Revista veterinaria científica internacional para el profesional de los animales de compañía
Veterinary Focus

Número de edición 32.1 Otros artículos científicos

Sustitutos de leche materna para cachorros

Fecha de publicación 06/04/2022

Escrito por Emmanuel Fontaine

Disponible también en Français , Deutsch , Italiano , Polski , Português , Română , English y ภาษาไทย

Dar leche maternizada a los neonatos puede parecer algo bastante sencillo, pero se pueden cometer varios errores, tal y como describe Emmanuel Fontaine.

Cuando se alimenta a un cachorro con biberón, la tetina debe estar alineada hacia la boca

Puntos clave

La composición de la leche canina es muy diferente a la de la leche de vaca o de cabra, por lo que siempre es preferible utilizar un sustituto de leche materna específico para cachorros.


Muchas veces se cometen errores durante la reconstitución de la leche maternizada en polvo, lo que puede provocar diarrea y/o estreñimiento en el neonato.


La suplementación de energía siempre es beneficiosa en neonatos en riesgo vital, pudiéndose utilizar para ello leche maternizada.


Los sustitutos de leche materna de nueva generación contienen maltodextrina e inmunoglobulina Y, que ayudan al cachorro durante el periodo neonatal.


Introducción

Acabas de realizar una ecografía, sonríes a la propietaria y le dices “¡Felicidades, su perra está preñada!” Esta escena podría ocurrir en cualquier clínica veterinaria, pero antes de dejar la sonda en su sitio, recuerda: la consulta está lejos de terminar. De hecho, está a punto de comenzar una nueva, y muy importante, conversación con el propietario. Parte de la conversación se centrará en la neonatología canina y en cómo cuidar adecuadamente a los cachorros recién nacidos, siendo un buen lema “Más vale prevenir que curar”. Un tema importante del que se debe hablar es el de los sustitutos de la leche o leches maternizadas y, de hecho, estos productos deberían formar parte de cualquier “kit de herramientas” de neonatología, pero pueden surgir varias preguntas al respecto. ¿Cuál elegir? ¿Cuáles son los factores más importantes que hay que tener en cuenta? ¿Cuál es la mejor manera de utilizarlos y cuándo se deben usar? Este artículo pretende responder a estas cuestiones.

 

¿Cuál es el mejor sustituto de leche para cachorros? 

 

Buscar la adecuación nutricional

Muchos propietarios asumen que cualquier leche es adecuada para los cachorros recién nacidos. Si no se han informado correctamente, las opciones que suelen considerar son la leche que tienen en la nevera, la leche maternizada para bebés del supermercado de la zona, una fórmula casera que han encontrado en Internet... Por lo tanto, es importante que el propietario sepa que la leche de perra es muy específica. La leche canina, en comparación con la de otras especies, es más densa energéticamente, tiene mayores niveles de minerales (por ejemplo, calcio y fósforo) y contiene más proteínas (Tabla 1). Es obvio que la leche de vaca o cabra (esta última es la favorita en Internet) tienen una composición muy diferente y no ofrecen el equilibrio nutricional adecuado para favorecer un crecimiento saludable en el neonato. 

Tabla 1. Composición media de la leche de perra, vaca y cabra.

Perra
(ref 2
)
Vaca
(adaptado de ref. 3
)
Cabra
(adaptado de ref 
3)
Energía (kcal/L) 1560 630 710
Proteínas (g/Mcal) 56,7 21,8 46
Calcio g/Mcal 2,13 0,55 1,7
Fósforo g/Mcal 1,37 0,48 1,46
Lactosa (g/Mcal)
20 28,8 57,7

Tampoco se recomienda utilizar leche maternizada humana. Estos productos contienen almidón, que actúa como espesante y favorece la sensación de saciedad del bebé, además de ser una fuente de carbohidratos. Sin embargo, los cachorros recién nacidos no tienen las enzimas necesarias (amilasa y maltasa) para digerir correctamente el almidón 1, por lo que se deben evitar estos productos. En teoría, se puede crear una fórmula casera similar a la leche canina utilizando recetas de Internet, pero requiere mucho tiempo y es complicado, puesto que es esencial asegurarse que cumplen varios parámetros, como el equilibrio nutricional, la esterilidad y la osmolalidad correcta y los riesgos superan claramente los beneficios. Para el propietario que insista en esta alternativa es recomendable consultar con un veterinario nutricionista para garantizar que la receta elegida sea adecuada.

