuentes puede fomentar un mayor consumo de agua sin causar estrés al gato. 
Credit: Shutterstock

Pero no solo cuenta el agua bebida, sino que las necesidades hídricas del gato también se pueden cubrir mediante el agua contenida en el alimento. El alimento es una buena fuente de agua para el gato, ya que las presas que captura para sobrevivir en la naturaleza (pequeños roedores y aves) tienen un contenido de agua de alrededor del 70% 14. Ofrecer un alimento con un alto contenido de agua es, obviamente, un método muy eficaz y no genera ningún estrés, siempre que el gato disfrute del alimento. Hace mucho tiempo se demostró que los gatos podían satisfacer sus necesidades de agua únicamente con una dieta a base de pescado o carne 25. En investigaciones más recientes se ha demostrado que la ingesta diaria de agua de un gato y el volumen de orina producido es significativamente mayor con el alimento húmedo (con un 75-80% de agua) que con el alimento seco (con un 8% de agua) 26. Por tanto, aunque cualquier método libre de estrés que anime al gato a beber es bienvenido, ofrecer un alimento con un alto contenido de humedad puede ser, para muchos gatos, la forma más fácil de garantizar la suficiente ingesta de agua para la correcta homeostasis.

Conclusión

El gato es único en muchos aspectos, y sus necesidades y peculiaridades alimentarias enfatizan el dicho de que “un gato no es un perro pequeño”: las necesidades nutricionales del gato pueden ser bastante diferentes de las del perro y siempre merece la pena dedicar parte importante de la consulta para hablar sobre las necesidades dietéticas del gato. La buena salud de las mascotas comienza con una buena comunicación en la consulta, por lo que es esencial que el veterinario de pequeños animales tenga un excelente conocimiento nutricional para poder ofrecer el mejor asesoramiento a los propietarios.

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Ana Luísa Lourenço

Ana Luísa Lourenço

La Dra. Lourenço obtuvo la licenciatura en ciencias animales y en veterinaria en la Universidad de Trás-os-Montes y Alto Douro (UTAD), donde continuó realizando su investigación de doctorado. Leer más

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