 

La osmolalidad es vital

La osmolalidad hace referencia a la presión osmótica ejercida por las partículas disueltas en la leche. La presencia de gran cantidad de partículas osmóticamente activas en el tracto digestivo del neonato puede inducir una diarrea osmótica, y dado que el 84% del cuerpo del cachorro es agua 4 es importante evitar las diarreas, especialmente durante el periodo neonatal. La lactosa afecta a la osmolalidad de la leche y como la leche de vaca y de cabra contienen más lactosa que la de la perra, este es otro motivo por el que es mejor evitar estas opciones en los neonatos. 

La opción preferida

Actualmente, los sustitutos de la leche canina están ampliamente disponibles y siempre deberían ser la opción preferida. Obviamente, es importante que su composición sea lo más parecida posible a la composición típica de la leche de perra, aunque según algunos datos de estudios esto no siempre es así en ciertos productos 2 5, por lo que es aconsejable que el veterinario lo compruebe en caso de duda. Algunas fórmulas también pueden incluir diversos componentes “opcionales”, como se muestra en la Tabla 2, pero la mayoría de las leches maternizadas para cachorros son adecuadas, cómodas de usar y seguras, por lo que es la opción que siempre se debería recomendar en el cachorro recién nacido. Hoy en día, en muchos países se pueden encontrar productos tanto en presentación líquida como en polvo y ambas opciones tienen sus ventajas e inconvenientes.

Tabla 2. Otros posibles componentes de las leches maternizadas para perros.

Componente ¿Qué hay que tener en cuenta?
DHA 
(ácido docosahexaenoico
)
Algunos sustitutos de leche están enriquecidos con él ácido graso omega-3, DHA. Durante la lactancia, la madre tiene una capacidad limitada de síntesis de este nutriente 7, y se ha demostrado que su suplementación en neonatos contribuye al desarrollo de la función cognitiva y visual 8.
Prebióticos

Algunas fórmulas incluyen prebióticos como los fructo-oligosacáridos (FOS). Ayudan a reforzar la función digestiva del neonato y participan en el desarrollo de un sistema inmune sano al establecer y mantener el equilibrio óptimo de la microbiota 9.

Maltodextrina La maltodextrina es un oligosacárido que se utiliza en fórmulas de leche maternizada para bebés prematuros. En un estudio reciente se suplemento una leche maternizada para cachorros con este ingrediente para proporcionar un aporte extra de energía 10 . La administración del suplemento inmediatamente después del nacimiento contribuyó al ritmo de crecimiento y al mantenimiento de la temperatura corporal, además el número de cachorros con riesgo de mortalidad neonatal fue menor. 
Inmunoglobulina Y (IgY)  Se ha demostrado que la suplementación de IgY en neonatos favorece el crecimiento. En cachorros de razas grandes también se ha demostrado que contribuye al desarrollo adecuado de la microbiota 11.

La presentación líquida es claramente más fácil de usar: la mezcla ya está hecha, no es necesaria una preparación y solo hay que calentar el producto antes de administrarlo. Además, se evita el error más frecuente de los sustitutos en polvo, que es añadir demasiada agua (obteniendo un producto demasiado diluido) o una cantidad insuficiente de agua (obteniendo un producto demasiado concentrado) 6. Sin embargo, una vez abierto, el producto líquido no se debe mantener mucho tiempo en la nevera y normalmente se recomienda desecharlo como máximo a las 72 horas. 

En cambio, la leche maternizada en polvo, una vez abierta, se puede conservar bien durante mucho más tiempo, normalmente un mes. Como ya se ha mencionado antes, durante la reconstitución se pueden producir errores que afectan a la osmolalidad de la leche, provocando diarrea o estreñimiento en el neonato. No obstante, la presentación en polvo también ofrece la posibilidad de ajustar la osmolalidad de la solución para manejar ciertos trastornos relacionados con la nutrición, tal y como se comentará más adelante. 
 

¿Cuándo necesita el neonato un sustituto de leche? 

Situaciones relacionadas con la madre 

Disponibilidad y comportamiento

En determinadas situaciones el propietario tiene que recurrir a la leche maternizada para garantizar la alimentación adecuada del neonato. Puede que los cachorros no tengan madre, por ejemplo, debido a un accidente o complicación anestésica durante una cesárea. Aunque estas situaciones no son frecuentes, son imprevisibles y, si se producen, obviamente la lactancia materna no es posible. Otra situación es el abandono de cachorros huérfanos recién nacidos en protectoras o refugios animales. Aunque es más frecuente que a estos centros lleguen gatitos huérfanos, a veces también reciben cachorros huérfanos, y tanto el personal del centro como la familia adoptiva, deberán disponer de sustitutos de leche adecuados. También es importante tener en cuenta las consecuencias del comportamiento materno inadecuado; algunas madres descuidan a sus cachorros o pueden ser agresivas con ellos. Existe una mayor predisposición en las perras primíparas 12) y este comportamiento puede observarse con más frecuencia en ciertas razas (p. ej., Bull Terrier Inglés) 13. Los propietarios deben ser conscientes de este riesgo para poder anticiparse mejor a la situación. 

Trastornos relacionados con la lactancia 

Mientras es evidente que en caso de agalactia se debe utilizar leche maternizada, la situación no está tan clara en el trastorno de la lactancia más frecuente en perros, la mastitis aguda. La mastitis aguda suele presentarse inmediatamente después del parto o en torno a las tres semanas posteriores, cuando tiene lugar el pico de lactación 14. Los signos clínicos incluyen la inflamación de una o más glándulas mamarias, acompañada a menudo del cambio de coloración de la leche, que generalmente se torna marrón amarillenta. También se pueden observar signos más generales como letargia, pirexia, molestias cuando los cachorros maman, pero no siempre están presentes. Por ello, es importante recomendar al propietario que revise diariamente las glándulas mamarias de la madre. La mastitis puede afectar en gran medida a los neonatos y causar retraso en el crecimiento, diarrea neonatal y/o colitis. El tratamiento de la mastitis aguda consiste en la administración de antibióticos y las cefalosporinas suelen utilizarse como tratamiento de primera opción 15. Sin embargo, existen diferentes opiniones sobre el manejo de los cachorros. Algunos autores recomiendan que los cachorros sigan mamando mientras la madre recibe el tratamiento (siempre que no le cause molestias), lo que evitará la galactostasis que tiene un impacto negativo sobre la eficacia del tratamiento. Los antibióticos también se excretan en la leche, lo que puede ofrecer a los cachorros cierta protección frente a los efectos adversos de la mastitis (aunque siempre existe el riesgo de disbiosis y diarrea neonatal, por lo que el veterinario debe valorar cada situación). Sin embargo, otros autores recomiendan interrumpir inmediatamente la lactancia durante el tratamiento de la mastitis y administrar a toda la camada leche maternizada, puesto que los cachorros recién nacidos son frágiles, pueden desarrollar rápidamente un shock y el consumo de leche contaminada puede aumentar dicho riesgo. Para evitar la galactostasis en la madre, se puede interrumpir la producción láctea con fármacos dopaminérgicos como la cabergolina 16.

Ambas opciones tienen sus ventajas e inconvenientes y, según el autor, a la hora de tomar una decisión al respecto, siembre debe ser prioritaria la salud del neonato. Sobre todo, siempre que los cachorros presenten signos de enfermedad no se les debe permitir que mamen de la madre e inmediatamente se les debe cambiar a la lactancia artificial.

También es importante conocer el denominado “síndrome de la leche tóxica” descrito en varios libros sobre neonatología canina. Este síndrome puede afectar a algunos cachorros de la camada, quienes desarrollan diarrea o colitis neonatal, a pesar de que la madre no presente ningún signo clínico de mastitis. Los cachorros afectados no se desarrollan adecuadamente y padecen dolor abdominal después de mamar. A veces, solo se observan signos clínicos en un único cachorro de la camada mientras que los demás se encuentran bien. Estudios recientes sugieren que esto podría estar relacionado con una mastitis subclínica 17, que (aunque en las clínicas veterinarias no se evalúa de forma rutinaria) se puede diagnosticar mediante el examen microscópico de una muestra de leche, al evidenciar un número elevado de neutrófilos por campo de alta potencia. La mastitis subclínica siempre debe formar parte del diagnóstico diferencial de un neonato con molestias, aunque sea el único de la camada que presente signos clínicos. En caso de observar signos clínicos en el neonato, inmediatamente se debe instaurar la lactancia artificial con leche maternizada y si otros cachorros comienzan a desarrollar los mismos signos, lo aconsejable es cambiar a toda la camada a la lactancia artificial.  

Emmanuel Fontaine

En teoría, se puede crear una fórmula casera similar a la leche canina utilizando recetas de Internet, pero requiere mucho tiempo y es complicado, puesto que es esencial asegurarse de cumplir varios parámetros, como el equilibrio nutricional, la esterilidad y la osmolalidad correcta y los riesgos superan claramente los beneficios.

Emmanuel Fontaine

Situaciones relacionadas con el neonato

Paladar hendido

Nada más nacer y tras la reanimación adecuada hay que comprobar si el cachorro presenta paladar hendido, una de las anomalías congénitas más frecuentes en los neonatos  18. En algunos casos, este defecto se puede resolver mediante una palatoplastia, pero esta cirugía solo se podrá realizar posteriormente, normalmente cuando los cachorros tengan entre 2,5 y 4 meses de edad (dependiendo de varios factores y de la preferencia del cirujano). Por tanto, durante el periodo neonatal, los cachorros afectados aspiran la leche al mamar. Esto puede provocar atragantamiento o bronconeumonía, que suele ser mortal. Estos riesgos disminuyen con la alimentación sólida, por lo que se puede considerar el destete temprano a las 3 semanas de edad (suponiendo que los propietarios acuerden una fecha de cirugía posterior). No obstante, para evitar complicaciones durante las tres primeras semanas de vida, el cachorro debe alimentarse con leche maternizada administrada por sonda. 

 

Riesgo de mortalidad neonatal

Los estudios recientes 19 han contribuido a definir las recomendaciones para la detección precoz de cachorros con riesgo de mortalidad neonatal (Figura 1) y se debe informar al respecto a los propietarios. En estos estudios se ha demostrado que la suplementación energética es beneficiosa para los cachorros en riesgo de mortalidad, por lo que se debe ofrecer una leche maternizada adecuada a estos cachorros en caso de identificarlos. Además, ya empiezan a estar disponibles para criadores y veterinarios las curvas de peso de cachorros, también conocidas como curvas de crecimiento 20 21 que ayudan a controlar el peso de los cachorros durante el periodo neonatal. Estas curvas pueden ayudar a la identificación temprana de posibles problemas, ya que la falta de aumento de peso suele ser uno de los primeros indicadores de problemas de salud. La suplementación nutricional mediante un sustituto de leche materna es sin duda una opción en estos casos.

Factores que ayudan a identificar a los cachorros con riesgo de mortalidad en las primeras 48 horas después del nacimiento

Figura 1. Factores que ayudan a identificar a los cachorros con riesgo de mortalidad en las primeras 48 horas después del nacimiento 19.

  • Puntuación de APGAR (Aspecto, Pulso, Gesto, Actividad, Respiración): cada uno de los cinco parámetros se puntúa como 0, 1 o 2 y se considera que los cachorros están en riesgo si la puntuación de APGAR es inferior a 7. Esta puntuación tiene un valor predictivo para las primeras 8 horas después del nacimiento. 
  • Peso al nacer: los cachorros con bajo peso al nacer (definido por 23) se consideran en riesgo de mortalidad neonatal.
  • Temperatura: si la temperatura corporal es inferior a 35.5°C a las 24h y/o 48h tras el nacimiento, se considera que existe riesgo de mortalidad neonatal.
  • Glucemia: si el nivel de glucemia es inferior a 0.9 g/l a las 24h y/o 48h tras el nacimiento, se considera que existe riesgo de mortalidad neonatal.
  • Ritmo de crecimiento precoz (RCP): RCP = (Peso a las 48h – Peso al nacer) /Peso al nacer expresado como porcentaje. Si el RCP<= -4%, se considera que existe riesgo de mortalidad neonatal.
Camada heterogénea 

La “heterogeneidad de una camada” hace referencia a la diferencia de peso entre los cachorros de mayor tamaño y lo más pequeños de una misma camada. Recientemente se ha identificado que este es un factor de riesgo de mortalidad neonatal precoz 21. Si se observa una elevada heterogeneidad de la camada (p. ej., una diferencia de peso de entre el 9,9 y el 16,8%, dependiendo de la raza), se debe considerar que se encuentra potencialmente en riesgo. Esto también es un recordatorio de que, en neonatología, la camada siempre se debe considerar en su totalidad. La diferencia de peso acentuará la competencia entre cachorros por acceder a la mama, por lo que la suplementación con un sustituto de leche debería ayudar a minimizar las consecuencias perjudiciales de la heterogeneidad.

Otros motivos
Destete

En el momento del destete, que suele comenzar alrededor de las 4-4,5 semanas de edad, se recomienda realizar la transición de la leche al alimento sólido lo más suavemente posible. Si el alimento es seco, las croquetas se deben rehidratar durante las primeras semanas para que el cachorro las pueda ingerir y digerir mejor 22 (Figura 2) y, en opinión del autor, durante la primera semana, se puede utilizar leche maternizada en lugar de agua para facilitar esta transición.

Suplementación de inmunoglobulinas

Más del 18% de los cachorros neonatos no reciben suficientes inmunoglobulinas a través del calostro materno 19 y se considera que tienen riesgo de mortalidad neonatal, por lo que los sustitutos de leche materna que incluyen inmunoglobulina Y (IgY) son una opción potencialmente útil en estos casos. La IgY es absorbida por el tracto gastrointestinal del cachorro durante el periodo de absorción del calostro 24, por lo que, aunque la IgY de estos sustitutos solo actúe frente a un número limitado de patógenos, es razonable su uso inmediatamente después del nacimiento para garantizar que los cachorros reciban al menos un grado de protección contra algunos de los patógenos digestivos más frecuentes en los perros.

la proporción de agua y alimento seco (por volumen, no peso) para hidratarlo

Figura 2. El proceso de destete del cachorro debe realizarse lo más suavemente posible; en la imagen se muestra la proporción de agua y alimento seco (por volumen, no peso) para hidratarlo. Durante la primera semana del destete se puede utilizar leche maternizada en lugar de agua.

¿Cómo se deben utilizar los sustitutos de leche?

Comprobar primero la temperatura del cachorro

Antes de administrar leche maternizada a un neonato, esté o no debilitado, es esencial comprobar su temperatura corporal. Durante la primera semana de vida, la temperatura corporal del recién nacido es de entre 35,5-36,5ºC y solo alcanzará la temperatura corporal adulta tres semanas después del nacimiento 25. Si la temperatura de un cachorro desciende por debajo de 34ºC se produce estasis gastrointestinal, por lo que el alimento no se puede digerir y la administración de la leche causará distensión y malestar abdominal. Este es un error frecuente, especialmente en el caso de los cachorros huérfanos; los propietarios suelen pensar que lo primero que hay que hacer es dar biberón y se olvidan de comprobar antes si es seguro hacerlo y no miden la temperatura corporal del cachorro. Durante las tres primeras semanas de vida, los cachorros carecen de mecanismos termorreguladores, por lo que, en caso de hipotermia, antes de administrar un biberón es necesario calentar al cachorro. Las lámparas de infrarrojos, las almohadillas térmicas, las botellas de agua o las incubadoras son opciones a tener en cuenta, pero el aumento de la temperatura del cachorro siempre debe ser gradual y producirse durante al menos una hora antes de empezar a dar el biberón.

También hay que informar a los propietarios sobre la importancia de mantener la temperatura óptima dentro del nido de los cachorros para evitar la hipotermia y sus consecuencias. El autor recomienda una temperatura de 30ºC durante la primera semana después del nacimiento, 28ºC durante la segunda semana y 25ºC durante la tercera semana. Después de este periodo, los cachorros serán capaces de termorregularse y la hipotermia no será un motivo de preocupación.

Seguir las instrucciones 

Como se ha mencionado antes, los errores más frecuentes al preparar leche maternizada en polvo son los relacionados con la reconstitución del producto. Por tanto, es importante hablar de ello con el propietario y resaltar lo que a menudo parece un detalle sin importancia, pero es esencial: utilizar la proporción de agua y leche en polvo recomendada por el fabricante. También es importante recordar al propietario que “más no es mejor”, ya que puede creer que mezclando el polvo con otro tipo de leche (p. ej., leche de cabra) se obtiene una solución con más nutrientes, beneficiosa para el neonato. Lamentablemente, esto también puede tener un gran impacto en la osmolalidad de la solución y causar trastornos digestivos en el neonato.

¿Biberón o sonda de alimentación? 

Las dos únicas maneras de administrar leche maternizada a un neonato son con biberón o con sonda de alimentación. El autor considera que, siempre que sea posible, se debe preferir el biberón. Se deben utilizar biberones específicos para cachorros, ya que las tetinas están adaptadas y garantizan un flujo de leche óptimo durante la alimentación. Este es un detalle importante: si el flujo de leche es demasiado rápido (p. ej., si se utilizan biberones de bebés humanos para cachorros de razas pequeñas) se puede producir neumonía por aspiración. El autor prefiere utilizar biberones con tetinas ya listas para su uso; a algunas tetinas hay que realizarles un corte en la punta antes de usarlas y si no se hace correctamente, el flujo puede ser demasiado rápido y causar problemas. También es muy importante indicar al propietario la forma correcta de sujetar al cachorro y al biberón, ya que el propietario suele pensar que a un cachorro se le puede dar el biberón de la misma forma que a un bebé humano; esto es erróneo y también puede provocar neumonía por aspiración. En la Figura 3 se muestra la posición correcta para dar biberón a un cachorro.

Cuando se alimenta a un cachorro con biberón, la tetina debe estar alineada hacia la boca

Figura 3. Cuando se alimenta a un cachorro con biberón, la tetina debe estar alineada hacia la boca. Esto es importante, ya que el neonato enrolla la tetina con su lengua para hacer el vacío al mamar. Si la tetina está inclinada, no se puede hacer vacío y el neonato tragará aire y desarrollará cólicos. También es útil sujetar suavemente la cabeza del cachorro cuando se le da el biberón, ya que algunos cachorros muy activos mueven la cabeza en todas direcciones y se les escapa la tetina.

Crédito: Royal Canin

Por otro lado, la alimentación por sonda se debe reservar para los cachorros tan débiles que no puedan tomar biberón o para los que presenten paladar hendido; no se debe utilizar simplemente para alimentar más rápido a toda una camada sana. Es importante señalar que la alimentación por sonda solo debe ser una solución temporal (salvo en el caso de paladar hendido); en cuanto el cachorro esté lo suficientemente fuerte, debe pasarse a la alimentación con biberón o a la lactancia materna, según las opciones disponibles.

También hay que recordar a los propietarios que los cachorros recién nacidos no pueden defecar ni orinar por sí mismos. Es un acto reflejo estimulado por la madre mediante el lamido de la región perineal del cachorro, por lo que, después de cada toma, el propietario debe simular este comportamiento materno y frotar la zona perineal con una gasa húmeda y tibia.

¿Cuántas tomas al día? 

En caso de utilizar leche maternizada el autor recomienda 8 tomas diarias durante la primera semana de vida, 6 tomas diarias la segunda semana y 4 tomas diarias la tercera semana. También es importante tener en cuenta que los cachorros huérfanos de una misma camada pueden intentar mamar unos de otros, hasta el punto de causar una inflamación grave e incluso abscesos. Este comportamiento se suele observar en cachorros hambrientos. Sin embargo, dar una mayor cantidad de leche en cada toma conlleva un mayor riesgo de diarrea, dada la limitada capacidad digestiva del neonato, por lo que una solución práctica consiste en simplemente aumentar el número de tomas. Por ejemplo, durante la primera semana de vida, en lugar de 8 tomas diarias se pueden recomendar 10 tomas. El autor ha utilizado con éxito este enfoque en protectoras de animales y, aunque obviamente requiere más tiempo, probablemente sea la respuesta más sencilla al problema.

¿Cuánta leche en cada toma? 

Por defecto, cuando la nutrición de un recién nacido depende exclusivamente de un sustituto de leche materna, se debe aconsejar al propietario seguir las recomendaciones del fabricante, aunque las curvas de peso de neonatos también sirven de ayuda. En investigaciones recientes se ha demostrado que los cachorros alimentados por su madre, pero en riesgo de mortalidad neonatal, pueden recibir un aporte suplementario de leche maternizada ad libitum 19. Los autores del estudio no observaron ninguna complicación con este protocolo y encontraron que los cachorros son prácticamente capaces de autorregular la ingesta de leche. Dicho esto, siempre se debería recomendar cierta precaución, ya que algunos cachorros más voraces podrían ingerir un exceso de leche y desarrollar diarrea, lo que ha observado el autor en algunas ocasiones, especialmente en cachorros de raza Labrador Retriever. Por tanto, es conveniente recomendar al propietario que evite que los cachorros ingieran más cantidad de la recomendada por el fabricante.

Consejo clínico: jugar con las diluciones

Los veterinarios deben saber que, al igual que ocurre en la leche maternizada humana, a veces puede ser beneficioso modificar la proporción de agua y leche en polvo. Modificar la osmolalidad del producto puede ser útil en casos de diarrea o estreñimiento neonatal no complicados (es decir, relacionados con la nutrición 26).

El autor, según su experiencia personal, utiliza el 80% del volumen de agua recomendado en caso de estreñimiento, mientras que en caso de diarrea recomienda el 120% del volumen de agua recomendado. En cualquiera de los dos casos, utiliza la proporción recomendada por el fabricante tan pronto como se resuelvan los signos clínicos.

Conclusión

Los sustitutos de leche materna deben formar parte de cualquier kit de herramientas de neonatología. Todo propietario de una perra preñada debe disponer de una leche maternizada adecuada y es importante informarle sobre los errores de alimentación más frecuentes y cómo evitarlos. Hay muchas situaciones en las que los sustitutos de leche materna son útiles y, si se emplean correctamente, son un gran activo para optimizar la salud de los cachorros neonatos. 

 

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Emmanuel Fontaine

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